No Intervención, eufemismo por despreciable cobardía

El silencio de los países latinoamericanos frente a la dictadura inepta, corrupta y entreguista de nuestra soberanía de Nicolás Maduro es justificado por estos países como adhesión al llamado Principio de No Intervención en los asuntos internos de otros estados, un principio que nació como reacción ante la agresiva diplomacia estadounidense en América Latina durante el siglo pasado.

Sin embargo, hoy en día ese principio se ha utilizado y se utiliza para mantener en el poder, sin críticas, hasta con melosidad, a dictadores iletrados y crueles como Nicolás Maduro y Hugo Chávez. EL uso de este principio en el Siglo XXI se ha convertido en un ejercicio de cobardía, de renuncia ética, por parte de países que han sido favorecidos por la prodigalidad petrolera de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro. Los países del llamado ALBA: Nicaragua, Cuba, Bolivia, etc., han sido comprados con petróleo fuertemente subsidiado. Lo mismo ha sido el caso de los pequeños países del Caribe. Argentina ha recibido maletines llenos de dinero. Brasil ha recibido jugosos contratos de construcción para sus empresas corruptas, detrás de las cuales está el Partido de Lula. Colombia ha soportado toda clase de insultos y humillaciones del sátrapa venezolano, solo para mantener vivo un sector de exportación comercial que se ha encogido durante los últimos años. En Perú el régimen venezolano financió la campaña del actual presidente. En el pasado reciente, en El Salvador, Honduras, Uruguay, no han sido necesarios más que unos cuantos cañonazos de 10.000 barriles de petróleo para convertirlos en esfinges ante el drama político venezolano.

UNASUR es un club de reposeros, su Secretario General Samper atento a la llamada del amo para decir barrabasadas, tales como hablar de paramilitares en la escena venezolana y afirmar a los cuatro vientos que Venezuela está en las mejores manos con Maduro. La OEA, por su parte, da lástima, tiene años dándola.

No es fácil sentir orgullo en ser latinoamericano, con este lastre tan grande de indignidad. La actitud democrática decidida de Betancourt, la hidalguía de Cardoso, la mesura de Lagos, la agresiva postura anti-FARC de Uribe,constituyen lejanos recuerdos de una América Latina decorosa y democrática. Hoy vemos a la región paralizada frente a la injusticia y al totalitarismo con dinero. Ya ni tanto dinero, pero aún suficiente como para mantener bocas cosidas y manos atadas frente a la barbarie.   

La guinda de esta torta podrida sería la visita, aparentemente ya acordada,  del Papa Francisco a Fidel Castro. Ver: http://noticias.univision.com/article/2456944/2015-09-08/el-vaticano/papa-francisco-y-fidel-castro-acuerdan-cita-en-la-habana . Esta reunión sería prueba de que Maradona no es el único argentino admirador de Fidel Castro.

La noticia dice: “Según confirmaron a Notimex fuentes cercanas al entorno papal, la solicitud del encuentro fue avanzada por Jorge Mario Bergoglio y de parte cubana ya existe beneplácito, aunque aún faltan definir detalles”.

Ni siquiera Castro se la pidió a Francisco sino Francisco a Castro.

“El encuentro sin embargo estará pendiente de un condicionamiento que es impredecible: la salud de Castro, que el pasado 13 de agosto cumplió 89 años”. 

Si esto fuese así, entonces tendríamos que añadir al Papa Francisco  a la lista de quienes rinden pleitesía a uno de los más grandes asesinos de la historia  latinoamericana. Esperaremos la confirmación de esta noticia antes de comentarla en detalle.