DIARIO DE VIERNES
NICOLAS EN MOSCU
El dictador venezolano ha ido a Moscú por invitación del carnicero Vladimir Putin, a fin de asistir, hacer comparsa, a las festividades de celebración de la victoria rusa contra Alemania en la segunda guerra mundial. Esta celebración es totalmente ilegitima por parte de Putin, puesto que durante la segunda guerra mundial Rusia fue la victima de la agresión nazi y defendió su suelo patrio. Hoy, Putin es el agresor contra Ucrania y trata de anexarse territorios que no le pertenecen y cuyos habitantes no desean ser parte de su sistema tiránico.
Esta invitación le ha servido a Maduro, en realidad, para llevar a cabo dos
tareas que para el son muy importantes: una tratar de obtener de Rusia ayuda
tangible para su régimen que se desmorona y, si ello no es posible, arreglar su
asilo y protección con Rusia, para hacerle compañía a Asaad, el tirano de
Siria, quien hoy se encuentra refugiado
bajo el ala de Putin, después de haber huido como un cobarde de su país ante el
empuje de apenas un puñado de rebeldes.
Maduro llegó a Moscú y dijo: “Este es el mejor momento de los 80 años de nuestras
relaciones diplomáticas para dar un salto, tomar un impulso nuevo para una
asociación integral de cooperación en todos los ámbitos”. Estas fueron palabras
sin contenido realista puesto que la ocasión de esta visita de Maduro a Moscú
no puede ser menos propicia. Llega en un momento en el cual el dictador
venezolano no puede ofrecer mucho a Putin porque se encuentra en una posición
de extrema debilidad política, social y económica. En lo político enfrenta una
significativa fractura que lo mantiene sobresaltado a diario porque no sabe de
donde le vendrá un golpe, en lo social s ve rodeado de una población que lo
rechaza y lo desprecia, por haberla llevado a la situación de colapso total. En
lo económico se ve sin recursos, debido a la salida del país de Chevron, su
amiga del alma y sabe que PDVSA no puede operar debido a la carencia casi total
de gerencia, equipos y capital de trabajo. La industria petrolera venezolana ha
pasado a ser una labor semi clandestina y la venta del petróleo venezolano se
ha convertido en una operación furtiva, entre gallos y media noche, llevada a cabo
por piratas de alta mar, con ventas del poco petróleo producido a apreciables
descuentos, debido a la presión ejercida por los Estados Unidos.
Este entorno no es propicio para dar salto alguno que no
sea el salto del tordito, expresión que usaban en Los Teques de mi adolescencia
para hablar del paso al otro mundo. Maduro ha ido a Moscú a buscar alguna tabla
de salvación, pero no es mucho lo que lleva de regreso a Miraflores.
¿Qué ha logrado Maduro de Putin?
Veamos:
La declaración final dice: “Las partes – Rusia y Venezuela -
promoverán el desarrollo equilibrado y estable a largo plazo de los mercados
energéticos mundiales sin recurrir a instrumentos de competencia desleal".
Esta declaración no tiene ningún
significado practico puesto que Venezuela ya no es un actor de importancia
alguna en el mercado petrolero mundial. Su participación en la OPEP ha quedado
reducida a la mera presencia del ministro de turno, algún militar, visto con
sonrisitas de burla por el resto de los miembros de la organización, debido a su
ignorancia del tema. Por su parte Rusia no es precisamente un modelo de
equilibrio en el mercado internacional, ya que su urgencia fundamental es
vender todo el petróleo que pueda, aun cuando sea a menores precios, todo ello
debido a su necesidad de financiar la desastrosa invasión a Ucrania. Esta
declaración es puro gamelote.
