Blasfemias hoy, leyes mañana

Soy de quienes piensan que PDVSA es irrecuperable y que debe ser eliminada a favor de un sistema diferente de administrar la industria petrolera. Soy de quienes piensan que las fuerzas armadas venezolanas no cumplen ningún papel positivo, por lo cual deberíamos eliminarlas en favor de una policia nacional más modesta, para fines de seguridad doméstica y sin tanta parapernalia. Ahora, con las revelaciones del duo Aponte – Velásquez, me sentiría tentado a decir: terminemos con esta cloaca que es el sistema judicial venezolano.

Sin embargo, si seguimos por este camino, terminaríamos en el absurdo de tener que eliminar el país, porque el problema es que en Venezuela todo parece haberse podrido, como los alimentos en los contenedores de PDVAL. Enfrentamos una crisis moral de incalculables proporciones. El gobierno está hoy convertido en una pandilla de hampones, extorsionistas, secuestradores y narcotraficantes. No se trata ya de un escándalo o varios escándalos. Se trata de que el gobierno mismo es un gigantesco escándalo. Y esto está a la vista. Sus integrantes han perdido ya todo pudor y hasta se sienten orgullosos de ello. Hasta se permiten criticar a los venezolanos decentes, achacándoles las mismas lacras que ellos han llevado a la perfección. Un pequeño ejemplo: Elías Jaua critica a Henrique Capriles Radonsky por haber visitado  Colombia, alegando que ha abandonado sus deberes como Gobernador de Miranda por algunas horas.

Como puede este miserable decir esto , con su cara muy lavada,  cuando su jefe tiene meses ausente de sus deberes de presidente y hasta una casa tiene en La Habana?  El abandono de la presidencia por parte de Hugo Chávez es uno de los mayores crímenes de estado que presidente venezolano alguno haya podido cometer. Es un crimen porque un presidente no tiene sino dos alternativas: o puede ejercer sus tareas y las ejerce o delega sus tareas en quien pueda ejercerlas. Esto, además, es un imperativo constitucional, no está sujeto a elección por parte del presidente. Pero estos hampones han decidido limpiarse el fundillo con la constitución y Chávez ha llegado al extremo de dar órdenes y “gobernar” por “twitter”. A lo sumo traslada a sus borregos, en masa, a La Habana para tener un “gabinete”, a un costo obsceno, dinero que pudiera ser mucho mejor utilizado por la nación.

Algun día tendremos una Venezuela de ciudadanos, no una montonera indiferente ante todo lo que no sea la limosna del estado. Tendremos una Venezuela cuyo petróleo y otras actividades económicas sean manejados por el sector privado y no sean rehenes de ideologías obsoletas sobre lo “básico” y lo “estratégico”. Tendremos una Venezuela civilizada y civilista, donde la Fuerza Armada como factor de opresion y de soporte para los tiranos haya desaparecido. Una Venezuela donde no sea necesario excluir a un sector de la sociedad para incluír a otros, ya que en una verdadera nación debemos tener cabida todos sin excepción.

La tendremos algun día? No lo sé. Pero el tiempo se nos acaba para construírla. Y digo que se nos acaba porque el planeta marcha hacia procesos de integración política que podrían hacer desaparecer fronteras en el próximo siglo. No es descartable que debamos regresar, más temprano que tarde,  al concepto de una Gran Colombia, o como se quiera llamar, para hacer viables en el concierto de las naciones a paisitos que están dejando de ser viables,  cada cual por su lado.

Como ha sucedido incontables veces antes, las blasfemias de hoy serán las leyes del mañana.

“E pur si muove”….