Quienes son, en realidad?
He estado conversando sobre el tema militar con uno de los miembros más
distinguidos de esa institución, con la finalidad
de afinar mis ideas sobre la F.A. y su papel en nuestro país. A pesar de mi
apellido no la conozo desde adentro y no puedo considerarme muy versado sobre
su historia. Solo puedo juzgarla por su actuación. Por ello he iniciado un intercambio de ideas
con el destacado militar que menciono arriba y él me ha autorizado para
compartir con mis lectores algunos aspectos de esas conversaciones.
Una de las primeras interrogantes que le planteé a mi amigo es: Desde
cuando podemos hablar de una institución militar en Venezuela? Mi amigo me dice: “Juan Vicente Gómez terminó
con los caudillos. Creó una institucionalidad precaria, pero mejor que lo
anterior. Organizó guarniciones militares con cuarteles que aun existen”.
“Gómez” – continua mi amigo – “estableció relaciones entre los
presidentes de estado y los comandantes de guarnición. Un tanto perversas,
porque algunos eran sus compadres y se vigilaban mutuamente, por si acaso
alguien quería emerger como caudillo”.
“En esa época” - continuó mi amigo –
“el comunismo comenzó a jugar un papel en Venezuela”. Sobre esta
afirmación, pienso que en la creación de una ideología política de izquierda en
Venezuela tuvo especial relevancia la
actuación de la llamada Generación del 28, muy nutrida de la literatura
marxista, tanto de la romántica a lo Máximo Gorki o a lo Plejanov, como la más
dura que ya se nutría del estalinismo. Allí se mezcló el idealismo con el
totalitarismo, en proporciones muy variables de individuo a individuo.
Para
comprender mejor esta etapa temprana en la vida de la institución militar mi
amigo me recomienda leer los libros de Eleazar López Contreras: ”Páginas para
la historia militar de Venezuela” y
“Proceso Político-Social 1928-1936”.
“López
y Medina”- continuó mi amigo – “fueron los precursores de la democracia
venezolana, pero ese proceso sufrió un atraso con la revolución de octubre del
45. Eso nos llevó al retroceso con la aparición de Marcos Pérez Jiménez como
nuevo caudillo militar”.
El primer acto de
intervención en la vida política del país por parte de la
institución militar creada bajo el gobierno de J.V. Gómez, se produjo
cuando Acción Democrática y la F.A. se unieron para derrocar al presidente
Isaías Medina, quien le daba continuidad
a la construcción de la democracia iniciada por López Contreras”.
Más tarde, agrego
yo, la dictadura de Marcos Pérez Jiménez fué el corolario de aquel primer acto histórico de intervención de la institución militar
en la política venezolana. Lo de Ad y la F.A. había sido un evento dominado por
el mundo político. Lo de Pérez Jimémez fue un zarpazo militar, en nombre y
representción de la institución, causado por la
discrepancia ideológica con el gobierno del llamado trienio adeco de
los años 45 al 48. En los 10 años que fueron de 1948 a 1958 la
F.A. venezolana se convirtió en gobierno y los militares fueron actores
principales en las ejecutorias anti-democráticas, en la corrupción
administrativa de la época, así como en los logros de infraestructura del país.
La
huida de Pérez Jiménez en 1958 terminó con el régimen militar, iniciándose una
etapa democrática bipartidista basada en el Pacto de Punto Fijo. Apunta mi
amigo que “este pacto incluía a
un grupo de políticos de base que conservaban el pensamiento originario de
una izquierda comunista, el de la generación del 28 ”. Mi amigo continúa diciéndome: “El sector
político venezolano ha sido absolutamente irresponsable en el manejo de la
Fuerza Armada, al igual que lo ha sido con el manejo de PDVSA. En el caso de la Fuerza Armada, se atribuye a
Rómulo Betancourt y al Pacto de Punto Fijo la política de las 3C para con los
militares.... Nada más ofensivo que eso, caña, cobres y c…. para que se
mantuvieran quietos y entretenidos... Alrededor de eso, se armó una trama de
corrupción y tráficos de mercancía que causaban mucho bochorno.... Cada compra
de equipos militares estaba acompañada de escándalos públicos sin que ello se
investigara y sancionara.... Los negocios se orquestaban desde las altas
esferas políticas y los militares de turno, obedientes, complacientes o
cómplices, cohonestaban tales negocios. En los años 70, se le regalaron aviones
de combate a Bolivia, se compraron las Fragatas a Italia, los AMX30 a Francia,
y los F-16 a USA, todo un coctel de tecnología. Cuando el incidente del Caldas
en los años 80 (Jaime Lusinchi era el Presidente) se hicieron contratos a los
que resultaba casi imposible hacerles seguimiento. Algunos ascensos militares
se negociaban fuera de las Fuerzas Armadas y cuando las listas llegaban a la
comisión de Defensa del Senado ya no había nada que discutir, todo estaba
cuadrado. En 1997-1998, por iniciativa
del General Raúl Salazar, se integró una comisión de reestructuración de la
Fuerza Armada Nacional. Su propósito era preparar un documento que permitiera
diseñar, estructurar y potenciar una Fuerza Armada a fin de superar el desorden existente y
lograr que la institución se organizara y adiestrara para enfrentar las
hipótesis de conflicto de nuestro país, todo ello de acuerdo con las
posibilidades de financiamiento y sin sacrificar las necesidades apremiantes de
la sociedad.
