En enero el régimen chavista cocinó algo llamado el Fondo Bicentenario, con un aporte de mil millones de dólares según la Radio nacional de Venezuela o de 697 millones de dólares según el analista Juan Francisco Rojas Penso (www.analitica.com, Febrero 9, 2010). El fondo ha sido lanzado, como ya es costumbre del régimen, con bombos y platillos. Se alega que podrá financiar 8000 industrias, ya tiene 4545 proyectos, según Rojas Penso, nos garantizará la soberanía alimenticia y estimulará nuestras exportaciones, según los ministros que ya fueron botados por Chávez. La credulidad o ingenuidad de algunos analistas como Rojas Penso los hace decir, entusiasmados: “Contrario a lo que sucedía en el pasado cuando en este tipo de certamen la participación se limitaba a agentes gubernamentales y empresariales, en esta oportunidad fue mas que notoria la incorporación de diversos grupos sociales a través de los Consejos Comunales u otra forma de organización, lo cual habla del proceso de democratización que vive el país desde hace once años”. Sin embargo, los primeros informes de asistentes a la reunión hablan de caos organizativo, el cual ha sido característica de todo lo que hace el régimen. Otros informes hablan de 326 proyectos aprobados, cifra bastante diferente a los 4545 proyectos mencionados por el ingenuo Rojas Penso.
El análisis del bueno de Rojas Penso habla de la necesidad de articular los proyectos de este fondo con los planes nacionales de desarrollo y uno se pregunta: cuales planes? El plan socialista que menciona el analista es un arroz con mango ideológico que solo es entendible, y no es seguro, por Jorge Giordani. La reducción de la heterogeneidad de la economía de la cual habla Rojas Penso como una de las estrategias del plan no hace sentido en un país que se distingue precisamente por su carácter monoproductor. Añade Rojas Penso que será indispensable que el estado preste asistencia técnica a los proyectos, aunque él debería saber que en este campo el régimen se ha mostrado particularmente ineficiente e inepto.
Este artículo que parecería hecho por encargo olvida lo que caratcteriza al régimen, su total falta de coordinación y de recursos humanos capacitados. Por ejemplo, como puede caminar un plan de producción de pequeñas y medianas empresas si en el país no hay agua, no hay luz, hay un feroz y corrupto control de cambios y el régimen actúa de manera totalmente abusiva contra los derechos de los empresarios? En que país vive el amigo Rojas Penso? En un país como la Venezuela de Chávez, que está colocado en el foso en lo que se refiere a libertades económicas (peor que Cuba, aunque esto parezca imposible), no puede haber posibilidad alguna de desarrollar un significativo sector de pequeña y mediana industria.
El fondo ha sido definido por algunos comentaristas de izquierda como una manera de quitarle dinero al pueblo, a través de la devaluación, para dárselo a los empresarios. Por su parte, algunos comentaristas de derecha dicen que el fondo será otra manera más de robar. Hay que recordar el Plan Bolivar 2000 y el Fondo Único Social, planes que terminaron siendo verdaderos pozos sépticos utilizados por el chavismo para favorecer la boliburguesía.
La ingenuidad de Rojas Penso, a quien damos el beneficio de la buena intención, le hace el juego al bandidaje chavista que ha arruinado al país.
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