Un Paraguay inmenso entre villas y cas (t)illas.
De nuevo, vimos un partido rarísimo, casi kafkiano en sus dos penalties fallados y uno no fallado pero anulado. En la agonía del partido Villa hizo un pase extraordinario y el atacante estrelló el balón contra el arco, el cual rebotó a los piés de Villa quien lanzó y marcó. Paraguay fue un admirable David al Goliath español. Por gran parte del partido mandó en la cancha y se va del mundial con la frente muy en alto. Mucho mejor los jugadores que la actitud de la prensa paraguaya y de algunos ciudadanos, bastante xenofóbica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario