Jorge Giordani y su coitus interruptus

Utilizando el mismo sistema usado por milenios para evitar la preñez el ministro favorito de Hugo Chávez, Jorge Giordani, nos habla de quienes se han enriquecido indebidamente al amparo del régimen. El excelente periodista Andrés Rojas recoge algunas de sus afirmaciones en un trabajo reproducido por www.lapatilla.com hoy 13-10-2010.

Dice Giordani: “La boligarquía no es más que la agrupación singular o colectiva de quienes a lo largo de este período se ha encargado de amasar inmensas fortunas en nombre de la revolución o simplemente del proceso revolucionario en curso. Muchos de ellos hacen alarde de una riqueza que no poseyeron antes de la llegada del gobierno, en diciembre de 1998″.

Nos agrega Rojas que “el funcionario [Giordani] no repara en calificativos. Tilda a estos empresarios de ladrones de oficio, de cuello blanco o de cuello gris, con la camisa roja, rojita al mejor estilo de quienes disfrazados de un símbolo, han sabido aprovechar las mieles del poder en su beneficio particular”; y más adelante revela que “tras una fachada siempre bien protegida, actúa la delincuencia de quienes en nombre de la revolución bolivariana lo que han hecho es enriquecerse con los dineros del Estado”.

Añade Rojas que “el titular de Planificación pide que esas personas sean denunciadas, apartadas del proceso socialista que lidera el presidente Chávez, se les quite todo privilegio que hayan obtenido por su vinculación política y que, finalmente, como cualquier reo, sean juzgadas ante los tribunales. La tragedia que lleva a cuestas el proceso bolivariano es la impunidad que se tiene en la práctica y la falta de condena a quienes se les demuestre de manera fehaciente, por hechos comprobados”.

Estas afirmaciones de Giordani me parecen interesantísimas, no solo por lo que expresan sino por lo que callan. En esta variante intelectual del coitus interruptus Giordani habla del pecado pero se cuida muy bien de nombrar al pecador. Como hablar de lo uno sin lo otro? El pecado como concepto abstracto no existe. Existen los pecadores. De manera que hablar de corrupción desenfrenada e impune, como lo hace Giordani, sin mencionar un solo nombrecito, es casi peor que nada. Nos lleva a la más completa frustración.

Giordani nos pide denunciar a los “boligarcas”, como llama a la boliburguesía ladrona del régimen chavista. Habla de los “empresarios” cuando debería, al menos, mencionar a los funcionarios. No se da exacta cuenta Giordani que denunciar la corrupción en la Venezuela de Chávez es como orinar en un lecho de algodón. La denuncia es rapidamente absorbida y se pierde para siempre. Yo he hablado hasta la saciedad del posible monumental guiso de la gabarra hundida, Aban Pearl, y de muchos otros guisos, sin que ello haya despertado interés alguno de quienes son pagados por el estado para hacer ese trabajo.

Mire, Giordani. La corrupción en el régimen chavista y suyo es sistémica, lo único democrático que ustedes manejan. Casi todos ustedes son corruptos, muchos por comisión y muchos otros por omisión, por su silencio cómplice. No es posible tomar un extremo cualquiera de la cabulla, digamos Arné Chacón, sin que se les venga todo el ovillo en la mano: Jesse, los ministros de finanzas, Chávez, usted mismo que ha sido testigo mudo y cobarde de esas sinverguenzuras.

Sabe usted quien es Rafaél Ramírez? Tobias Nóbrega? Luis Velazquez Alvaray? Nelson Merentes? Rodrigo Cabezas? José Vicente Rangel? Adán Chávez? Diosdado Cabello? Aristóbulo Istúriz? Habrá en esta lista algun miembro de la “boligarquía” que usted menciona en abstracto? Yo ciertamente no puedo asegurarlo ni lo estoy haciendo, pero si digo que, en vista de las ejecutorias conocidas de estos y otros muchos miembros emblemáticos de la revolución, se requiere un proceso de severa contraloría en Venezuela que el infeliz prófugo de la Isla del Burro, Clodosbaldo Russián, es incapaz de llevar a cabo, que la infeliz y nepótica Cilia Flores es incapaz de promover en la Asamblea Nacional, que las mujeres del régimen, desde Luisa hasta Gabriela han preferido taparear, violando sus deberes ciudadanos más elementales.

Cree usted, Sr, Giordani, que su autismo lo absuelve de responsabilidad en este inmenso saqueo de las riquezas nacionales que ha llevado a cabo el régimen chavista? Tiendo a creer que usted no se seinte atraído por riquezas materiales, por algo lo llaman el monje. Pero si creo que usted es un corrupto, porque la definición de corrupción va mucho más allá de meterse dinero ajeno en el bolsillo. Tiene que ver, por ejemplo, con aceptar una función pública para la cual uno no está debidamente capacitado. Usted es un teórico, hasta meritorio, que se ha empeñado en tomar decisiones operacionales. Sus ideas locas sobre el eje Orinoco-Apure le han costado millones de dólares a nuestro país. Sus ideas retrógradas sobre el manejo de las finanzas públicas han contribuído a llevarnos de regreso al siglo XIX.

Mire Giordani, corrupción también es guardar silencio ante casos concretos de corrupción. Usted ha estado en el mismo centro de la actividad pública por once años, ha sido miembro del cogollito de ineptos que ha manejado, como elefantes en una cristalería, los asuntos y los dineros de nuestro país. Tenga el coraje de salir a la luz pública con nombres y apellidos. O es que piensa usted que hablar como lo hace le facilitará la absolución de sus compatriotas?