domingo, 15 de julio de 2012

Reglamento de la Ley Electoral: para reír y/o llorar



Llegando a reunión del CEN

Tibisay no ha tenido tiempo de leer este reglamento

ARTÍCULO 2.- Los actos y actuaciones de los procesos electorales se

regirán por los principios de democracia, soberanía, responsabilidad

social, colaboración, cooperación, confiabilidad, transparencia,

imparcialidad, equidad, igualdad, participación popular, celeridad,

eficiencia, personalización del sufragio y representación proporcional.

Uno lee este chorizo de cualidades que el proceso electoral debería tener, segun este reglamento, y debe reírse y/o llorar.
 Representación proporcional? Y con más votos sacamos un 40 por ciento menos de diputados?

Transparencia? Igualdad? Equidad?

Dígame celeridad!!! Ý hay resultados de hace tres años que aun no se han publicado

Quienes son los responsables de este insulto al pueblo? Las cuatro arpías que están en la directiva del CNE.

3 comentarios:

Jaime dijo...

¿Ve Ud. ahora mi desconfianza en esa institución? En su blog "La situación política venezolana: Mi posición", Ud. duda de que el fraude electoral tenga un origen electrónico. Permítame respetuosamente estar en desacuerdo con su opinión. Los fraudes electrónicos son fáciles de diseñar, fáciles de implementar, no dejan rastros que sean fáciles de seguir, y el CNE no permite las auditorías aleatorias de las máquinas. Ellos directamente apuntan a las que se pueden revisar y a las que no se pueden mirar ni de lejos. Es, en mi opinión, la manera más fácil de cometer un fraude y la menos comprometedora por lo difícil de comprobar. ¿Debemos votar? ABSOLUTAMENTE. Estoy 100% de acuerdo con Ud. en ese particular. Pero no me sorprendería saber que el 8 de Octubre, Chavez gane con 52% de los votos. No tiene que aplastar, simplemente ganar. Pero le aseguro que nada me daría más placer que estar equivocado al respecto.

Gustavo Coronel dijo...

No se si tengo la razón, Jaime. Solo que he llegado a ese convencimiento porque no deseaba seguir nadando entre las dos aguas de la confianza y de la desconfianza. Creo que debemos concentrarno en mejorar nuestra supervisión en las mesas porque allí es que se va a decidir la elección. He decidido confiar en los técnicos que me dicen que el fraude electrónico no es posible. Este es un acto de fé como el cree en la Santísima Trinidad.

Jaime dijo...

Sinceramente espero que su fé no termíne defraudada.