jueves, 30 de enero de 2014

EL DIABÓLICO TRAMADO DE LA COMPLICIDAD



En cierta forma, en Venezuela siempre hemos sido una sociedad de cómplices, de conchupancias, de tolerancias frente al saqueo de los bienes públicos y a la burla de la justicia. Hubo una época en la cual este defecto nacional tuvo algunos ribetes de decencia.  Por ejemplo, cuando el ministro del Interior de Pérez Jiménez llamaba a su vecino, ex-compañero liceísta o fanático del Cerveceria Caracas, como él, para decirle: “Véte de la casa, que te tendré que mandar a buscar a las once de la mañana”. En esos casos se podia hablar de solidaridad, aunque el ministro estuviera (gracias a Dios, en este caso) deshonrando su cargo. Lo verdaderamente honroso hubiera sido renunciar a esa posición de cooperación con el dictador, en lugar de perseguir amigos que él sabía inocentes.
Con el correr del tiempo estos matices de decencia se han difuminado, para ser reemplazados por una complicidad atroz. No vacilo en afirmar que la sociedad venezolana es una sociedad gangsteril. Y, al decir esto, debo agregar un comentario sobre la generalización. Cuando he dicho, en anteriores escritos, que el ejército venezolano está prostitutído y debería ser eliminado en una futura sociedad democrática, algunos militares se han sentido ofendidos, alegando que “no todos somos así”.  Por supuesto que “no todos somos así”.  Lo que la generalización representa es un juicio sobre la existencia de una masa crítica de prostituídos en el ejército o de  habitantes gangsteriles en el país, quienes  le dan a sus grupos una actitud predominante que merece ser así definida. A eso es que apuntan las generalizaciones. De otra manera sería imposible caracterizar lo que nos está pasando como sociedad o lo que ocurre hoy en el seno del ejército venezolano. Tendríamos que callar. Y eso no va a suceder.
La sociedad venezolana ha llegado a ser gangsteril porque promueve abiertamente la complicidad de sus familiares, de sus amigos, de sus compañeros de escuela o de negocios,  con quienes llevan a cabo directamente  la infame tarea de saquear a la nación. Lo que existe hoy en día en Venezuela es una trama maldita que incluye a demasidos compatriotas por comisión, omisión interesada o silencios cobardes. Funcionarios públicos del más alto nivel ejecutivo, legislativo y judicial, miembros de un cinicamente denominado Poder Moral, banqueros, contratistas, sitios electrónicos vendidos, grupos organizados de malandros, magistrados judiciales, militares, embajadores, profesionales y comerciantes genuflexos y parasitarios forman una inmensa legion de gangsters que están chupándose de manera inmisericorde a la Nación. Peor aun, lo están haciendo en nombre de la soberanía, en nombre de una patria que no se parece en nada a nuestra patria. El lema que figura en sus banderas piratas, debajo de la calavera y las tibias cruzadas es: “No hay papel tualé pero tenemos patria”.
No deseo cometer el mismo error de compatriotas quienes se limitan a hablar de nuestra tragedia en términos puramente conceptuales, porque ello sería como un arroz con pollo… sin pollo. La corrupción no es un ente abstracto sino de carne y hueso. El término corrupción presidencial no existiría, por ejemplo, si no hubiera existido un Guzmán Blanco o un Cipriano Castro o un  Hugo Chávez, o si no existiera un Nicolás Maduro. Y, a su vez, estos presidentes coruptos no hubieran podido hacer su macabro trabajo sin la ayuda, conchupancia, complicidad de una legión de desalmados que los han apoyado por dinero o por ser miembros de una pervertida tribu ideológica.  Es el tramado diabólico el que actúa como un inmenso monstruo que todo lo destruye a su paso. Chávez no hubiera ido muy lejos sin la conchupancia con, y guía de, un Fidel Castro o del tinglado regional de pendejos sin fronteras o sin la tolerancia criminal de un José Miguel Insulza y su  orquesta de invertebrados de la OEA, o sin el apoyo tolerante de las instituciones a lo Tribunal Supremo de Justicia que existían en la Venezuela de 1999 y que se embarcaron gozosas en el carromato de Chávez, solo para ser barridas por el autócrata cuando ya salivaban esperando sus recompensas. 
Un ejemplo reciente de esta conchupancia, de este tramado maldito, lo tenemos en el sector de la seguridad ciudadana. La muerte de tres malandros a manos de la policía desató una protesta de sus amigos en el Barrio Simón Bolívar de Ocumare. Un grupo de motorizados trancó el sitio para protestar y exigir a los comerciantes del pueblo que cerraran sus negocios en solidaridad con los fallecidos. Uno de ellos, “Fernando”, era miembro del Movimiento por la Paz y la Vida y era, también, el líder de la Banda de “Los Orejones”.  El Movimiento por la Paz y la Vida es una organización del régimen y  se reunió, por cierto, el Martes pasado, en Miraflores, bajo la coordinación de la Señora Cilia Flores, llamada “La primera Combatiente”, título nada pacifista. Así lo informó VTV, una de las televisoras del régimen.
Y entonces?
Un segundo ejemplo es que uno de los asesinos de Mónica Spears está fotografiado con una gran foto de Nicolás Maduro en el fondo. Se dice, y la versión no ha sido desmentida, que el joven malandro/asesino es miembro del PSUV.
La inter-relación del régimen con las bandas armadas de naturaleza anárquica, como las que asaltaron el féretro del fallecido Cardenal Velasco, nunca ha sido puesta en duda por la opinión pública. Hay demasiada evidencia gráfica y escrita sobre estos nexos. Son nexos que van más allá del malandraje simple, ya que extienden sus raíces hasta las organizaciones terroristas de Colombia, las FARC. O es que Marulanda no tiene su estatua en el 23 de Enero? O es que Rodrigo Granda no tenía documentos venezolanos y vivía en Caracas bajo la protección del régimen?
