El misterio de la trinidad revolucionaria es el estar verde, maduro y
podrido, todo al mismo tiempo. Tres condiciones diferentes unidas en una solo
organismo. Verde porque nunca han estado capacitados para gerenciar una cantina
militar o manejar un autobús, mucho menos para gobernar un país. El resultado
ha sido lo que hoy tenemos: una economía en ruinas, la compañía petrolera
colapsada bajo el peso de la corrupción y la ineficiencia y una sociedad
dividida en dos grandes fragmentos irreconciliables. Maduro, porque ese es el
nombre que lleva quien aspira a reemplazar al sátrapa difunto. Para ser
presidente este personaje exhibe cualidades que no son propiamente de
estadistas: posee un pasado turbio asociado con bandas delincuenciales, exhibe poca
o nula preparación académica o intelectual y está siempre cabalgando sobre la
cursilería y la mentira. En uno de sus “discursos” de despedida al difunto dijo
que este “nunca tuvo ambición de poder”, un ejemplo de donde llega su
caradurismo. Dijo también que el difunto estaba al nivel de Cristo y a Bolívar,
cursilería tan gigantesca como el grotesco espectáculo bufo del “cañonazo” en
La Planicie. Agregó que el difunto vivió en la pobreza, cuando todos sabemos de
sus relojes de $30.000 comprados con dinero nuestro y de sus numerosos viajes
con cocineros, guardespaldas, médicos, familiares y allegados, ocupando pisos
enteros en los hoteles más costosos del planeta. Podrido, porque los niveles de
corrupción que hemos visto en estos 14 años no han tenido igual en Venezuela.
El olor de la pudrición invade a Miraflores, a PDVSA, a CVG, a la Fuerza
Armada, a todos los estratos del régimen.
La trinidad revolucionaria encierra un doble misterio: como se puede estar
verde, maduro y podrido al mismo tiempo y como una sociedad que se decía
moderna permitió este regreso a la oscuridad de caudillo y montonera que fue
el siglo XIX.
6 comentarios:
Gustavo ayer nombraron tu trabajo en CNN es español, felicitaciones!
en donde? NO lo vi. Ando viajando. Saludos,
Gustavo
Y Grisanti está pelando bolas, cómo es esa vaina de que uno no tiene pruebas de lo que tú señalas? Coño debe ser que los containers nunca existieron. Por favor, por eso es que estamos como estamos, Gustavo, por eso es que hay que irse definitivamente. Una vaina que todo el mundo la vio con sus propios ojos y este gran carajo dice que no tiene pruebas. Damos pena como pueblo.
Buscalo en youtube, no me está dejando colocarte el link. Colocas en youtube "cnn dinero desafios abrumadores" y te va a salir el video de marzo 15.
Por cierto, creo que la periodista no sabe que tú no tienes nada que ver con la industria desde que ella era una niñita de brazos.
Grisanti no puede decir eso cuando se le entrevista y se nombra la empresa donde trabaja. Al no haber un juicio "legal" en Venezuela u otra parte que declare lo de los contenedores. La verdad de Venezuela esta legalmente tapada por los Castros y sus títeres.
Luis
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