La tragedia de Chang y Eng

 

 

Los mellizos siameses Chang y Eng nacieron pegados por un simple cartílago, el cual hubiese sido facilmente removido hoy, no así en la época en la cual vivieron. A pesar de ser fisicamente muy parecidos tenían personalidades y hábitos muy diferentes, hasta opuestas. Chang era extrovertido, alcohólico e irascible. Eng era introvertido, callado, no tocaba el alcohol y muy interesado en el cultivo de su intelecto. Hasta reaccionaban de manera diferente a los estímulos físicos, una reacción que sorprendía a los médicos. Fueron llamados siameses porque nacieron en lo que es hoy Tailandia (Siam). Se casaron con dos hermanas y tuvieron 21 hijos, 11 Chang y 10 Eng. Los cuatro dormían en una cama especial, super king size.

Una mañana Eng despertó y vió con terror que Chang había fallecido. De inmediato envió por los médicos, quienes se prepararon rapidamente para intentar una separación, sin lograr comenzarla, pués Eng también falleció.

Lo que sucede cuando muere un hermano siamés le puede pasar a las naciones. Si una mitad de la nación insiste en suicidarse, lanzándose por un precipicio, al morir se lleva a la otra mitad, la cual hubiera deseado vivir. A diferencia de los siameses las naciones no se pueden dividir, sobre todo si poseen un solo corazón. Hay pocos casos exitosos de separación en el caso de las naciones: Singapore se separó o fué separada de la Malasia pero se llevó su corazón, tuvo que crearse un nuevo cuerpo y hoy es una nación pequeña pero robusta y próspera.

Nosotros estamos condenados a vivir o morir juntos. Ayer uno de los siameses dió un nuevo paso al abismo, lo cual significará la muerte conjunta. Ese siamés insiste en vivir desordenadamente y parece no importarle el suicidio, con tal que su mellizo también perezca. 

 

 

 

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