Memo a José Miguél Insulza

Asunción, 20 sep (EFE).- El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, afirmó hoy en Asunción que en "ningún país" de la región está en riesgo la democracia tras la quiebra de este proceso en Honduras.

Sr. Secretario General:

Veo esta declaración suya dada hace pocas horas en la cual afirma que “ en ningún país de la región está en riesgo la democracia”. Me apresuro a decirle lo siguiente:

Como venezolano y como demócrata, protesto vigorosamente contra su grotesca declaración. Olvídemonos por un instante de Nicaragua, de Bolivia, de Ecuador y de la gran farsa que vive la Argentina. Piense en la Venezuela de Hugo Chávez y en lo que usted acaba de decir. Venezuela es una dictadura en todos los sentidos. Es una dictadura en base a todos los parámetros que una persona honesta y demócrata puede y debe utilizar para definir un sistema de gobierno. No existe allí separación de poderes y usted lo sabe. No existe rendición de cuentas y usted lo sabe. No existe en el déspota tolerancia o respeto por la disidencia venezolana, por los países de la región que difieren de su ideología o por usted mismo, y usted lo ha comprobado. Existe un profundo odio sembrado por el déspota contra grandes sectores de la población venezolana y usted lo sabe. Hay presos políticos en abierta violación de las leyes del país y de los derechos humanos consagrados por la OEA y usted lo sabe. Franklin Brito, despojado de su tierras por el hamponato que se ha adueñado de nuestro país, ha muerto sin que hubiese un gesto suyo en su defensa. Usted ha defendido a Chávez en repetidas ocasiones, cuando se le ha acusado de tener nexos con las FARC, lo cual está perfectamente documentado. Usted ha promovido, hasta con impúdica insistencia, el regreso de los carniceros cubanos al seno de la OEA. Por omisión, si no por comisión, usted exhibe un claro sesgo a favor del lumpen extremista que aspira a prevalecer en nuestro hemisferio. Decir que en Venezuela no está amenazada la democracia es como decir que la virginidad de una prostituta no está en riesgo. Es tecnicamente correcto porque ya democracia y virginidad dejaron de existir hace tiempo, pero cínico de todo cinismo. Un Secretario General de la OEA debería sostener los derechos de los latinoamericanos a la libertad y la democracia. Su declaración lo coloca en el bando contrario.

Aunque esto solo sea simbólico y carente de importancia para usted y su importante papel oficial, deseo decirle que cuando usted entre en un salón yo me saldré. No hay ningún recinto lo suficientemente grande para permitir la coexistencia entre lo que usted representa y el amor por la democracia.