lunes, 3 de septiembre de 2012

La demencia de Hugo Chávez


Un demente no puede ser presidente

                                                   

·        He venido sosteniendo con total seriedad y en ejercicio de mi condición ciudadana que Hugo Chávez Frías revela perturbaciones mentales serias, las cuales le imposibilitan para optar a la presidencia de nuestro país. Debemos poner esta situación en perspectiva.  Diógenes Escalante fue eliminado de consideración presidencial en la década de 1940 porque alegó que le habían robado unas camisas en el Hotel “Avila”. Pero a Hugo Chávez Frías se le permite optar a la presidencia del país en el siglo XXI, a pesar de decir, por ejemplo, que “de su triunfo electoral depende el futuro de la humanidad”. En la época del internet no es necesario ser un psiquiatra o siquiera un psicólogo para enterarse de lo que una declaración así significa. Quien observe al “candidato” podrá reconocer que sufre de una obsesion por controlarlo todo, de delirios de grandeza, de una distorsionada idea de su importancia y de su poder, de una creencia patológica en su superioridad, la cual es  - a su vez – el producto de una sobre compensación de sus más íntimos complejos de inferioridad. Las pruebas para identificar  esta aflicción no son particularmente difíciles de hacer (si el paciente se deja) y frecuentemente se relacionan con el uso de alguna droga, ya sea como adicción o por necesidad médica. Este síndrome se conoce como Megalomanía y, aunque ya es de por sí bastante serio, es apenas una expresión de afliciones aun más serias de naturaleza paranoide.  Pero hasta aquí llegamos, porque el  análisis de esta psicopatología si es territorio reservado a los especialistas.

·        Cuanta muerte, cuanta destrucción y dolor para la humanidad hubiesen podido evitarse si enfermos mentales  como Stalin, Pol Pot, Mao o Hitler hubiesen tenido cerca especialistas de coraje? Y así, en tono menor quizás, pero muy similar, hubiese sido el caso en nuestro país si especialistas como Edmundo Chirinos o Jorge Rodríguez no hubiesen vendido sus almas al diablo (de Barinas) y actuado con responsabilidad profesional.

Lo de Hugo Chávez Frías no es nuevo. El paciente ha venido mostrando serias señales de demencia desde hace años. Ya lo advirtió Jorge Olavarría en su discurso del 5 de Julio d 1999: “los venezolanos que hoy y ahora tenemos alguna responsabilidad, debemos tener, hoy y ahora, el valor y la decisión que se necesitan para enfrentarse a la orgía de insensatez demencial que nos empuja hacia atrás”. Se referia Olavarría a los ya evidentes desvarios contenidos en la carta que el paciente enviara a la Corte Suprema de Justicia, la cual terminaba así:

El Estado investido de soberanía, en el exterior solo tiene iguales, pero la justicia internacional no alcanza a quienes, por centrifugados, tendrían que ser mutilados (Ratzel; McKinder). Esas son las razones por las cuales el Jefe de Estado conduce, en soledad, la política exterior y, en soledad, es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Nacionales. Inmerso en un peligroso escenario de Causas Generales que dominan el planeta (Montesquieu; Darwin), debo confirmar ante la Honorabilísima Corte Suprema de Justicia el Principio de la exclusividad presidencial en la conducción del Estado”.

Este párrafo lleno de referencias pseudo filosóficas y pseudo científicas terminaba con una declaración francamente totalitaria, golpista y  hubiera sido suficiente para agarrar al paciente, ponerle una camisa de fuerza y conducirlo de inmediato a un centro de reclusion de esos que llaman manicomios. El agudo observador que fué Olavarría así lo comprendió claramente, después de haber sido engañado por algun tiempo por el talento histriónico del perturbado. Y lo denunció ante todo un país paralizado por el miedo reverencial.

Pero no sería esta carta la única manifestación demencial. En 2006 el paciente dijo: [en caso de una invasion de los Estados Unidos]no nos quedaría más alternativa, volar nuestros propios campos petroleros..", informó AP. Ver . http://noticias.eluniversal.com/2006/04/20/pol_art_20106B.shtml . Como Alec Guiness en “El Puente sobre el Río Kwai” este lunático estaba dispuesto a la auto-mutilación a fin de satisfacer sus demonios personales. Idéntica amenaza hizo (y cumplió parcialmente) uno de sus hermanos en la paranoia, Sadam Hussein, cuando prendió fuego a pozos petroleros en el desierto. El paciente Chávez Frías, en otra manifestación de demencia, siempre ha pensado que Venezuela es de él y que, después de él, no hay nada más. Esta es una mente enferma que no vacilaría en destruír nuestras instalaciones petroleras para servir sus mezquinos propósitos.

Huelgan mayores ejemplos de su aflicción. Al acercarnos al 7 de octubre, sabido ya que nadie le pondrá el cascabel al perturbado gato, quedará en manos de nosotros los venezolanos la enorme responsabilidad de sacar a un loco a Miraflores.  

 

1 comentario:

William Harris dijo...

En 3 Palabras como siempre: Agudo, Presiso, Exquisito.