En el campo del narcotráfico hay altos militares venezolanos activos y hasta promovidos recientemente por el régimen que están mencionados, por las autoridades de un país miembro de la OEA y cliente principal del petróleo venezolano, como colaboradores del narcotráfico: Ramón Rodríguez Chacín, Hugo Carvajal,  Henry Rangel Silva,  Cliver Alcalá y altos funcionarios civiles, entre quienes se menciona a Freddy Bernal. El ex-juez Aponte Aponte ha testificado bajo juramento que la relación del narcotráfico con Venezuela llegaba hasta el más alto nivel, el de Hugo Chávez. El preso Walid Makled habla, dando nombres y apellidos, de altos oficiales y familiares de personajes del chavismo en su nómina de pago, incluyendo jovenes de apellido carrizales y Aissami. Nada de eso se ha investigado ni se investigará porque el monstruo no se devora a sí mismo.
En el campo de las finanzas públicas está ya documentada la trama diabólica entre corruptos tipo Tobías Nóbrega, ministro de finanzas hace algun tiempo, y sus colaboradores, por un lado, y banqueros e intermediarios cuyos apellidos pertenecen a la “arta”sociedad caraqueña. En otros casos similares se menciona que el banquero xxxxx no está directamente metido en la cloaca pero su yerno sí. Cuando los apellidos abundan a ambos lados de la talanquera ello promueve, por “solidaridad”, el derrumbe de la talanquera moral que separa a malandros de la gente decente. Si darns cuenta todo deja de ser Altamira, como lo quiso Gallegos  y se convierte, de nuevo, en El Miedo el territorio de Mujiquitas, Doñas Bárbaras, Barqueros y Mr. dangers que ahota tienen nombres cubanos, rusos y chinos.   
Arné Chacón se compró un banco sin dinero y es hermano de Jesse. Jesse dijo no estar de acuerdo con su hermano pero, acaso podemos saber si no intercedió por él para que el castigo le fuera más leve? Lo cierto es que Arné anda libre, sin problemas, disfrutando de su riqueza, mientras Soimonovis estápreso y enfermo.   Y Alejandro Andrade? Y Fernández Berruecos? Libres.  Como andarían los asuntos de Pedro Torres Ciliberto si no hubiera tenido amigos influyentes al más alto nivel, ministros de esto y de aquello y pilares propagandísticos del régimen?
El  bloguero Alek Boyd ha sacado a flote las conexiones del banquero Víctor Vargas, uno de los más prósperos venezolanos de la quinta república. La red de relaciones, influencias y de gente a su servicio es espeluznante. En otro ejemplo de este tipo, la saga del Helms Bank, la cual comienza por Torres Ciliberto, parece una novela y sus ramificaciones con apellidos de “arcurnia”, a lo Herrera Velutini, son numerosas. Salen a relucir apellidos como Gómez Ruiz, López Gómez y hasta el apellido Capone, de buena cepa chicagoense. Venepiramides relata como Julito Herrera se daba préstamos a sí mismo en el banco! Al menos cinco desembolsos sumando Bs. 20 millones fueron dados a empresas de papel constituídas el mismo día por el mismo abogado. Que impudicia! Los testaferros, por supuesto, eran todos gente “bien”.
El sector de los contratos con el gobierno se lleva la palma por la cuantía del asalto a la Nación. Allí los apellidos son realmente impresionantes. Una empresa que ha ganado contratos por miles de millones de dólares sin poseer, aparentemente, una estructura que les permita hacer directamente el trabajo, es decir, lo que se llama en la Venezuela socarrona un intermediario, está controlada por jovenes de apellido Trebbau, Convit, D’ Agostino, Romero Lazo y Betancourt. La mayoría son familias de buen nombre. Sin embargo, la verdadera tragedia es que estos jovenes nacieron y crecieron y se educaron en ambientes en los cuales, de alguna manera, estas relaciones de “negocios” no eran consideradas pecaminosas. Porque, hay que tenerlo claro, esos contratos no se dieron por obra y gracia del Espíritu Santo, o en el mejor interés de la Nación. Se dieron en función de intereses personales, a espaldas de los intereses de la Nación. Y en ese proceso perverso la gerencia de las empresas otorgantes tuvo que jugar un papel que solo el futuro (a lo mejor?) podrá poner en claro. Las gerencias de PDVSA y la de Corpoelec aparecen como involucradas. No puede ser de otra manera,  porque los gerentes de una empresa tienen que estar informados debidamente de lo que la empresa está haciendo…. O no son gerentes! Ellos son los que dan los contratos! Y son los responsables ante la justicia ordinaria.
La situación se complica un tanto más cuando vemos que se advierten indicios de contaminación de  venezolanos en la oposición con el malandraje. Y lo digo porque, a pesar de que considero a nuestra oposición meritoria y repleta de gente digna, me preocupan algunas señales de que hay canales abiertos de contaminación entre el régimen podrido y la oposición. Hay un sitio, llamado www.noticias24.com  que aparentemente pretende jugar para los dos equipos. El caso de Juan J. Caldera no es, por lo cuantitativamente pequeño, menos importante. Este joven oposicionista recibió una modesta suma de dinero de un contratista corrupto, a instancias de un amigo de ética muy cuestionable, un malandrito pués. Ese incidente ha causado un gran daño a la causa de la oposición porque, a pesar de su insignificancia cuantitativa, es de significación cualitativa. La corrupción de $1000 es igual a la corrupción de $1.000.000.  Eso no debe suceder y, si sucede, debe ser causa de un rompimiento claro con el infractor, lo cual no está sucediendo.
Esta es una contienda ética que no puede aceptar el gris. Solo existe el blanco y el negro. Si aceptamos la corrupción y la conchupancia como una manera de vivir nos inhabilitamos como factores válidos para la  construcción de una nueva Venezuela. Y engrosamos el número de la sociedad gangsteril.
A quienes quieran continuar engañados, por las razones que tengan, solo les prometo que esta será una pugna sin fin. Los venezolanos dignos jamás entenderán componendas ni arreglos basados en la conchupancia.   



