Apreciada Elizabeth:
Acabas de decir lo
siguiente:
en twitter @fuenteseliz.
“Opositor que critique públicamente a la oposición es, como mínimo, colaboracionista. Los días q corren no están para necedades”.
Una mujer tan inteligente, Con quien siempre he estado de acuerdo, sale ahora con esto!
Puedo
comprender tu estado de frustración. Pero, obligar a los
venezolanos a no decir lo que sienten y piensan sería actuar igual a los
hampones que han tomado el gobierno por asalto.
Yo no quisiera disentir de
miembros de la oposición porque debo asumir que, aunque piensen diferente,
quieren salir cuanto antes - como yo - de esta gran múcura “revolucionaria”. Pero cuando uno lee las respuestas de Henrique Capriles a una entrevista que le
hicieron hace poco, uno tiene que contenerse para no decirle cuatro, cinco o
seis cosas bien pesadas, como mercurio. Ver
entrevista en : http://nwnoticias.com/venezuela/#!/noticias/capriles-sabe-que-compite-contra-leopoldo
Uno quisiera sentirse
orgulloso de toda nuestra oposición, como nos sentimos orgullosos de Leopoldo,
Ledezma y Ceballos, además de sus compañeros de protesta abierta desde la
prisión. Pero es difícil hacerlo, al ver como otros guardan inexcusable silencio frente a la
arrogante grosería de la Tibisay y de Maduro, negando la observación electoral
de gente de la Unión Europea y de la OEA y permitiendo solo la observación de
los patriotas cooperantes de UNASUR. Sin hablar de la última estupidez y agresión de la jinetera moral, esa de decretar que el 40% de los postulados a la Asamblea nacional deban ser mujeres. De donde parte esta barrabasada?
Uno debe morderse los
labios para no criticar la indiferencia con la cual parte de la oposición
contempla el desastre venezolano, la venta del país a China, la quema de los
activos de PDVSA, la corrupción galopante, sin que parezcan afectados por este
horroroso proceso que ameritaría una rebelión abierta. Esa lasitud, esa
languidez, esa falta de punch, forman parte integral de la tragedia venezolana,
Elizabeth.
Por favor, no digas más cosas como esa que
acabas de decir. Nadie te va a hacer caso, de todas formas. Porque es que los
venezolanos estamos indignados, no solo contra el régimen sino contra quienes
no se opongan al hamponato chavista con el suficiente vigor.
Elizabeth, confía en la
fuerza de la democracia y de la libre expresión. No somos niños.
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