Un segundo acuerdo es el de cooperar
en la exploración y desarrollo de nuevos yacimientos de petróleo y
gas en sus empresas conjuntas, así como ampliar las operaciones de comercio de
petróleo. Este acuerdo, al igual que el primero, carece totalmente de
contenido, puesto que PDVSA ya no esta en capacidad de llevar a cabo
operaciones de exploración o desarrollo de nuevos yacimientos de petróleo. Como
hemos dicho, PDVSA es hoy un bagazo, carente de gerencia, de tecnología, de
equipos bien mantenidos, de dinero y de prestigio. En mejores tiempos Rusia entro
a Venezuela con varias de sus empresas y fracaso rotundamente. Hoy, en la
situación de ruina actual existente en el pais ninguna empresa rusa podría
llegar a Venezuela a hacer algo útil, sobre todo a corto plazo. Y el corto
plazo es lo único que le queda Maduro, quien no tiene posibilidad alguna de
sobrevivir políticamente por mucho mas tiempo que algunos meses más.
El tercer punto del convenio
habla de la intención de cooperar en transporte, minería, fármacos y
comunicaciones. Todos conocemos el valor real de estas declaraciones de
intención en estos documentos diplomáticos. En el mejor de los casos se
concretan a largo plazo. En el caso ruso-venezolano la probabilidad mas alta es
que nunca pasen de ser simples intenciones, dada la difícil situación política
que existe en ambos países.
En otro aparte del convenio ambos países
convienen en impulsar iniciativas para el uso pacífico del espacio exterior,
incluyendo el establecimiento de una estación terrestre rusa de navegación
satelital. Esto no merece comentarios.
Finalmente, ambas partes han convenido en
promover una infraestructura financiera ruso-venezolana independiente. De
nuevo, es difícil saber que puede aportar Maduro a esta infraestructura, habida
cuenta de que sus fuentes de ingreso están restringidas a los sectores de la
economía ilegal, el narcotráfico y la extracción pirata de minerales en el sur
del Orinoco. Rusia, por su parte, no está en condiciones de estar prestando
dinero, debido a los gastos militares que debe enfrentar.
Maduro se regocija diciendo que la relación bilateral ruso-venezolana florece y menciona
los lazos entre los dos países, mencionando de manera cursi e inevitable el
pensamiento de Simón Bolívar y del fallecido dictador de Venezuela, Hugo
Chávez.
El segundo objetivo puede que haya sido el más importante
para Maduro en su visita a Moscú, , como preparar su aterrizaje futuro en
Rusia, junto con los millones de dólares que ya se ha robado y con los que
pueda robarse de ahora en adelante. Allí debe haber hablado con Erdogan, quien parece
ser uno de sus testaferros internacionales, y cuyo país, Turquía, seguramente
preferirá Maduro a la gris y fría Rusia, cuando salga corriendo de Venezuela,
si es que lo dejan salir.
Debe apurarse Maduro, porque algo se le viene encima
pronto.
Y GUSTAVO PETRO EN BEIJIN
ALGUNOS CONCEPTOS VALIDOS, OCULTOS ENTRE UNA HOJARASCA VERBAL ALTISONANTE
En Beijín Gustavo
Petro dio un discurso en el cual expuso algunos conceptos válidos, como el de
la necesidad de entendimiento entre naciones y de los esfuerzos por preservar
el ambiente, pero los vistió con una pomposidad verbal que los hizo perder el
impacto deseado.
Al hablar de las ideas de Samuel Huntington
sobre el conflicto entre civilizaciones y el entendimiento entre civilizaciones
que el preferiría, lo explicó así:
Pareciera que el mundo de hoy, la tensión
política de hoy girara alrededor de estas dos tesis: si nos matamos entre sí
como humanidad a partir de nuestras propias diferencias, diversidad que es
esencial al ser humano, o si nos encontramos entre culturas diversas para
construir un concepto que, de la antropología, de la historia, se vuelve
político, un sujeto político, la humanidad
Al abogar
por el uso de energías limpias y por más cooperación entre naciones
latinoamericanas descubrió el agua tibia: La
energía limpia, indudablemente, cruzaría los mares enriqueciéndonos a todos,
porque la vida enriquece.
