domingo, 21 de junio de 2015

Tres juicios equivocados de Laureano sobre Giordani y Maduro

No le tenga tanta compasión al chato, Laureano
Dice el gran Laureano Márquez sobre Giordani:
Lo peor – y usted lo sabe- es que pagaran, como es costumbre, los más humildes, los que se encuentran hoy en la misma pobreza de siempre y pagando los platos rotos de los millones que sus compañeros (no lo incluyó a usted, porque es fama que es hombre decente) se han choreado.
Inclúyalo, Laureano, inclúyalo. Indecencia y Corrupción no es solo robar sino permitir que alguien robe y guardar silencio por años, convirtiéndose efectivamente en instigador y cómplice. Un solo ejemplo: para fines del presupuesto nacional, el Dr. Giordani  promovió el establecimiento del precio del petróleo a niveles muy bajos, a fin de guardar para el Ejecutivo los millones que deberían ir a las gobernaciones. Esa es corrupción de la “buena”, Laureano.
Dice usted, Laureano, citando a Giordani: 
 “Como líder de este proceso bolivariano, como compañero de viaje, como amigo, siempre primó entre nosotros la búsqueda de un mundo mejor, más justo para la mayoría del pueblo venezolano, y más allá de nuestras fronteras, el encontrarse con la utopía del sueño bolivariano". 
Recuerde usted, Laureano, lo que nos dice Guaicaipuro Lameda sobre el Dr. Giordani. Según Lameda, quien es un hombre serio, Giordani le dijo que era necesario conservar pobres a los pobres, a fin de mantener la revolución en el poder. Ello evidencia a alguien maluco, Laureano. Giordani es igualito al difunto:  maluco con ganas, pequeñito.
Dice usted, Laureano, sobre Maduro:
Es cierto que el presidente  [Maduro] ha hecho unos aportes notables, fruto de su originalidad destructiva, pero lo ha hecho siguiendo el guion que ustedes trazaron en los 15 años anteriores. De modo que atribuir autoría a quien solo ha sido un catalizador positivo (en el sentido de que acelera un proceso negativo), es cuando menos injusto.

Laureano, no sea tan bondadoso con Maduro. Ese es un corrupto de marca mayor. Quien no está capacitado para una tarea de interés nacional y la asume es culpable de la peor variedad de corrupción: la de quien no acepta sus limitaciones y ejerce una actividad para la cual no sirve. Ese es el caso de Maduro. Si a ello usted le agrega que es rencoroso, acomplejado e ignorante, entonces hay que darle duro, Laureano. No le tenga usted compasión alguna. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...



El Imperio que el Chavismo y Maduro no construyeron ni construyen...!

http://www.yvr.ca/en/flight-information/arriving.aspx

http://www.atlanta-airport.com/flights/Search.aspx?FIDSType=A

Anónimo dijo...

Laureano, al enemigo, ni agua.