Emigrar, alzarse o bajar la testuz: las tres alternativas venezolanas

El coro de castrati está trabajando sobretiempo 

Tengo 11 años de haber emigrado de Venezuela. Si me hubiera quedado, probablemente  ya estaría muerto, bien de una puñalada asestada por un hampón enviado por el régimen o de un infarto causado por la frustración de contrastar a diario  el país en el cual vivía con el  país deseado, un país limpio, democrático y civilizado. O estaría en la cárcel junto con Leopoldo López. O estaría pensando activamente en la rebelión como única alternativa frente a la injusticia y el hamponato en función de gobierno y en como restituír la democracia y la civilización desplazada por el hamponato chavista (lo que llamaría Maduro “conspirar”). Decidí  irme porque no hubiera podido bajar la testuz y porque me pareció que había demasiados compatriotas que parecían estar felices de recibir limosnas y promesas de un régimen que les quitaba, dia a dia, la dignidad. En Noviembre de 2003 me fui de Venezuela, para no volver sino el día en que los hampones hayan salido del gobierno. Y si eso no sucede, pues no regresaré . Pero, bajar la testuz? Jamás.

Hoy estoy más convencido que nunca que este régimen tendrá que salir por la vía de una rebelión civil que incorpore sectores militares, de la misma manera que salió  Pérez Jiménez. Pero cada dia que pasa hay menos y menos Venezuela que rescatar, porque el país está en ruinas, degradado moralmente, manejado a su antojo por una pandilla de unos 400-500 hampones con o sin uniforme que se están enriqueciendo vilmente mediante el peculado y el narcotráfico.   Lo que está ocurriendo en el país en relación con los funcionarios que debían ser elegidos en base a la constitución y que han sido seleccionados a dedo, en un acto excrementicio e incestuoso avalado por el coro de castrati del TSJ, me reafirma en mi creencia que el hamponato chavista no saldrá por las buenas del poder sino que tendrá que ser sacado a empujones. Me apena ver como la oposición organizada en la MUD se ha prestado, de nuevo, a una farsa que los degrada a ellos y los baja de nivel, cerca del hamponato chavista.

Uno de los tipejos “elegidos” para el Poder Moral , de apellido Galindo, es ahora Procurador y Contralor. Es decir, que debe proteger y defender al estado forajido pero también debe vigilarlo y obligarlo a andar dentro de la ley. Como hará este tipo su trabajo?  Quien puede aceptar de buena gana a la Sra. Ortega Díaz como Fiscal, re-elegida a juro por una Asamblea Nacional que está en manos de uno de los capos de la pandilla? Y, ahora, que dicen quienes criticaron la abstención que nos llevó, hace algunos años,  a una Asamblea Nacional sin representación de la oposición?  Aquella abstención al menos salvó la dignidad de los abstencionistas. Esta vez, los diputados de la oposición no han hecho sino un triste papel de comparsa.

Francisco Toro, en Caracas Chronicles, se refiere hoy al acto de la Asamblea Nacional, como el mojón más grande que hayan producido Diosdado Cabello y los castrati del TSJ. Ver:  http://caracaschronicles.com/2014/12/22/your-christmas-turd-courtesy-of-diosdado-cabello-and-tsj/ Diego Arria escribe que estos actos condenan a muerte a la próxima Asamblea Nacional. Ver: http://diariodecaracas.com/politica/diego-arria-que-significara-entonces-votar-eventual

Ahora los castrati del TSJ elegirán a los miembros del CNE, en violación de la constitución de 1999, que debería llamarse la novia del regimiento, mil veces violada. Regresarán las rastreras Oblitas y Lucena, continuarán los abusos electorales del régimen y, una vez más, la MUD alzará la voz de protesta brevemente, para luego callar ponerse en pensar en las próximas elecciones. Esa Venezuela  no la quiero, se las regalo a los hampones chavistas  y a la MUD.

Como ir a elecciones en este pozo séptico que es el régimen político venezolano?  Frente a esta podredumbre moral, en la cual los miembros del régimen se cobran y se dan el vuelto no caben sino tres caminos: o emigrar, o alzarse o doblar la testuz. Los dos primeros caminos convergen porque quienes han emigrado lo han hecho como protesta contra el régimen, para salvar su dignidad. Quien emigra está alzado contra el régimen de hampones del chavismo.  

Y hay muchos que regresarían tan pronto alguien en Venezuela pegue un grito de libertad.