La joven ministro del deporte dijo ayer, refiriéndose a
su denuncia de corrupción en el ministerio a su cargo:
nosotros estamos claros de cuál es la tarea, la tarea es
atacar la corrupción, y sabemos que la corrupción está en los entes
privados".
A pesar de que ella ha denunciado corrupción en el ministerio del deporte, rama
del Ejecutivo Nacional, afirma,
inexplicablemente, que la corrupción está en el sector privado. Parece ser que
ella piensa que su ministerio es parte del sector privado. Y según su
afirmación arriba citada PDVSA, CorpoElec, CVG, Fuerza Armada, todos esos
centros de podredumbre, tendrían que ser parte del sector privado.
Definitivamente esta gente ha llegado a extremos de
negación de la realidad que solo puede explicarse en base al control que
ejercen los cubanos sobre sus débiles mentes, una especie de lavado de cerebro
colectivo que no creíamos posible. Sin embargo, cuando leemos testimonios de
intelectuales chinos, vemos que esto fue
exactamente lo que sucedió en la China de Mao, por supuesto en mucho mayor
escala y de manera más brutal. El
escritor Yang Jisheng en su libro: “Tombstone: The Great Chinese Famine, 1958-1962”,
describe como unos 36 millones de chinos murieron de hambre en cuatro años,
debido a la política del Gran Salto hacia
Adelante del criminal líder. Nos
dice que “el monopolio del gobierno sobre la información le dio el monopolio
sobre la verdad” (pág. 8). Por eso,
ese inmenso crimen no fué reconocido como tal, aun por los familiares de las
víctimas, quienes pensaban que sus casos eran muy particulares. El padre del autor
murió de hambre pero, por mucho tiempo Yang pensó que eso había sido una
tragedia de la familia cuando, en realidad, era una tragedia nacional.
La tragedia venezolana que ilustra la joven que hace de
ministro del deporte es esa de la mentira
institucionalizada en un régimen autoritario e intelectualmente empobrecedor
como el que hemos tenido por 15 años. En el libro sobre la China de Mao que
cito se narra que cada provincia tenía que mentir sobre su aporte de arroz al
gobierno central, a fin de estar bien con el partido. Por supuesto, al tener
que dar un aporte de arroz basado en mentiras, lo que le quedaba al campesino era insuficiente
para subsistir. De allí que la gente muriera de hambre. Lo mismo pasaba en Cuba
con la zafra de caña de azúcar, una mentira que se mantuvo por años hasta que
no fue posible seguir mintiendo, dada la magnitud del colapso. Es la misma
estrategia basada en la mentira que utilizaba el difunto sátrapa y que utiliza
ahora el gran bufón, cuando habla de una “guerra económica” o la que utiliza la
ministro cuando habla de la corrupción como restringida al sector privado.
Esta es la situación con la cual los venezolanos deben
terminar cuanto antes, porque ya ha causado pérdidas materiales y espirituales que
han hecho de Venezuela un país muy atrasado, al borde de la africanización. Para
ello se requiere un grado de coraje cívico que, hasta ahora, no es aparente en
nuestra sociedad, a pesar de casos aislados de excepcional valor.
Por eso abogo por la salida inmediata de este régimen del
poder. Es una enfermedad mortal para Venezuela. La está matando y podría ser ya demasiado tarde.
1 comentario:
la estrategia fidelchavomadurista es echarle la culpa a los demas por los horrors que han cometido. Asi con su cara bien lavada. Pendejos o fanaticos los que aun les creen.
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