FABRICA DE CIUDADANOS: DESEO COMPARTIR CON USTEDES UNA BUENA NOTICIA
Hace unos días, en el estado de Virginia donde vivo hace 16 años, fui
objeto de un hermoso homenaje, de esos que pocos afortunados reciben aún en
vida. El Centro de Orientación en Energía, COENER – un centro de reflexión
venezolano – y la Universidad metropolitana de caracas se unieron para
concederme el premio CARLOS LEE BLANCO, en honor a quien fuera un valioso
ingeniero y maestro venezolano. Este premio consiste en un Diploma de Buena
Ciudadanía, el mayor de los orgullos que – en mi criterio – puede exhibir un
ser humano. No hay ninguna condecoración que se le pueda igualar.
Un grupo de amigos: José E. Castellanos, Laura Rojas, José Benjamín Escobar, yo, Gustavo Tarre, Juan Pío Hernández, Pedro Mario Burelli, mi esposa, Armando Chuecos, Hernán Oyarzabal, Tomás Rodríguez Muller.
El acto de entrega de este diploma se llevó a cabo en un salón de un
restaurant de la localidad, evento al cual asistieron unas 45 personas, más o
menos lo máximo que toleraba el salón.
Mis amigos y familiares invitados al acto se sentaron en las mesas, comenzaron
a llegar algunas viandas y se inició el acto con una introducción de José
Emilio Castellanos, seguida de las palabras de Omar Alberto Ferrer, presidente
de COENER (por vía internet) y de las palabras y entrega del diploma por el
ex-Rector de la Universidad Metropolitana
y ahora Director del Centro de Estudios Latinoamericanos 'Arturo Uslar
Pietri” de la misma universidad, el Dr. José Ignacio Moreno León.
¿Por qué el premio? Carlos Lee Blanco, el fallecido presidente de COENER
fue un apasionado promotor de lo que se denomina Capital Social. Decía que el árbol
de la sociedad solo puede dar frutos si
tiene abundantes y sanas raíces. Y las raíces tenían que ver con la calidad
ciudadana. Predicaba algo que yo también he predicado por más de 30 años, que
no puede existir una sociedad próspera sin una masa crítica de buenos ciudadanos
activos.
El premio fue dado a mi labor orientada a incrementar la calidad
de vida de la sociedad venezolana en base al combate a la corrupción y a la
promoción de la buena ciudadanía activa, representada por mi proyecto FABRICA
DE CIUDADANOS. En esta nota les anexo algunas fotos del acto y les reproduzco
mis palabras de aceptación del premio, las cuales fueron grabadas por mi gran
amigo Pedro Mario Burelli, ver: https://youtu.be/eqckqZPJqJo
El proyecto FABRICA DE CIUDADANOS, tiene ahora campeones en Venezuela y en
USA y estoy determinado, con la ayuda de ustedes, a que pueda lograr la
aceptación del liderazgo político que habrá de tomar las riendas de nuestra
Venezuela después de la pesadilla.
VENEZUELA NO PODRÁ SALIR ADELANTE MIENTRAS UN 75% DE SU POBLACIÓN
PERMANEZCA ALETARGADA Y DEPENDIENTE DE UN ESTADO BENEFACTOR Y DADIVOSO. NO
PODEMOS EDIFICAR UN NUEVO EDIFICIO SOCIAL SIN SENTAR LAS BASES SÓLIDAS DE BUENA
CIUDADANÍA. ESTO SE PUEDE HACER, NO REQUERIRÁ DE GRANDES INVERSIONES O DE
SOFISTICADAS TECNOLOGÍAS. EL PROYECTO YA
EXISTE Y TODO LO NECESARIO ES LA VOLUNTAD POLÍTIICA DE LLEVARLO A CABO.
ESTE ES EL MOMENTO DE PONERLO A MARCHAR.