Otras suenan
inconexas: Las redes férreas, de las cuales América Latina podría ser la base
para una conexión interoceánica múltiple en la medida en que el canal de Panamá
muere y mueren, por tanto, las codicias.
Y aquí hace
un “descubrimiento”: “Que la fibra
óptica, y quiero aquí subrayarlo, porque la fibra óptica como infraestructura
física va por debajo del mar, por la tierra”.
Tantas
oportunidades perdidas en nuestra región porque los lideres insisten en
redescubrir la rueda y jugar a ser estadistas, en lugar de hablar con claridad
y sencillez.
Nye
Luers
Durante esta semana hemos perdido a dos gigantes, promotores de lo que en geopolítica se ha denominado el Poder Blando. Han fallecido Joseph Nye, quien fue el creador del nombre, aunque el concepto – como el mismo lo decía – es antiguo y William Luers, ilustre embajador y extraordinario promotor de las artes.
Tuve la suerte
de conocerlos, primero a William (Bill) Luers, cuando fue embajador de USA en
Caracas, entre 1978 y 1982, y luego a Joseph Nye, con quien pude compartir
sesiones de trabajo y conversaciones sobre variados temas cuando estuve en
Harvard, 1981-1983, como “Fellow” en el Centro de Estudios Internacionales, un
centro de luminarias como Nye, Raymond Vernon, Robert Putnam y el gran Samuel
Huntington.
Bill Luers y su
esposa Wendy eran probablemente los embajadores más populares en la Caracas de
la época. Estaban en todas las reuniones sociales y ofrecían frecuentemente
reuniones sociales en su sede de la embajada. En el sector petrolero, eran los
primeros años de PDVSA, Luers era una figura respetada y era visto como un
poderoso aliado. El momento cumbre de su carrera no fue en Venezuela sino
inmediatamente después, como embajador en Checoeslovaquia, de 1983 a 1986.
Durante esos años Luers estableció una estrecha relación con Vaclav Havel, el
poeta que representaba en ese país la oposición al estado comunista. En un
bello obituario del NYT el pasado martes, se describe en detalle como Luers se
convirtió en el gran protector de Havel, construyendo a su alrededor una
muralla de notables, entre quienes figuraban Kurt Vonnegut, William Styron y
Katherine Graham, quienes le dieron a Havel una relevancia mundial que lo salvó
de la persecución del estado opresor. Esta labor protectora de Luers le
permitió a Havel seguir actuando a favor de cambios políticos en su país,
llevándolo en 1990 a la presidencia.
Al retirarse de
la vida diplomática Bill Luers se convirtió en una personalidad del campo de
las artes, al ser designado presidente del Museo de Arte Metropolitano, en
Nueva York, posición en la cual estuvo por 12 años. Luers se mantuvo muy activo
escribiendo sobre temas geopolíticos, incluyendo el tema de como USA podía
influir en el escenario mundial en base al ejercicio en gran escala de la
actividad filantrópica y artística. Nunca olvidaremos la bonhomía de Luers y el
encanto de su esposa Wendy, quienes poseían el maravilloso don de hacerse parte
intima de la cultura del país donde estaban.
Conocí a Joseph
Nye al llegar a Harvard en 1981, cuando era un profesor relativamente joven de
44 años. Aunque todavía no había escrito sus libros definiendo en detalle el
tema de Poder Blando, “ Bound to Lead” y
“ Soft Power”, publicados en 1990 y 2004, ya en la década de 1980 había
comenzado a utilizar el nombre en su actividad universitaria y en artículos
académicos. Aunque mi contacto
primordial en Harvard fue con Raymond Vernon, dado que mi interés fundamental
era el estudio de las empresas petroleras estatales, el cual Vernon había
estudiado extensamente, pude reunirme con Nye con cierta frecuencia y llegué a
admirarlo por sus enfoques originales sobre los más diversos temas.
