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Ayer Domingo se repitió el
dramático encuentro entre Mariano Rivera, el mejor cerrador del besiból, y Miguel
Cabrera, el futuro miembro del Hall de la Fama, cuya estatua adornará a
Comerica Park para que la visiten nuestros biznietos. Ayer, los Tigres llegaron,
de nuevo, al novena inning perdiendo por dos carreras. Y de nuevo los Yankees pusieron a Mariano Rivera a cerrar el último episodio. Cabrera llegó a
batear con las bases limpias, comenzando el inning. Rivera se dice: “esta vez
no cometo el mismo error de ayer. Lo voy a ponchar”. Y lo pone, de nuevo, en
dos strikes. Sin embargo, al siguiente lanzamiento, esta vez afuera, Cabrera le
conecta un jonrón por el parque derecho. Rivera vuleve a abrir la boca,
asombrado. Giradi, el manager de los Yankees, mueve la cabeza. Tori Hunter, el
compañero de Cabrera que se ha convertido en su mejor Gerente de Relaciones Públicas,
sonríe ampliamente desde la cueva.
Dos...
Pero la cosa no termina allí.
Después del out de Fielder viene a batear Víctor Martínez, quien está experimentando
un resurgimiento notable con el madero. Martínez adora los lanzamientos pegados
al cuerpo, los cuales jala con facilidad. Y eso es lo que Rivera, quizás aun
distraído por lo que le acaba de suceder, le ofrece. Martínez ve condeleite llegar ese melón y lo
destroza, enviándolo al segundo piso del jardín izquierdo, otro jonrón, aun más
largo que el de Cabrera.
Desconcierto general en las filas
de los Yankees. Luego, un jugador de los Yankees que no pega jonrones, Bret Gardner,
le pegaría uno al lanzador relevo de los Tigres, en el tope del novena inning,
para dejarlos en el terreno.
Pero como sucede en boxeo, a
veces el ganador es el que queda peor parado, con los ojos como un cacure.
4 comentarios:
Excelente reseña, sin ambargo, como el título de la canción de ABBA, "The Winner Takes It All" o, para decirlo con palabras de Pete Rose: “Somebody's gotta win and somebody's gotta lose and I believe in letting the other guy lose.”
Como dijo McCarthur: "There is no substitute for victory."
Bueno, en el contexto general de las cosas, los Tigres mantienen una appreciable ventaja. De allí que no hiciera mucho énfasis en la pérdida del partido, aunque ello no es lo deseable. Me pareció ue el mensaje de los tigres, mi equipo favorite, era: "no nos rendimos nunca". Un lema, por cierto, que pudiéramos aoptar en Venezuela contra el régimen que nos arruina.
Saludos,
Gustavo
No problem, Mr. Gustavo. Saludos, amigo, de un fanático de los Yankees que, sin embargo, es, primero que todo, un amante del beisbol y seguidor de la actuación de los venezolanos, desde que tiene uso de razón, esto es desde aquel jonrón con el que Mazeroski le ganó la Serie Mundial a los Yankees en 1960.
VIVAN LOS YANKEES:27 Worlds Series.
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