**** Terrible amenaza proferida por Maduro ayer
Los venezolanos amanecieron hoy aún más
aterrorizados, después de escuchar al máximo conductor del país afirmar que “está
listo para ponerse al frente del estado mayor para la economía”. Y agregó una brillante frase: “Se están alineando los
astros, como diría un astrólogo”, una frase que sonó más a: “Se están alineando las vacas en el
matadero, como diría un carnicero”.
Porque lo que se nos viene encima es el
remate final de la masacre efectuada en contra de la economía venezolana, ya moribunda. Con un Zar de la economía como
Nicolás Maduro, lo que queda de país no tiene salvación.
Señores, el zar de la economía es un
chofer de autobús, por Dios!. Es cierto que el ascenso de Maduro a la
estratosfera de la política ha servido para que ahora la gente llegue más rápido
de Chacaíto a Santa Paula, pero este modesto logro ha sido posible al costo del asesinato de la gobernabilidad venezolana.
Nos dice Maduro, con irrebatible lógica,
que “los
errores de las empresas del estado han agravado la guerra económica”.
Insiste sobre una guerra económica librada por factores de oposición contra el
régimen, cuando está admitiendo que ha sido el desastre de sus empresas lo que
ha causado el colapso económico del país. Y es que Maduro, para parecerse a
aquél quien acaba de nacer, habla en parábolas aunque ya nadie le pare bolas.
Afirma nuestro Pastor Maldonado de la
política que el año 2015 deberá ser “el año del gran cambio de la conciencia y del
modelo económico venezolano”. Agregó que el estado Mayor de la economía
operará desde “el ala izquierda” de Miraflores, como debe ser en una
revolución de los pobres. Sospechamos que el ala que realmente usarán será el “ala
mierda”.
Maduro terminó de sembrar el terror de
quienes lo escuchaban, afortunadamente muy pocos, cuando dijo que pronto hará
anuncios claves sobre un programa económico que llamó “de recuperación”. Que
recuperación puede ser posible, animalito del monte, cuando el precio del único
producto de exportación venezolano está ya por la mitad de lo que era hace seis
meses? El chofer dijo, con cierto orgullo nacionalista, que “nuestro
petróleo amaneció hoy a $48 el barril”, sonando como si eso fuera un
triunfo. Y se prepara para manipular, una vez más, el sistema de control de
divisas. Como un control genera inevitablemente otros controles, Maduro tendrá
que meterle mano a los controles de precio y crear un par de nuevos ministerios
que regulen
las regulaciones impuestas a los límites de los niveles establecidos.
Algunos de quienes escucharon a Maduro echaron
a llorar cuando dijo que “el Gobierno trabaja para contener las
arremetidas internacionales que quieren declarar un default o impago de la
deuda en Venezuela”. Lloraron porque eso significa la raspada de la
olla, la venta de CITGO, la venta del oro, nuevas deudas con los chinos y hasta
- lo impensable - el posible retorno al Ministerio de Finanzas
de Jorge Giordani, asistido en sus sesiones de espiritismo por Felipe Pérez
Martí.
Terminó Maduro su aterrador discurso
diciendo: "Un default mental es el que tiene
la derecha mundial".
Uuumm. De quién será el default mental?
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