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PARA QUIENES LO DESEÉN LEER, AQUÍ LO
REPRODUZCO UNA VEZ MÁS:
FABRICA DE CIUDADANOS
El
proyecto que presentamos en este documento está orientado a la creación de
buenos ciudadanos. Nadie parece oponerse a este propósito pero no ha sido
llevado a cabo porque requiere tiempo y perseverancia. Si se lograra implantar
en nuestros países con el rango de política de estado, ello representaría
–probablemente – el arma más eficaz en contra del letargo ciudadano que azota a
nuestros países. El presente proyecto está pensado para Venezuela pero puede
ser aplicado en cualquier país de América Latina
I.
Origen
En 1990 se fundó en Venezuela la organización no gubernamental llamada
“Agrupación Pro Calidad de Vida”, de la cual fui presidente y la cual tuvo una
vida de unos diez años, período en el cual llevó a cabo varios programas de
mejoramiento social basados en el concepto de calidad de vida. Entre esos
programas estuvo el de Educación Ciudadana, el cual se llevó a cabo en escuelas
de Caracas y otras ciudades de país, así como en otros países de la región,
como Panamá y Paraguay. Este programa
llegó a involucrar unos 15000 niños y más de un centenar de maestros
voluntarios, entrenados por nosotros, usualmente estudiantes universitarios.
Fue forzosamente interrumpido por la llegada de Hugo Chávez al poder pero - a pesar de su brevedad - logró hacer un significativo impacto en la
conducta de los niños involucrados y atrajo el interés y apoyo de los padres.
II.
Cuál es su
Razón de Ser
A pesar de sus pasadas bonanzas económicas derivadas del petróleo Venezuela
no ha logrado crear y mantener una alta calidad de vida, entendida como el
bienestar espiritual, físico y social de sus habitantes. La educación ha sido
el punto más débil del quehacer nacional y, sin un buen nivel educativo, el
país no ha logrado incrementos importantes en la generación colectiva de
riqueza, en el buen uso de sus recursos y en el incremento de su bienestar
social.
¿Cuál es el ingrediente “mágico” que ha faltado a los venezolanos para
superar su condición crónica de pobreza y atraso? Ciertamente no ha sido
carencia de ingresos financieros ya que, por el contrario, el país ha recibido
niveles de ingresos de ese tipo muy superiores a los de países de la región que
han llegado a tener altos niveles de calidad de vida. Si tuviéramos que
identificar la carencia de un solo ingrediente requerido para lograr el
progreso, tal ingrediente sería la transformación del venezolano de ser simple
habitante a ser un buen ciudadano activo, miembro integral de la sociedad de la
cual forma parte, en pleno ejercicio de sus derechos y deberes cívicos. La
mayoría de la población venezolana no actúa a nivel ciudadano, con plena
participación en el progreso de la sociedad, sino como integrantes pasivos de
esa sociedad, como seres excesivamente dependientes de un estado
tradicionalmente paternalista. El estado mismo ha promovido entre sus
habitantes creencias y expectativas de
su papel como proveedor de todo lo necesario, frecuentemente exigiendo como
contraprestación lealtades de naturaleza política tribal.
Esta actitud colectiva ha llevado a
Venezuela a comportarse históricamente
muy por debajo de su potencial, a pesar de poseer un país favorecido con
abundantes recursos naturales.
A fin de contribuir a la realización plena de las expectativas venezolanas de ser una nación
socialmente desarrollada hemos elaborado esta propuesta de una Fábrica de Ciudadanos, la cual permita
importantes y favorables cambios actitudinales en la población venezolana que
llevarán a crear una masa crítica de buena ciudadanía activa en el país en el
término de una a dos generaciones.
III.
¿Si la
necesidad de fabricar buenos ciudadanos activos es evidente, por qué no se ha
llevado a cabo?
La necesidad de crear un país con una mayoría de
buenos ciudadanos activos parecería
obvia. ¿Quién podría objetar este proceso?
