Todos los días aparecen en la Venezuela chavista nuevos motivos para el asombro, ante tanta ignorancia y estupidez. Hoy nos toca reír y llorar con un espécimen salido del triásico-jurásico inferior, período geológico de saurios y volcanes, se llama Wills Rangel.
Este
engendro, quien es Presidente de la
Central Bolivariana Socialista (CBST), “hizo
un llamado a toda la clase obrera para que tomen el control de las
empresas y, en equipo, soliciten al Estado las divisas necesarias para comenzar
a producir en las mismas”. Agregó este pitecantropus flacidus que: “Los dueños
de las empresas lo único que pretenden es manipularnos y a la misma vez seguir
manipulando al Estado”. Afirmó que: “que el papel protagónico que tiene la
clase obrera venezolana para la toma de decisiones y su participación dentro
del marco de la “agenda bolivariana, es fundamental para combatir la Guerra
Económica y lograr una producción elevada en todas las empresas del país”.
Según esta bestia: “Nosotros
garantizamos la economía del pueblo, a diferencia del viejo sindicalista, donde
éramos instrumento del capital para dirigir a los trabajadores al son de
lo que quería el capitalismo. Hoy día hemos integrado a los trabajadores para
hacer de los espacios productivos, éxito y garantía de la distribución
para que llegue realmente al pueblo”, aseveró el presidente de CBST y prometió,
además, hacerle frente: “al incremento de la inflación”. ¿Cómo, mijo?
Es
difícil no reír a carcajadas de los desatinos de este analfabeto. Sin embargo, él
dice creer (nadie es tan bruto para creer realmente) que “la renta petrolera ya no es lo
fundamental sino el estado
revolucionario. Son los trabajadores, la
clase obrera, la mejor opción y salida de la crisis, pues manejan las riquezas
y es sobre sus hombros donde descansa el futuro de las empresas y del país”.
Yo me pregunto: ¿Que podrá hacer la Venezuela
libre y democrática con personajes como este? Obviamente este Rangel menor (¿primo
lejano de José Vicente y de Papi Papi?) no es un malandro de primera línea sino
unos de los centenares de extras de esta producción de comiquita montada por el
Cecil B. de Mille barinés que se llamó Hugo Chávez. La democracia no permite la
eutanasia ni la trepanación pero no hay suficientes prisiones ni manicomios
para meter a un tipo como este, quien es apenas un malandro de tercer nivel. Al
mismo tiempo, un personaje que diga que los obreros deben tomar el control de
las empresas es peligrosísimo. Y no porque tengamos algo en contra de los
obreros sino en contra de la ignorancia de quien piense que la industria no
necesita de gerentes sino de obreros-gerentes. Eso sí, que el gobierno les dé
todo el dinero que ellos necesitan.
Este
ornitorrinco del mundo sindical no debería permanecer activo en el
post-chavismo, deberá ser puesto a resguardo, a fin de que el país no sufra el
riesgo de que alguien le haga caso. La Venezuela democrática y libre debería crear
una institución especial para estos personajes como Wills Rangel, una especie
de asilo para estúpidos, donde ellos y ellas puedan hablar libremente de sus
ideas, en salas a prueba de ruidos, aislados del mundo exterior.
4 comentarios:
Gustavo, fuiste demasido decente con tus definiciones. Este tipo debe arder bastante cuando vaja al infierno.
Cuantos de estos, hacen vida en el mundo bizarro de los chavistas? Como transformarlos en ciudadanos productivos en una sociedad decente?
Luis, muchos de estos individuos son irrecuperables. Estan permanente discapacitados mentalmente.
https://www.youtube.com/watch?v=e_PuUuwgVX4
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