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Como se hace para que la justicia castigue a tanta gente? Cuantos miles deben pasar el resto de sus días presos y sus bienes confiscados?

Gustavo Coronel dijo...

el núcleo principal del desastre no pasa de unas 500 personas. El castigo es esencial. Sin embargo, la solucion estuctural es un proceso de educación ciudadana que puede dares en una o dos generacione, pero debe ser perseverante. No sé si tenemos guáramo para llevarlo a cabo.

Anónimo dijo...

Sr. Coronel, yo leo sus escritos regularments, asi como de otros Blogueros de oposicion (Alek, Daniel, etc.).
Casi siempre estoy de acuerdo con sus planteamientos. Digo "casi" siempre porque noto que es firme y duro con el regimen Chavista, pero no veo igual dureza con la los "lideres" de la oposicion, en especial Capriles y la MUD....en este articulo de Conchupancia, Capriles y la MUD debieron tener un papel estelar, con unos paragrafos dedicados a sus comportamientos alcaguetes con el gobierno y CNE. Yo vivo fuera de Vzla desde mucho tiempo y sinceramente creo que estamos asi por culpa de las oposiciones (desde que Chaves asumio el poder hasta ahora). Sus escritos deberian resaltar mas la ineptitud y "conchupancia" de la oposicion. Se deberia seguir el ejemplos de oposicion como en Egiptpo, Siria, Ucrania

Gustavo Coronel dijo...

en mis escritos anteriores (Memo a Aveledo) creo haber sido severo con la MUD.El tema de la conchupancia es esencialmente entre los miembros de la sociedad venezolana, sin distingos de preferencia política. A eso me quería referir.