Cuando Hugo Chávez llegó al poder en 1999,
ese plan estaba estructurado en su gran mayoría. Nunca lo quiso ver...”.
Por lo que dice mi amigo la perversión de la
F.A. fue promovida activamente por el
sector político como una forma de controlarla. La hizo su cómplice de las
numerosas irregularidades administrativas que caracterizaron la etapa que va
desde 1958 hasta 1998. El afirma con énfasis lo siguiente: “La etapa 1958-1998 tuvo muchas equivocaciones en el manejo militar. El
poder político se descalificaba a si mismo y endiosaba al liderazgo militar,
por ejemplo: ¿Qué tienen que hacer los militares en un proceso electoral?
A nuestro entender, teníamos que trasladar las actas y custodiar los votos
porque los ciudadanos eran tan deshonestos que si quedaban en sus manos se
hacían trampa mutuamente, a pesar del pacto de Punto Fijo. A pesar de la
custodia se engañaban unos a otros con aquello de acta mata voto. Eso todavía se
mantiene, pero ahora la Fuerza Armada es parte integral de la trampa en la alianza cívico-militar. En el caso de las
Universidades, se le asignó a la Fuerza Armada la responsabilidad de la
custodia de todo lo relacionado con la prueba de aptitud académica, porque en
manos de los ciudadanos se traficaba con los exámenes y se manipulaba el
proceso para favorecer a los hijos de los amigos y relacionados. Se asignaban
cupos “legalmente” para los hijos de los profesores universitarios. En el caso
de la dotación escolar para los estudiantes de primaria, se asignó a la Fuerza
Armada la responsabilidad de recepción, almacenamiento distribución y entrega
al usuario final del llamado bulto escolar porque en manos de los ciudadanos
desaparecía el material. Sin embargo, se burlaba el proceso con contratos
amañados en los que empresarios y políticos se llevaban grandes tajadas. Dejo
aquí los ejemplos, hay muchos otros en esos 40 años, pero todo eso sumado a la
política de las tres C para que los militares estuvieran felices degeneró en
una gran red de corrupción tanto en el sector político como en el sector militar. Gracias a un liderazgo militar complaciente
que no supo imponer la dignidad de la institución militar al servicio de la
república y la envileció con tareas que correspondían al sector ciudadano y que
este que no era capaz de atender honesta y responsablemente. Así se gestó, un
caldo de cultivo para el golpe del 4 de febrero de 1992”.
Esto que dice mi amigo es conocido por muchos
venezolanos, pero creo que lo que hay que comprender es que esa manera de
actuar se convirtió en un sistema de expoliación al país, en una gran
conspiración político-militar.
Mi propia experiencia refuerza las
apreciaciones de mi amigo. Cuando estuve a cargo de la Dirección General de la
Corporación Venezolana de Guayana fui visitado por un General del ejército,
quien venía a pedir a la CVG dinero, casas y vehículos para, según él, “poder
llevar a cargo sus tareas de vigilancia en Guayana y en las fronteras”. Cuando
le comenté que esos recursos debían salir del presupuesto nacional, en lo
asignado a Defensa, el General me respondió que lo que él pedía era lo que
otros antes que yo le habían dado. El sistema duraba ya años y estaba muy
enraizado en la Fuerza Armada y en el sector político. La burocracia civil
no hacia preguntas como las que yo le hice al General (a quien finalmente no le
dí nada, lo cual aceleró mi salida de la Corporación).
En este punto lo que es necesario reflexionar
es por qué prevaleció esta conchupancia perversa entre políticos y militares
para defraudar al país. Los dos grupos son disímiles en su naturaleza. La
burocracia política es difusa y no tiene
“alma” o la tiene muy fragmentada en grupos ideologicamente diferentes.
Pero la institución militar parece ser o pretende ser más compacta, tiene una rígida
organización, tiene códigos de honor, un “sprit de cors”, tiene “alma”. Esa
alma no pudo evitar la conchupancia.
Y así llegamos a la etapa chavista. Me cuenta
mi amigo que Chávez no ha debido graduarse en la escuela de estado mayor porque
le reprobaron en reparación. Sin embargo ocurrió algo insólito, una maniobra
hecha por unos generales que le dió a Chávez una segunda oportunidad y así lo
graduaron. El General que era Director de esa escuela, Alberto Esqueda
Torres, fue el primer ministro de infraestructura que tuvo Chavez,
probablemente le estaban pagando una factura. La victoria electoral de Chávez
fue auspiciada por toda una conjura de militares, políticos, empresarios e
intelectuales que propiciaban un cambio”.
Agrego yo: lo que no comprendió la conjura es
que no todo cambio es para mejorar. Hay remedios mucho peores que la
enfermedad.
En la segunda parte de mi
reflexión pienso describir la situación de la F.A. durante el período
1999-2013.
Luego, en la tercera parte, trataré
de llegar a algunas conclusiones.
Abordo este tema con el más sincero deseo
venezolano de que podamos enfrentarnos con nuestras realidades, sin dogmas
pre-establecidos.
2 comentarios:
ahora a los milicos los contentan, no con las 3"C" de Romunlo, sino con 4 "C", sumele.....Comisiones por negocios.......
Bolivar, consagrado como militar al ganar y perder batallas, perdio su riqueza por Venezuela.......Los pseudo militares de hoy, traicionan el ideal de Don Simon al hacerse ricos a costa del empobrecimineto de Venezuela. Que diferencia.
Publicar un comentario