El Poder Blando
es un concepto con el cual me identifico plenamente. En el plano personal, por
supuesto, hay un poder blando, el cual consiste en establecer amistades y
relaciones con otras personas en base a la cordialidad, la solidaridad y la
compasión. En el plano geopolítico, el poder blando se basa en la aproximación
a otros países a través de la cultura, de las artes, de la filantropía y el
sincero interés por sus asuntos. En este campo pueden incluirse, por ejemplo,
las exposiciones de artistas del país en otros países, en la visita de
orquestas sinfónicas o de grupos artísticos diversos, el aporte a
organizaciones comunitarias, la ayuda a las tareas de la educación y la salud,
la cooperación a nivel de las universidades, toda una gama de actividades que
demuestren al país que las recibe la sincera intención del país que las ofrece
de ser amigos.
Ese concepto
eminentemente humanístico que usualmente se aplica a nivel personal es susceptible de convertirse, en gran
escala, en una estrategia orientada a influenciar la vida política de otros
países, estableciendo las semillas de buena voluntad entre las naciones. China
ha estado utilizando esta estrategia en América Latina y sobre todo, en África,
con extraordinario éxito.
Joseph Nye se
convirtió en un gran campeón de este concepto e influyo por anos la conducta de
los Estados Unidos en este sentido, sobre todo durante los gobiernos
demócratas. Hoy, lamentablemente, prevalece en el gobierno de USA una intención
de aislarse, de antagonizar aliados, de engrandecerse territorialmente a costa
de los vecinos y de ridiculizar a lideres y culturas que no se alineen con su
ideología. La fuerza bruta y la extorsión han reemplazado el poder blando. La muerte de Joseph Nye viene a ser un
lamentable símbolo de este colapso de la solidaridad de USA con la comunidad de
naciones.
COMO DESCUBRI EL
TESORO DE LA MUSICA CLASICA
Una pequeña claraboya me dio la entrada a toda una vida de deleite
Hasta que cumplí cinco años debí irme a la cama muy temprano, sin lograr dormirme hasta mucho después. Pasaba las horas escuchando, por una pequeña claraboya en la pared de mi cuarto, la vida que se desarrollaba en la casa del lado. Un miembro de esa familia era aficionado a lo que después yo conocería como música clásica y ponía en su fonógrafo, una y otra vez, una melodía que se me hizo muy familiar. Tiempo después, sabría que era un trozo del Ballet “La Bella Durmiente” de Tchaikovsky. La continua repetición de ese trozo me llevo a disfrutarlo y conocerlo íntimamente. Y es que la clave de apreciar y disfrutar la música clásica radica en llegar a conocerla íntimamente, tal como se llega a conocer a un amigo o como nos sucede con una canción popular.
Ese trozo musical de Tchaikovsky se me hizo tan reconfortante que,
mientras crecía, comencé a familiarizarme con la obra completa del compositor.
Mi amor por la música clásica comenzó por Tchaikovsky y creo que ello debe ser igual
para legiones de melómanos. Esto es así porque ese compositor tenia, en grado
superlativo, el don de la melodía. Se apoyaba en el folclore musical ruso y en
su maravilloso oído para producir innumerables temas de inigualable belleza.
Así comencé a escuchar sus sinfonías hasta que las escuché a todas, desde la
primera, llamada “Sueños de Invierno” hasta la sexta u ultima sinfonía que
compuso, la llamada “Patética”. Todas sus sinfonías son espectaculares y
contienen temas inolvidables. Durante mi niñez y adolescencia me fui enamorando
de cada una de ellas, como también me sucedía con las 15 hermanas Rodríguez,
que eran vecinas mías en Los Teques, de quienes me iba enamorando en orden
cronológico.