¿Por qué, entonces, no se ha emprendido esta
tarea con plena decisión? La respuesta parece ser: porque la medición de sus efectos tomaría mucho tiempo, más allá de
lo que el liderazgo político generalmente considera deseable para sus fines. En
efecto, la medida de tiempo usual para un proyecto político es de seis años, la
duración de un ciclo de gobierno. De allí que cada nuevo gobernante traiga
consigo su visión particular, casi siempre con abandono de toda la precedente.
En Venezuela los presidentes del siglo XX estructuraron programas denominados
como La Gran Venezuela, El Gran Viraje,
El Pacto Social y La Reestructuración del Estado, El Cambio Va, cada uno de
ellos orientado a darle un vuelco a la situación del país en el breve término de un mandato de
seis años.
Fabricar ciudadanos es una tarea que tomará entre
una y dos generaciones para que el país sienta su pleno impacto en la conducta
y actitud ciudadana de sus pobladores. Para que el liderazgo político asuma el
compromiso de iniciar y mantener en el tiempo un proyecto de esta naturaleza
deberá ejercer su poder político con grandeza y visión de largo plazo.
IV.
¿Puede lograrse esta transformación?
La educación ciudadana ha sido
definida como una utopía necesaria. Si
existe perseverancia y claridad de propósitos, lograr el resultado
deseado dista mucho de ser utópico. En los países escandinavos, en algunos
países asiáticos, ciertamente en Canadá y los Estados Unidos de Norteamérica,
en Australia, Nueva Zelanda y en algunos países de nuestra región
latinoamericana como Chile, Uruguay y Costa Rica, existen buenos ejemplos de
este tipo de sociedades, donde la mayoría de los habitantes representan un factor
contributivo importante al desarrollo de su comunidad y no un peso muerto. En
su libro “La Democracia en América”, Alexander De Tocqueville dio una
explicación sobre la razón del amor por la democracia, la libertad y el éxito
colectivo que exhibía la sociedad que visitaba y concluyó que la clave de ese
éxito no radicaba en sus leyes ni sus regulaciones sino en las
costumbres y los valores de sus gentes, lo que él llamó “los hábitos del
corazón”. De Tocqueville habló de actitudes ciudadanas de particular
importancia: sentido común, moderación, sabiduría, humildad, autenticidad y
diversidad, cuyo ejercicio explicaba mucho del progreso social estadounidense.
Y es allí donde se centra nuestra propuesta. Se requiere en Venezuela el
establecimiento de un progresivo y perseverante proceso de modificación
actitudinal, el cual permita la conversión de sus habitantes en buenos
ciudadanos activos, tan conscientes de
sus deberes como de sus derechos. No es aventurado decir que solamente un buen
ciudadano activo puede ser un agente efectivo de progreso.
V.
Estrategias
para la implantación de una Fábrica de Ciudadanos
· Un Compromiso
Nacional
El punto de partida para la implantación de un proyecto de esta naturaleza
es el compromiso del liderazgo nacional, en particular el liderazgo político,
pero también el liderazgo de la Sociedad Civil, el conglomerado de
instituciones sociales, no gubernamentales, que constituyen una buena porción
de la Nación. Ese compromiso es necesario porque el proyecto deberá continuar
en vigencia durante etapas de diferentes signos gubernamentales. El Plan
estadounidense para enviar un hombre a la Luna y traerlo sano y salvo de
regreso a la Tierra, el llamado Programa Espacial, fue concebido durante la
presidencia de Kennedy pero su desarrollo fue
llevado a cabo durante las presidencias de Johnson, Nixon, Ford y
Carter. Fabricar ciudadanos no será una tarea más difícil que llevar un hombre
a la Luna pero igualmente requerirá el compromiso de sucesivos gobiernos.
