Y el tiempo pasa y la gente olvida. Al cabo de
unos años, piensan estos hampones, será posible regresar sin ser molestados,
todavía con las alforjas llenas del dinero robado, parcial o totalmente lavado.
Esta ha sido la Venezuela
tradicional, la que ha hecho posible tanta relación incestuosa, tanta
inmoralidad.
Sin embargo, esta vez hay real peligro.
Se trata de que hay demasiados criminales que no pueden ser perdonados. Y estos
criminales no van a querer entregar el poder porque saben que la justicia irá
contra ellos. Hay ministros, gerentes de empresas del estado, militares,
contratistas, banqueros, palangristas, demasiados hampones. Forman un núcleo
minoritario pero influyente. Tratarán de alzarse.
El hemisferio está alerta. A
diferencia de otras elecciones venezolanas, en torno a las cuales predominó la indiferencia hemisférica, esta
vez no habrá convidados de piedra. Habrá, los menos, quienes se plieguen a los
criminales y quienes, la mayoría, decididamente se pongan al lado de la
democracia. Las elecciones venezolanas se han proyectado hacia el hemisferio
como una contienda suprema entre el militarismo fascista y la civilización, del
caudillismo autocrático contra la democracia.
No habrá co-existencia pacífica.
Todas las opciones estarán sobre
la mesa.
Todas.
1 comentario:
CORONEL DESPUES NO TE QUEJES POR QUE TE TRATAN COMO GOLPISTA.
JG
PD:VISTE LO DE ESCARRA
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