domingo, 20 de diciembre de 2015

Crisis terminal de PDVSA requiere urgente rectificación de la política petrolera venezolana



El ministro de Energía y petróleo  y presidente de Petróleos de Venezuela, Eulogio Del Pino ha dicho que teme “una catástrofe” si los inventarios de crudo siguen creciendo. Ya el precio del petróleo Venezolano ronda los $29 por barril y no se avizora cambio positivo alguno en el futuro a corto plazo.
Del Pino informa que los inventarios de petróleo crudo están muy altos y que la capacidad de almacenamiento mundial está prácticamente copada, al 90%. Ello señala una posible catástrofe, advierte Del Pino.
Sin embargo, en el mismo texto de sus declaraciones, anuncia que Venezuela respalda el derecho de Irán al llevar al mercado mundial alrededor de un millón de barriles diarios , lo cual presionará el precio del petróleo hacia una baja aún más dramática. Esta profunda contradicción refleja el conflicto entre el negocio petrolero y la rígida ideología política que aflige al régimen venezolano. Irán es aliado político de Venezuela pero se ha convertido en su mayor competidor, al poner en el mercado un torrente de petróleo barato de buena calidad que le hará a Venezuela perder una parte de  los escasos mercados que le quedan.
Mientras Del Pino es prisionero de estas contradicciones la situación de la industria petrolera venezolana a corto y hasta largo plazo se torna crítica, desesperada y requiere una modificación de sus políticas si no quiere naufragar de manera ignominiosa.  Un análisis de Barclay, la institución financiera internacional,  ver: http://www.elmundo.com.ve/noticias/petroleo/pdvsa/barclays--venezuela-requiere-un-precio-de-petroleo.aspx#ixzz3urPcYfmz sugiere que Venezuela necesitaría un barril a un precio no menor de $50 para 2016, a fin de sobrevivir el año sin tener que ir a cesación de pagos. Sin embargo, esta cifra no es probable de ser alcanzada en promedio, dadas la condiciones del mercado internacional. Si se obtuvieran los $50 por barril, el déficit de Venezuela para el próximo año todavía seria de $27000 millones, una suma aterradora.
Para complicar más la situación creemos que las cifras de exportación petrolera venezolana estimadas por Barclay son optimistas. Hablan de una recaudación de $30.000 millones para el año, a $50 el barril. Ello indica que Barclay piensa que Venezuela puede exportar 1,7 millones de barriles diarios a un precio de $50 el barril. Pero lo que conocemos de la situación petrolera nacional no permite esta premisa.
La producción venezolana, según PDVSA, está en unos 2,5 millones de barriles diarios, de los cuales unos 200.000 barriles van a PetroCaribe y Cuba; unos 300-400.000 a China a pagar deuda y unos 600.ooo barriles diarios al mercado doméstico. Ello dejaría, si creemos en la cifra oficial de producción, unos 1,3 millones de barriles diarios para la exportación a precios y términos comerciales. El ingreso bruto por exportaciones petroleras  para el año, por lo tanto, estaría en unos $22.000 millones, lo cual resultaría en un déficit fiscal de casi $40.000 millones para 2016.
Esta sería una brecha insalvable. Ya es demasiado tarde para poder cerrarla, aun cuando se hiciesen todas las rectificaciones requeridas de política petrolera pero hacerlo tendría el mérito de reducir la brecha y de sincerar la trágica situación de PDVSA, quebrada debido a la prostitución e ineptitud de su tren gerencial.
Entre otras cosas:
·       Debe cesar el suministro de petróleo a Cuba, a Petrocaribe y a ALBA, cuyos países miembros ya tienen una mejor situación económica que Venezuela.
·       Debe cesar el regalo de gasolina en el mercado interno
·       Debe renegociarse el pago a China, tratando de liberar más volumen para la venta en el mercado abierto
·       PDVSA debe cesar de inmediato de ser una empresa dedicada a lo social para dedicarse única y exclusivamente a su negocio medular de producir, refinar y vender petróleo y productos petroleros. El exceso de personal involucrado en tareas no petroleras debe ser reubicado.
·       Debemos llamar a las empresas internacionales que realmente poseen tecnología y capital a producir petróleo, ofreciéndoles condiciones ventajosas. Dudo que vengan, porque la credibilidad de Venezuela está muy erosionada pero hay que tratar
·       La Faja del Orinoco está a punto de quedarse con los crespos hechos, a menos que no nos decidamos a trabajar con las grandes empresas internacionales. Entre el régimen y sus “vivezas” y las empresas mediocres de China y Rusia tienen estancada a la Faja. 
   Hugo Chávez y Nicolás Maduro, con el entusiasta concurso de Alí Rodríguez, Rafael Ramírez, Gastón Parra, Héctor Ciavaldini y sus respectivas pandillas, lograron lo que parecía imposible: arruinar a PDVSA






2 comentarios:

Andrés Valencia dijo...

"La crisis terminal de PDVSA requiere urgente rectificación de la política petrolera venezolana". Si, pero ello no es posible sin sacudirse a Maduro, a Irán, a Cuba, al Caricom.
Venezuela requiere primero ser de nuevo libre y soberana, luego se recogerán los pedazos de lo que quede, para recomenzar.

Anónimo dijo...



la subida del precio de gasolina interna van a provocar aun mas subidas a precios de todos articulos y comida. El pueblo no se puede aguantar mas.