· El Plan deberá
tener el rango de Política de Estado
Por lo arriba expuesto la formulación y ejecución permanente del plan deberá tener el rango de política de estado,
no podrá ser una política particular de un gobierno, la cual pueda ser
revertida por un gobierno posterior. Se trataría de un contrato social
permanente entre el estado y la nación, en base al cual el liderazgo político y
social apoyaría la necesidad de su permanencia en el tiempo.
· El Plan debe
ser formulado en base al estudio y posible adopción de las técnicas educativas
más exitosas conocidas, por lo cual deberá ser el producto de un grupo de
trabajo de la más alta calidad
· La implantación
de Plan y su ejecución en el tiempo deberá ser supervisado y evaluado
regularmente por un Consejo de Educación Ciudadana, el cual esté integrado por
expertos en la materia y por ciudadanos miembros de la Sociedad Civil
venezolana
VI.
Características
esenciales del Plan
El Plan debería tener características de la siguiente naturaleza, sin que
lo expuesto aquí tenga un carácter exhaustivo:
· Permanente en
el tiempo
· De carácter
obligatorio en todas las instituciones educativas del país, en todos los
niveles de educación primaria y secundaria.
· Aplicado a
todos los estudiantes venezolanos de esos niveles, es decir, cubriendo las
edades desde, aproximadamente seis años, hasta aproximadamente 18 años, cuando
el estudiante ingresa a la universidad o decide ingresar al mercado de trabajo
· Ejecutado por
un núcleo de maestros profesionales reforzados por un grupo de entrenadores
voluntarios debidamente entrenados para tal fin, cuyas filas provendrían,
preferentemente, del nivel universitario. Ello tendría la doble ventaja de
establecer diálogos sobre el tema ciudadano entre niños y jóvenes, minimizando
la brecha generacional que podría influir sobre la eficiencia del programa.
Esta tarea daría a la juventud universitaria la oportunidad de hacer labor
social voluntaria, factor que es característico de las sociedades desarrolladas
· Probablemente
deberá estructurarse un período inicial de preparación de los recursos humanos
a ser utilizados en el Plan, el cual tomaría uno a dos años y podría ser
llevado a cabo por expertos tanto venezolanos como de países donde el sistema
de educación en valores esté bien desarrollado
VII.
Contenido del Plan
El contenido del Plan de Educación
Ciudadana deberá ser elaborado por gente de la más alta experticia y
experiencia en el campo educativo de los valores. En este campo no es deseable
la improvisación. En nuestro programa arriba mencionado, el cual fue de modesta
dimensión, contamos con la participación de educadores expertos, ciudadanos
idealistas, llenos de entusiasmo, sin remuneración alguna que no fuese el
reconocimiento de los niños y los padres. Estoy seguro de que estos hombres y
mujeres aún están dispuestos a colaborar en esta bella tarea.
· Deberá hacerse
una cuidadosa selección de los valores y las actitudes que serán objeto de
enseñanza. Existen valores y actitudes de rango universal cuya enseñanza
repetitiva y sistemática lograrán
convertirlos en una segunda naturaleza para el estudiante. Ejemplos: la
auto-estima; la tolerancia; el respeto por el derecho ajeno y por la vida
humana; la amistad; la toma de iniciativas ciudadanas; el liderazgo; el
altruismo; la compasión; el uso eficiente del tiempo; el uso racional del
dinero; la necesidad de tener un plan de vida; la vida en democracia; derechos
y deberes ciudadanos.
· Las técnicas de
enseñanza deberán ser adoptadas en base a los mejores ejemplos existentes. Soy
un buen creyente en el diálogo como instrumento eficiente de enseñanza y como
alternativa a la enseñanza unidireccional, aunque es indudable que cada técnica
educativa tiene su importancia.
