Señores miembros del Gran Circo
Ejecutivo:
Nunca en la historia de
Venezuela, al menos desde los poemas de Francisco Delpino y Lamas, se habia
visto tanta cursilería, tanta adulación, tanta mediocridad e impudicia como el
contenido del decreto #541, aparecido en la Gaceta Oficial #40286 del Lunes 4 de Noviembre pasado. Es un
decreto firmado por todos ustedes, integrantes del Gran Circo, sin que les haya
temblado el pulso ante tanta indignidad. Gente adulta, alguna de ella gente que
uno hubiera creído pensante (no es contigo, Nicolás) firmando esa bazofia para
utilizarla el dia de elecciones, en evidente muestra de abuso electoral, es una
prueba más de que ustedes son una pandilla, no un gabinete. Así como la
historia ha recogido a los firmantes del Acta de la Independencia con
veneración, así recogerá las firmas que acompañan este ignominioso decreto para
que sean objeto de burla, risotadas, indignación o desprecio, dependiendo de
quien lo lea en los siglos por venir.
En ese hilarante, trágico,
absurdo documento ustedes comienzan hablando de una última proclama del difunto, tratando de nivelarlo con Bolívar. Para
refrescar la memoria de los lectores esta “proclama” tenía pasajes como estos:
“¿te acuerdas de aquella película Diosdado?
Presidente de la
Asamblea Nacional, Diosdado Cabello: ¿Cuál?
Presidente
Chávez: Saturday… ¿cómo es?
Presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello: Saturday night fever.
Presidente Chávez: Fiebre de sábado por la noche, John Travolta, yo
bailaba La lambada compadre [risa] Yadira también la bailaba.
Asistentes [risas].
Y continuaba:
“Presidente
Chávez: Y Olivia Newton-John ¿te acuerdas? ¡ah! Era el impacto de aquellos años ¿qué?
los años 80, los años 70, los años 80, Teresa Maniglia bailaba
La lambada pero divino, yo la vi una vez.(risas y más risas).
La tal “proclama” fué un
desordenado torrente de necedades. Divagó por largos minutos. Hasta que dijo: “estoy aferrado [besa a Cristo] a Cristo, el
Cristo… Uno siempre ha vivido de milagro en milagro, siempre he dicho yo.
Llegamos al 4 de febrero como de milagro.
¡Ah!, Molero, eso fué como de milagro. Después de tantos años, de
tantos ires y venires ¿no? ¡Ufff!, cuántos años y cuántos…”.
Después de dar más rodeos pide
“unidad”pero de quien? Del pueblo? No,
de la fuerza armada. El pueblo ya estaba irrmediablemente dividido por él. Dice: “unidad. ¡Esa debe ser nuestra
divisa! Mi amada Fuerza Aérea, mi amada Guardia Nacional, mi amada Milicia. ¡La
unidad, la unidad, la unidad!
Claro, pedía la unidad de la fuerza bruta que lo
apuntalaba en el poder.
Finalmente la “proclama” termina con el crimen mayor, ese
de pedirle al pueblo que elija a un incompetente y analfabeta como su sucesor,
si es que a los cirujanos cubanos les
tiembla el pulso, sin querer queriendo, en el quirófano. Dice:
“si algo ocurriera,
repito, que me inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro no sólo en esa
situación debe concluir, como manda la Constitución, el período; sino que mi
opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que
—en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo
a elecciones presidenciales— ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de
la República Bolivariana de Venezuela….
Llamar esto una proclama es un insulto a nuestra inteligencia,
señores miembros/miembras y membrillos del Gran Circo.
El documento que los inmortalizará a ustedes es una rica
mina de cursilerías, ridiculeces, indignidades y estupideces. Hablan ustedes de “infinita bondad” por parte de quien quería
freír cabezas en aceite, de “entrega amorosa” por parte de quien era un
machista despreciable. Dicen ustedes con descarado cinismo que el difunto dejó al pueblo unido cuando
nunca ha estado más dividido, gracias a su siembra de odio y a la perversidad
de sus cómplices, incluyéndolos a ustedes. Dicen ustedes que se “consumió en
una entrega al pueblo” cuando vivió como un pachá, con vestimentas y joyas
costosísimas compradas con dinero de la
nación, llegando a los mejores hoteles del mundo con séquitos que incluían hasta
cocineros privados, una afrenta a los millones de pobres de solemnidad a
quienes decía representar.
Lo llaman ustedes sin rubor “el gigante de América” y agregan
que practicó el amor “sin exclusión”. Como pretenden ustedes negar la realidad que
todos conocemos, aquella agresividad patológica, sociopática segun los
expertos, que hacía felices a sus seguidores al oir sus improperios, sus soeces
expresiones en contra de la disidencia, su coprolalia que lo obligaba la
vulgaridad sin límites, incluyendo el insulto a las mujeres? O es que no
recuerdan ustedes lo que le dijo
Condoleeza Rice? Es que a ustedes mismos los insultaba y los consideraba
inferiores! Es esa naturaleza de esclavos la que los hace firmar
este documento meloso, patético, no apto para diabéticos.
Le dan crédito ustedes al difunto por “preservar la vida humana en el planeta”. Como
y cuando? Si es que su régimen rompió
todos los records de violencia nacional, con 18-20.000 muertos al año. Díganle
eso a los familiares de Franklyn Brito. Que respeto por la vida humana pudo
tener quien se jactaba de tener sangre en las manos, de haber “echado plomo de
verdad” en un aciago dia de Febrero de 1992, cuando murieron unos 200
venezolanos por su culpa? Díganle esto a
los familiares de los muertos de Puente Llaguno.
Ustedes dicen que el difunto “logró transformar a
Venezuela”. Tienen toda la razón. La convirtió en el hazmerreír del hemisferio,
en el burdel del ALBA, en un país donde la gente se cae a golpes por un pollo y
se le ha obligado a andar con el fundillo sucio. La convirtió en el mayor centro de
distribución de drogas del hemisferio occidental, en el lugar donde parásitos y
asesinos recibían dinero, petróleo e innumerables
copias de la espada de Bolívar, prostituyendo su memoria al compartirla con
los gadaffis, mugabes, lukashenkos y castros de este mundo.
Hablan ustedes del difunto enseñándoles “el camino de la
victoria”. Llaman ustedes esto que existe hoy una victoria? Un país en ruinas, endeudado
hasta la médula, con un “presidente” que es la verguenza de América? Esto que ustedes tienen se parece mucho más a
una vergonzosa derrota, a un gigantesco crimen contra la nación. Y así lo verá
el pueblo a la hora de pedir cuentas, una hora que está cada día más cercana,
como lo demuestran las ratas que ya abandonan el barco.
Maduro, Arreaza, Barrientos, Rodriguez Torres, Jaua,
Giordani, Merentes, Meléndez, Fleming, Menéndez, Izarra, Gil Pinto, Calzadilla,
Hanson, Iturria, Iglesias, El Troudi, García, Molina, Ramírez, otro Rodríguez,
Fernández, Chacón, otro Rodríguez, Varela, Marco, Sesto, Mota, Ochoa, Pérez, Hernández,
Osorio, Córdoba, Canelones.
Felicitaciones por haber ingresado al Panteón “Delpino y
Lamas” que aloja lo más granado de la cursilería venezolana. Esta chapa será
imperecedera y los acompañará en la vida y en la muerte.
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