El amor por la
música clásica no es diferente al amor por la música llamada popular, la cual
también puede ser clásica, cuando es tan buena que merece ser objeto de
imitación. La puerta de entrada a amarla es la melodía. Luego, a medida que uno
va adquiriendo el gusto por ella va advirtiendo matices en la composición que
no son estrictamente melódicos y que comienzan a interesarnos. Por ello,
después de ahondar en la apreciación de la melodía escuchando a los rusos,
maestros en eso, fuese el incomparable Rachmaninov, Borodin,
Rimsky Korsakov o Prokofiev y a otros eslavos como Smetana, el grandioso
Dvorak, Kachaturian y Shostakovich, pasé
a apreciar a los grandes románticos
germanos como Brahms, Schumann y el
majestuoso Richard Wagner y sus oberturas, las cuales eran plato dominical
constante en los conciertos gratis o de entrada muy barata de la Sinfónica
Venezuela en el Teatro Municipal o, después, en el aula magna de la UCV. En
paralelo, me fui encontrando con los tesoros franceses, la inimitable elegancia
de Debussy, Ravel, Bizet, Poulenc y Satie.
De los
románticos europeos y nacionalistas rusos salté a los compositores venezolanos,
quienes cultivaban el nacionalismo musical de forma similar a lo que hicieron
los rusos del siglo XIX. Los hermanos Castellanos, Sojo, Inocente Carreño,
Estévez, el grandioso Antonio Lauro, Rodrigo Riera, casi todos apegados a los
temas populares venezolanos, con algunas excepciones como la del mismo Estévez
en su Concierto para Orquesta, Carlos Figueredo y el Juan Bautista Plaza de sus
fugas. Mi estadía en los Estados Unidos, estudiando geología, me llevo a
disfrutar de George Gershwin, Aaron Copland, de los conciertos para piano del
alumno de Teresa Carreño, Edward McDowell y de las sinfonías de Howard Hanson.
Al pasar del
tiempo me especialicé en “descubrir” nuevos compositores. Fueron apareciendo
Ernest Bloch, Glazunov, el melodioso Gliere, Kalinikov. Todavía “descubro” a
alguien nuevo para mí, que me abre un nuevo cofre lleno de tesoros.
Mi estadía en
USA como estudiante me llevo a descubrir la magia de la comedia musical, con
música inolvidable: Oklahoma, South Pacific, Carrusel, Kiss me Kate y, luego,
la larga cadena de éxitos como El Fantasma de la Opera y CATS.
No podría
precisar cuando me aficioné a la música de películas porque allí hay una mina
riquísima de melodías inolvidables. Por ejemplo, el tema de amor de” El Ladrón
de Bagdad” o la partitura de la película “The Big Country” o “Shane”. En este
campo nada puede compararse a los compositores judíos, en especial, Miklos
Rosza y el gigante Ernest Korngold, en especial sus partituras para “El Halcón
de los Mares”, “Servidumbre Humana”, “Another Dawn”, “Kings Row” e “Isabel y
Essex”, aunque todas – absolutamente todas – son extraordinarias. En Korngold
se combinan la excelencia en las; partituras de Hollywood con una carrera de
niño y joven prodigio de música la clásica en su nativa Viena. En realidad,
Korngold utiliza mucha de su música clásica en la elaboración de sus partituras
para Hollywood y el resultado es de extraordinaria calidad.
Cuando uno se
hace adicto a la música clásica comienza entonces a ahondar no solo en la
música como tal, sino que la acompaña con el estudio de las circunstancias y
estado de ánimo de los compositores al escribir esas obras, una tarea que abre una nueva vía para el placer intelectual.
SYMPHONY 3
JOHANNES BRAHMS
https://www.youtube.com/watch?v=dFfQh3IzDUQ
Es difícil
elegir una de las cuatro sinfonías de este compositor. Todas son obras
maestras. Esta es mi preferida, al menos por un tiempo. Dentro de un mes quizás
sea la numero 2.
Esta sinfonía
tiene una majestuosa textura, de principio a fin y el tercer movimiento, en el
minuto 18.05, presenta uno de los más bellos temas de la literatura musical. Según
Dvorak esta sinfonía sobrepasa las dos anteriores en belleza.
El manuscrito de
esta sinfonía se encuentra en la Biblioteca del Congreso, en Washington DC.