VIII. Evaluación y
resultados esperados
Un plan de esta naturaleza deberá ser evaluado con regularidad en el
tiempo. No sería posible medir su eficiencia a corto plazo. Estimo que una
primera evaluación general podría hacerse al cabo de unos dos a tres años de
plena implantación del programa. Por supuesto, será necesario una continua
supervisión/monitoreo del Plan, lo cual formará la base de la evaluación
general periódica. Es fácil imaginar que un niño que comienza el plan a los
seis años ya habrá internalizado mucha de la enseñanza ciudadana cuando llega a
los ocho años y mucho más cuando llega a sus
diez y doce años de edad. Con la llegada a la adolescencia se esperaría
que el joven haya adoptado valores y
actitudes ciudadanas fundamentales casi como una segunda piel, una segunda
naturaleza. Ese sería el resultado esperado del Plan. Todavía, en ese momento,
el joven tendría seis años más de contacto con el plan, con sus interlocutores
y estaría listo para convertirse – en el umbral de su entrada a la universidad
o al mercado de trabajo- en futuro
entrenador de sus compatriotas más jóvenes. En ese momento se establecería un
circulo virtuoso en el cual el niño, como decía el poeta Woodsworth – llega a ser padre del hombre. Entonces:
· Veríamos un
“milagro”, que no sería tal sino el resultado de un esfuerzo sistemático, de la
conversión de la relación patrón-cliente históricamente predominante en el
petro-estado venezolano, en un digno contrato de ayuda mutua y voluntaria entre
los mismos venezolanos para generar más y mejores buenos ciudadanos activos
· Estaríamos asistiendo a la creación de
ciudadanos convencidos de que su futuro está en sus propias manos y no en las
de las manos de un Estado benefactor, o de un líder mesiánico o del producto
inevitable del destino.
IX.
Alianzas posibles y financiamiento
Un Proyecto/Plan de magnitud nacional y de duración permanente requiere de toda
la ayuda internacional que pueda obtenerse. En la coyuntura actual venezolana,
en la cual la Nación se encuentra en el umbral de una alborada de democracia y
libertad, se abren amplios caminos de colaboración con un mundo desarrollado y
deseoso de ayudar. El mundo exterior está dando muestras de un inmenso deseo de
colaboración con un país que ha sufrido demasiado a manos de una pandilla
criminal. Este proyecto tiene varias características que lo hacen
particularmente atractivo para ser coordinado y patrocinado por la OEA,
asistida financieramente por el Banco Interamericano de Desarrollo y/o los
grandes países de la región, Estados Unidos y Canadá, así como por la Unión
Europea:
· No requiere
grandes inversiones en “hardware”
· Ayudaría a un
país, Venezuela, a incorporarse plenamente al concierto de las naciones
desarrolladas
· La naturaleza
misma del proyecto lo hace capaz de ejecución sin grandes cargas burocráticas.
· En el campo de
las relaciones internacionales este es un proyecto que tiene estrecha relación
con lo que Joseph Nye (Harvard) ha definido como “soft power”,
el poder blando, de naturaleza cultural y educativa, lo cual lo hace
particularmente atractivo para los grandes países desarrollados, creando
significativa buena voluntad entre los países
· El
financiamiento de este proyecto no requeriría sumas extraordinarias, fuera del
presupuesto normal del país, reforzado por donaciones puntuales de países
amigos.
X.
Una Utopía necesaria y realizable
¿Será posible tener una Venezuela en este siglo XXI dotada de una masa
crítica de buenos ciudadanos? No hay duda. Todo lo que se requiere es el
patrocinio de una organización de peso regional e internacional, de países
democráticos y de individuos en Venezuela y en la región que puedan promover
este proceso de transformación actitudinal.
La oportunidad parece ser la ideal para una Venezuela en el umbral de un
cambio importante de dirección política.
Estoy a la orden para cualquiera discusión sobre este proyecto.
Gustavo Coronel
Ciudadano Venezolano
Agrupación Pro Calidad de Vida, 1990-2010
COENER
Gente del Petróleo
ACAN, Anti Corruption Advocay Network