viernes, 22 de marzo de 2013

Nos dijo adiós el catire Castillo




Durante las décadas del 60 y del 70 la compañía Shell de Venezuela envió al exterior a profesionales venezolanos que consideraba de gran potencial. Lucio Mazzei había marcado el camino, como Gerente principal en Shell Argentina y en Shell Filipinas, antes de su regreso a Venezuela. Alberto Quirós fue un clase aparte, al pasar de cargador de tubos en Casigua y La Concepción al nivel ejecutivo más alto de la empresa en Venezuela. El grupo incluyó a profesionales tales como Hugo Finol, Carlos Castillo, Pablo Reimpell, Mario Rodríguez, Emmanuel Valbuena, Gustavo Inciarte, Roberto Rodríguez y algunos otros que se escapan de la memoria.

Carlos Eduardo Castillo, el catire Castillo, quien acaba de fallecer en Caracas, fue miembro importante de ese grupo.  Carlos era un hombre de Comercio Internacional, en una época en la cual no existía tal especialización en Venezuela. Con Quirós, fue uno de los pioneros venezolanos en esa actividad. La Shell lo envió a Londres a cultivar esa actividad. Luego regresó a Venezuela, destinado a ocupar los niveles ejecutivos superiores de la empresa. Junto con Quirós manejó las riendas de Maraven, empresa que heredara los activos de Shell en Venezuela. Reemplazó a Quirós en la presidencia de la empresa.

Tuve el privilegio de trabajar a su lado. Yo era un hombre de E&P (Exploración y Producción), Carlos era un hombre de Comercialización. Como tales no teníamos muchas actividades en común. La gente de E&P  tenía una cultura alcoholica, Carlos no tomaba alcohol. Era hasta divertido verlo en nuestras reuniones que se extendían hasta la madrugada tomando Coca-Cola mientras nosotros tomábamos Old Parr. Lo paradójio era que a la mañana siguiente Carlos amanecía enratonado por el trasnocho  y nosotros no.

Y es que  Carlos era un atleta. Esquiaba, caminaba, montaba bicicleta, se cuidaba mucho. Nada de cigarillos o de alcohol.

Siempre me saludaba: “Comotástú”?,  en su lenguaje lento y cordial. Siempre lo admiré por su corte aristocrático,  colocado a un nivel superior al nuestro, quienes éramos gente venida de la ruda actividad de buscar petróleo en el monte y de  completar pozos en la negrura del Lago. Carlos era el hombre que gerenciaba la venta de lo que nosotros producíamos.  

Hace unos días supe de su partida y no había tenido oportunidad de escribir una nota de sincero recuerdo en su memoria, como lo hago ahora. A sus hijos les doy un gran abrazo solidario. Carlos fue una parte importante de mi vida en Shell-Maraven. Fueron años hermosos, cuando negiciábamos ventajosos contratos con empresas extranjeras para Venezuela, al lado de Raúl, Moisés, Jorge (+), Arnold, Mariela, Pedrito, Manuél, Caricio.
 
Amigos inolvidables.   

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Probablemente uno de los gerentes mas brillantes y adelantados a su tiempo que tuvo Venezuela durante su desempeño en la presidencia de Maraven. Tuve el enorme placer de trabajar en la empresa durante muchos años, parte de los cuales el Dr. Castillo fue su presidente.

Christopher White dijo...

Lamento enterarme de su partida. Como presidente de Maraven supo apoyar proyectos que marcaron avances en el conocimiento de la Geologia Petrolera y le dieron relevancia a la industria venezolana. Escuché en una oportunidad que había tenido un accidente de avioneta, creo en Africa, y salió caminando hasta la civilización. Siento que eso da la medida del tipo de persona que era.