Salí de la casa y me dio la bienvenida una naturaleza de
un profundo verdor, debido a las incesantes lluvias que han caído en Virginia
durante el mes de Mayo. Las calles y avenidas
estaban convertidas en una maravillosa selva verde, con majestuosos árboles
ligeramente movidos por una fresca brisa. Me fui al mercado coreano de la calle
29 y encontré unas cerezas de un bello rojo intenso, a menos de $2 la libra.
Nunca había comido cerezas tan dulces, jugosas y firmes. Recordé el casi
utópico dicho sobre lo “bueno, bonito y barato” y estas cerezas me probaron que
esa trilogía aún existía.
Seguí viaje a Woodley’s, un sitio situado en la Avenida Connecticut,
donde compro vinos y licores. No había casi tránsito y todas las luces estaban
en verde. Además, el establecimiento tenía una venta especial de un vino del Ródano,
a precios muy razonables.
A mi regreso a casa pasé por el centro Comunitario de
nuestro complejo habitacional, a buscar que leer. Allí hay decenas de libros
que los residentes de nuestro complejo (incluyéndome a mí) llevan después de leerlos. Esta vez encontré
un volumen de la imponente serie de los esposos Durant sobre la Historia de la Civilización,
el volumen 9, “The Age of Reason”. En este volumen los esposos escriben, con
prosa de gran belleza, sobre el soberbio siglo XVII en Europa, durante el cual
hubo una verdadera explosión de tantas maravillas literarias, pictóricas,
científicas y hasta políticas como siglo alguno haya generado: Cervantes, Shakespeare,
Corneille, Montaigne, Richelieu, Mazarino, Felipe II, Velázquez, Frans Hals, Harvey,
Galileo. En ese siglo nació la democracia parlamentaria en Inglaterra, debido a
la larga y dura pugna entre Carlos I y el parlamento.
Leyendo ese tesoro estuve horas en casa, viendo caer por
mí ventana una ligera lluvia, escuchando la primera sinfonía de Gustavo Mahler.
Mi esposa me llamó
a almorzar un “Shepperd’s Pie”, plato
muy irlandés, ver receta: http://www.directoalpaladar.com/recetas-de-carnes-y-aves/shepherd-s-pie-receta
, combinado con un platón de tostones. Me deleité con este cruce irlandés-venezolano
y lo combiné con un modesto y honesto Pinot Noir chileno, Casillero del Diablo
($9). De postre, unos duraznos al almíbar que me recordaron intensamente a mi
niñez en Los Teques.
Más tarde vendría otro juego de béisbol de los Tigres de
Detroit contra Tampa Bay. Si ganamos, maravilloso. Si perdemos, tendremos otro
juego mañana. A través del béisbol el hombre ha alcanzado una relativa inmortalidad, ya que siempre hay otro juego. He aprendido a no estropearme el día si mi
jugador preferido se va en blanco, finalmente estoy llegando a la madurez.
Y al caer la tarde me digo que este ha sido un día
perfecto. Ganó Detroit, Mahler hizo cantar a los pájaros, las flores han
seguido abriendo. El bosque está vivo. Todo está en armonía.
Hoy comprendo a Woodsworth cuando decía (mi traducción):
Mi
corazón goza al ver un arcoíris en el cielo
Ello
ya existía cuando nací y existe ahora que he llegado a ser un hombre
Así
será cuando envejezca y cuando pueda morir,
El
niño es el padre del hombre
Y mi
deseo es que todos mis días se unan a la piedad de la naturaleza
Y agrego: mi mejor deseo es que mis compatriotas puedan pronto vivir días perfectos, libres de la basura material y espiritual que hoy los agobia.
5 comentarios:
Gracias Gustavo
Nice post, but you are poking the starving Venezuelan's in the eye. Ouch!
Dear Roberto:
I think I know my countrymen and women and I believe they are not the ones that would take this as poking them in the eye. A good 80% of my perfect day is made out of my inner feelings. The beauty of nature does not cost a cent and the food is the ordinary food of tostones and mashed potatoes that the people who read me have access to. Mahler and Will Durant are free of charge and can be found in Venezuela as well.
I end my note by sincerely wishing all perfect days in the near future. It was intended as a source of hope, not as a poke in the eye.
Gustavo
Eso es vivir!! Apreciar las cosas mas sencillas. Disfrutar la naturaleza y ocuparse de los mas necesitados. Yo te felicito por esa filosofia de la vida.
Me parece que Roberto olvida que Venezuela tuvo el corredor gastronomico mas importante de America Latina:
Desde Sabana Grande hasta La Castellana, pasando por Las Mercedes.
A precios de USD 4.30, un empleado con sueldo minimo podia comer un fin de semana con su familia facilmente en 1977.
Estuve alli, yo lo vivi.
Algun dia volveremos a ver ese esplendor, pero primero necesitamos Dios mediante un Francisco Franco Bahamonde que ponga orden y acabe con los cubanos.
Eso va a pasar.
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