“Falleció desafortunadamente por complicaciones cardíacas, tenía ya días,
tiempo, siendo atendido en el Hospital Militar por instrucciones precisas del
presidente, Nicolás Maduro”.
Diosdado Cabello
Así informó al país Diosdado Cabello
sobre el fallecimiento de Nelson Martínez, ex-ministro de Energía y Petróleo y
ex-presidente de CITGO y de PDVSA. Este alto funcionario del régimen chavista
estaba preso por instrucciones precisas del mismo Maduro desde hace más de un
año, sin que se le siguiese un proceso. Preso, sin que el país supiese exactamente
de que se le acusaba, ya que los escuetos detalles que se conocen no permiten
tener una clara razón para su confinamiento. Según lo que hemos leído el Sr. Martínez
falleció de complicaciones múltiples cardíacas y renales y de una septicemia.
Esta causa de muerte sugiere negligencia en el tratamiento de su aflicción.
Llama la atención lo que dice Cabello,
como si ello fuera garantía de eficiencia: “estaba siendo atendido en el Hospital
Militar por instrucciones precisas del presidente, Nicolás Maduro”. En nuestro triste y arruinado país
parece ser necesario que la persona sea del interés del llamado presidente Maduro
para ser atendida.
Todo parece ser así. Se pagará la jubilación a
los ancianos por órdenes del presidente. O llegarán los perniles a Maracaibo
por instrucciones del presidente, quien está encargado personalmente de la
gestión porcina. Y esto no es nuevo. Ya Chávez decía, cuando la situación del
país se derrumbaba bajo su grotesco caudillismo, que “se encargaría
personalmente de la situación”, a fin de hacerle creer al país que todo se
compondría.
Lo cierto es que Nelson Martínez, con o
sin instrucciones precisas del payaso de Miraflores, fue mal atendido en el
hospital y se murió, otro muerto más de los centenares que se le pueden achacar
directamente al ilegítimo bufón que se sienta en Miraflores.
Esto pasa a diario en el sufrido país
que es Venezuela, pero que pase con sus propios ministros y altos funcionarios
es algo de demuestra el grado de descomposición al cual ha llegado el
narco-régimen venezolano, el cual debe ser sacado a patadas del poder, ya sea
por los propios venezolanos o – si ello no es posible -por fuerzas externas.
4 comentarios:
Se dice que el tipo era de oposición a Chávez hasta 2002 cuando se plegó a la invasión comunista. En cierta forma cosechó lo que sembró.
Independientemente de su actuación al servicio del régimen, la cual he criticado en este blog, me refiero a lo absurdo de su muerte, a la manera como este régimen desprecia la vida humana, hasta la de sus propia gente.
Todas las revoluciones, especialmente las comunistas que siempre terminan en dictaduras, se comen a sus hijos. Recordemos algunos casos: Trotsky, Cienfuegos, Che Guevara, Chavez entre muchos otros. Algunos los matan sin piedad, a otros los dejan morir abandonados en carceles o en algun hospital con instrucciones claras de no hacer muchos esfuerzos por sus vidas. Tambien hay los que envian lejos y luego le dejan saber al enemigo por dónde andan.
Pero peor les pasa a los que se oponen al regimen, especialmente si no son personajes conocidos. Así han sido torturados, muerto o desaparecido miles y hasta millones de personas. Es el sistema comunista que perfeccionó Stalin y siguió Castro en nuestro patio.
Asi paga el diablo al que bien le sirve............
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