Micomandante se para frente al espejo y ensaya su "discurso": "¿Quién va a debatir contigo, muchacho? (…) Métete en la Misión Robinson. Tú eres un analfabeta político. ¿Qué vas a debatir tu, majunche, judío, jalabolas? ..."
Los restos inflados por las drogas y cargados de odio de quien fuera llamado micomandante hablan así frente al espejo, preparándose para uno de sus memorables discursos. Seguramente piensa que Churchill lo hubiese envidiado.
Ensaya sus insultos en el cuarto de Fuerte Tiuna donde habita, solo y prisionero de sus miedos. Quien se ve en el espejo es ya un bagazo humano. Quien quiso ser un líder continental está reducido a ser un triste portero de burdel en plan de candidato. Su estilo y su retórica lo pintan entero como un hijo de las cloacas, incapaz de decir algo que no sea un insulto, una chabacanería.
Tener a Hugo Chávez como presidente ha sido la mayor verguenza que ha tenido que sufrir Venezuela desde que Cipriano Castro andaba por el mundo. Oir como este gorila soez insulta a sus adversarios políticos y hasta a sus mismos allegados, como Aristóbulo o Diosdado, es comprobar su ínfima calidad humana. Su vulgaridad marca un récord de baja calidad del liderazgo político en nuestro hemisferio. Ni Chapita ni Somoza ni Velasco Alvarado fueron tan mediocres.
Hugo Chávez es la antítesis de lo que debe ser un presidente de los venezolanos. Se necesita tener un deseo de muerte ciudadana para votar por esta caricatura agonizante. Estamos frente al insólito espectáculo de un resentido tratando de destruír al páis que odia, al país de gente educada y trabajadora al cual nunca pudo pertenecer porque no tuvo buenos maestros.
No es posible dejarlo hacer.
1 comentario:
Lo mas interesante es que el piensa que llamar a Capriles un analfabeto politico es un insulto. Pareciese que no estuviera familiarizado con la frase,"hazle la politica." En otras palabra, dile lo que quiere oir.
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