La situación electoral venezolana: mi posición

Es una verdadera lástima que, por razones  explicables, un grupo de venezolanos de indeterminado número dejen de pensar en el acto electoral como la manera de cambiar la situación venezolana. En ese grupo, a su vez, hay diferentes matices, desde los simplemente desconfiados hasta quienes abogan activamente  por la abstención. Creo que es necesario que todo nos definamos en relación con esta asunto, porque nuestras discrepancias internas están conduciendo a una confrontación indeseable e ineficiente entre quienes nos oponemos, con igual empeño venezolanista,  a la satrapía de Hugo Chávez. No creo conveniente seguir deshojando esta margarita de votar –vs – abstenerse.

En este sentido deseo decir lo siguiente:

1.      Ir a votar el 7 de octubre es el camino para tratar de cambiar las cosas en nuestro país . No creo que ir a votar sea la única alternativa constitutional abierta a los venezolanos pero si creo que es la única plausible en la realidad actual venezolana. Soy de quienes piensan que una insurgencia cívica, como la contemplada en el artículo 350 de la constitución, sería una alternativa totalmente válida y satisfactoria y estaría siempre de acuerdo con anexarme, en el momento adecuado, a una iniciativa de esa naturaleza. Sin embargo, las condiciones venezolanas no están dadas para ese tipo de acción. Lo hicimos en 2002 pero el modo espiritual de la nación hace difícil repetirlo hoy. Estrategicamente el voto es nuestro mejor camino y ese es el que voy a seguir.

2.      Al decir esto debo añadir que estoy entre quienes piensan que hay un intento de fraude en marcha por parte del régimen chavista, pero difiero de algunos compatriotas sobre la naturaleza de ese fraude y, por ello, creo que tal intento es eminentemente derrotable de manera cívica.   Me explico: no creo que el fraude que se esté madurando sea de naturaleza electrónica, que tenga que ver con los captahuellas o on el cable submarino a Cuba. Este es un tema complejo, pero todo lo que he hurgado sobre este asunto me lleva a pensar que no es allí donde hay que ir a buscar el fraude. Por ello creo que los compatriotas que piensan en esta vía para el fraude harían bien en analizar otras posibilidades.

3.      Donde está el intento de fraude?   He llegado al convencimiento de que el intento de fraude que lleva a cabo Hugo Chávez está basado en el proceso que antecede al 7 de otubre y en algunas características que podrían predominar durante ese dia de las elecciones. Creo que la MUD ha resumido muy bien las características de este intento de fraude durante el periodo pre-electoral, así:

·        Falta de transparencia en el proceso: rechazo de observadores internacionales independientes, permitiendo solo observadores invitados por el gobierno;

·        Un REP no auditado debidamente, con irregularidades denunciadas ante el CNE que no han sido corregidas,

·        Obstáculos para que los venezolanos en el exterior puedan votar;

·        Ditribución sesgada de centros electorales, con predominio de centros en aquellas áreas tradicionalmente dominadas por el gobierno;

·        Sesgo pro-gobierno en los medios oficiales e impunidad chavista en relacionado con las cadenas. Para reseñar el inicio de la campaña  VTV dedicó el 97.3 % de su tiempo a noticias sobre el presidente y un 2.7 %  a noticias sobre el candidadto Capiles Radonski;

·        Uso de dinero público para financiar la campaña presidencial del candidato Chávez. Se acaba de aprobar una partida equivalente a $280 millones (57% por sobre el presupuesto original)  para promover la imagen del régimen. Los afiches, vallas y otras manifestaciones propagandísticas están en los edificios públicos, especialmente PDVSA y CANTV;

·        Buses, aviones, camiones y dinero de la nación están al servicio de la campaña.

·        Los periodistas son amenazados. Hay asaltos, intimidación y censura;

·        La promoción del miedo como instrumento de abstención electoral. La amenaza constante a los empleados públicos para obligarlos a desfilar a favor del régimen y la compra de conciencias. El uso de grupos de choque para impedir actos del candidato Capriles. Las declaraciones de narco-generales para desconocer posibles resultados electorales favorables a Capriles.

4.      Es allí donde está gran parte del intento de fraude, ayudado por el celestinaje de un CNE al mando de cuatro arpías controladas por el régimen, profundamente deshonestas en su silencio cómplice. El otro componente del intent de fraude será el día de las elecciones, en los 5300 centros de votación para casi cuatro millones de venezolanos situados en áreas sub-urbanas o marginales, donde el gobierno tiene casi total control del proceso, donde no hay abstención y el régimen tiene siempre el 90% + de los votos, porque no hay supervision suficiente de parte de la oposición.

5.      Como vencer ese intento de fraude?

Será necesario la férrea union de los demócratas venezolanos. Basta de guerras intestinas. Es necesario denunciar abiertamente el ventajismo arriba descrito y emplazar a las cuatro arpías a hacer su trabajo con honestidad. Denunciar publicamente las violaciones del régimen. Protestar a los cuatro vientos en contra del sesgo criminal del CNE a favor del gobierno. Presionar a la opinion pública internacional para que a su vez presione al sátrapa. Y, al mismo tiempo, mejorar la supervision en los 5300 centros de votación que han estado historicamente en manos casi exclusivas de la satrapía.

Los venezolanos amantes de la libertad y de la democracia deben trabajar unidos. Basta de recriminaciones entre unos y otros. Creo en la buena fé de mis compatriotas. Exhorto a trabajar juntos, a limar asperezas, a pedir depuración del REP, a exigirle al CNE honestidad y decoro.

 Deseo finalizar diciendo lo siguiente:  El triunfo de Capriles Radonski está en el aire venezolano, se siente en el ambiente y adquiere, al paso de los días,  una fisonomía de inevitabilidad. Vamos a hacer todos nuestra parte para defender y preservar ese triunfo. Tomemos la iniciativa, vamos juntos pálante. No hay tiempo que perder. Vamos a dar esta gran batalla cívica. Pero, nada de concesiones graciosas a un CNE que no es objetivo, nada de creer que la desconfianza, per se, genera abstención. La desconfianza debe generar nuestra más enérgica acción para corregir los motivos de esa desconfianza.