Acaba de morir, a los 111 años de edad, Harry Patch, el último de los soldados participantes en la primera guerra mundial. Murió 93 años después de haberse enlistado en las filas del ejército Inglés que partió a la guerra. Unos 500.000 soldados Ingleses murieron. Toda una generación, la llamada flor de Inglaterra, desapareció. Y muchos de quienes sobrevivieron sufrieron por años un complejo de culpa; “por qué ellos y no yo”? , el cuál decía mucho de su nobleza.
Semanas antes de su tranquila muerte vi a Harry Patch en la televisión. Le hacían una entrevista por ser el último de los veteranos. Dijo dos cosas que me impresionaron profundamente:
Al responder si la guerra mundial y el sacrificio de más de un millón de jóvenes había valido la pena, dijo: “No”…… y luego de unos breves segundos añadió: “No valió la pena”.
Al serle preguntado si recordaba a sus compañeros de trincheras, respondió: “Los recuerdo claramente. No solo a los Ingleses sino también a los muchachos Alemanes. Ya no los distingo”.
Estas breves palabras, dichas casi en un susurro por el dulce anciano, constituyen el argumento más poderoso que he oído jamás contra la guerra.
1 comentario:
Excelente artículo sobre el último soldado britanico de la 1era guerra, de la cual quedan aun un austaliano, un canadiense y un norteamericano.
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