Un reciente artículo escrito por José Antonio Gil Yépez sobre Venezuela, ver: https://www.descifrado.com/2022/03/16/cambiamos-el-juego-por-jose-antonio-gil-yepes/ describe un mejoramiento de la situación del país. Con la ayuda de estadísticas Gil Yepes dice: “ En días recientes he enviado por las redes sociales mensajes que reportan la recuperación económica que está ocurriendo desde principios de 2019, cuando el gobierno de NM liberó los precios, el cambio, la circulación de las divisas y bajó los aranceles. Este proceso, aunque lento y con resultados modestos, tiene cada vez algo más de impacto positivo sobre la población. Por lo que también coincide y he reportado que los resultados de las Encuestas Ómnibus Nacional de Datanalisis muestran mejoras en la percepción de la Situación País, aunque siga en negativo. La Situación Personal mantiene un balance positivo, entre 52 y 58%, desde hace casi un año. Lo mismo ha pasado con la evaluación de gestión de NM, la cual sigue muy baja, pero ha subido de 12 a 20% en un año, pasando del sexto lugar en el orden de aprobación de los líderes políticos nacionales (gobierno y oposición) a ser el menos mal evaluado de todos ellos. En la Encuesta Multisectorial Empresarial de Escenarios Datanalisis los resultados son más (sic)alagüeños: todos los sectores dicen que están mejor que hace un año y esperan estar mejor aún en los próximos doce meses:.
En su twitter Gil Yépez ha agregado: "La devolución del Sambil La Candelaria ratifica los cambios de la política económica del gobierno hacia una política con amplia cabida a la inversión privada".
En el artículo que mencionamos Gil Yépez se sorprende,
quejoso, que sus evaluaciones positivas hayan recibido rechazo, el cual ha
llegado, dice, a : “descalificaciones
e insultos personales, tales como “¿Y cuánto te pagaron?”. Agrega Gil
Yepes: “ no basta manifestar un
desacuerdo sino que hay que asesinar moralmente al otro, a pesar de que estos
cambios positivos los están reportando decenas de fuentes económicas nacionales
e internacionales y varias encuestadoras nacionales en cuanto a la opinión
pública”.
Lo que la gente rechaza es que Gil Yepes diga esto
dando a entender que el país se encamina hacia una franca recuperación, sin
pensar que la inmensa mayoría del pueblo venezolanos,
dentro y fuera del país, sigue sufriendo la crueldad y codicia de un régimen
forajido, el cual ha destruido al país. Los venezolanos vemos las afirmaciones
de José Antonio como hubiesen visto los judíos perseguidos por Hitler los informes
positivos sobre la economía nazi publicados en el Der Datenanalyse de la época,
o como los ucranianos y toda persona
decente verían a los rusos distribuir comida a los sobrevivientes de la
población que han masacrado. El rechazo es en contra de lo que perciben, justa
o injustamente, como un intento de Gil Yépez de mostrar al régimen como
merecedor de elogio por estar bien encaminado. La sensación que muchos experimentan
al leer a Gil Yépez es que, o bien le falta sensibilidad, o muestra descaro. En
verdad, es difícil pensar que un hombre como él, quien fue perseverante militante
de grupos de reflexión modernizantes y dedicados a cantar las loas de la
democracia como fueron el Grupo RORAIMA o el Grupo SANTA LUCÍA, esté ahora en
el plan de mostrar la fracción minúscula de la cara amable del régimen, cuando
el resto de la carota deforme y horrible es la que prevalece.
Debería reflexionar Gil Yépez que el trabajo de un
encuestador o de un politólogo debe tener un componente ético que vaya más allá
de mencionar y celebrar simples estadísticas, sin pensar en el impacto desmoralizante
que ellas puedan tener sobre la población. A los miembros de la diáspora,
muchos de quienes han tenido que caminar un continente entero para alejarse del
sufrimiento en Venezuela, no le puede agradar que Gil Yépez destaque el avance
en la popularidad de Maduro o elogie la devolución del SAMBIL como señal de políticas
públicas sanas por parte de Maduro, mejor conocido por los venezolanos como un
títere del régimen cubano, patrón de narcos, cruel, cursi e ignorante.
Por supuesto, Gil Yépez tiene derecho a ejercer su
actividad de encuestador y de politólogo en Venezuela, actividad que le
presenta dilemas como el que es objeto de esta nota, es decir: ¿reporto la popularidad
creciente de Maduro, así – sin anestesia, o la condiciono? El lector de las
encuestas y de lo que dicen sus encuestadores generalmente reacciona emocionalmente a lo que leen y puede sospechar la presencia de una intención de jugar el juego del dictador. Como lector, yo pienso que DATANALISIS, al igual que
otros encuestadores como Oscar Schemel y Jesús Seguías, están jugando ese juego
y, al decirlo, corro conscientemente el riesgo de ser injusto.
Hay algo que dice Gil Yépez al final de su escrito que parece
dar una clave adicional sobre su manera de pensar. Dice: “En la sociedad moderna, plural por
excelencia, la pregunta clave no puede ser quién tiene la razón, sino cómo nos
ponemos de acuerdo”. Decir esto sin
condicionar la frase es peligroso porque corre gran riesgo de ser mal
interpretado. Así, en frío, parecería decir: no importa que Maduro sea un
dictador y un narcotraficante y un títere de los cubanos y haya destruido al
país. Vamos a ponernos de acuerdo con él, ya que vivimos en una sociedad “plural”.
En materia ética y moral no hay “pluralidad”. Se es o no se es.
1 comentario:
La verdad, Coronel, es que caimos todos en una farsa, los "opositores" jamás quisieron salir de Chávez y menos de Maduro, y el "chavismo" necesitaba de los "opositores" tanto o más para permanecer robando forever.
https://www.youtube.com/watch?v=ydMUZvCeUCg
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