Con nostalgia vemos el final de
otra temporada de beisból de Grandes Ligas. Fueron seis meses y un poco más de
maravilloso entretenimiento. Mi esposa y yo tenemos hace algunos años una
suscripción por cable ($130 al año) que
nos permite cada día ver o seguir todos los juegos de las ligas mayores y ver a
nuestros jugadores favoritos en acción. Nuestro equipos favoritos son, en orden
descendente: Washington Nationals, Detroit Tigers, Baltimore Orioles, quizás
los Gigantes de San Francisco y… pare
usted de contar. Yo gozo viendo perder a los Yankees y mi esposa siente el
mismo “odio” visceral hacia los Medias
Rojas de Boston.
Este año hemos disfrutado de una
temporada extraordinaria de algunos jugadores venezolanos: Miguel Cabrera,
Aníbal Sánchez, Víctor Martínez y Omar Infante de los Tigres, Carlos Gonzalez
de Colorado y algunos otros. Hemos seguido con simpatía el progreso de Avisaíl
García, quien fue cambiado – en mala hora – de los Tigres a los Medias Blancas.
En general la gran cantidad de jugadores
venezolanos en las ligas mayores se ha comportado dignamente. Nos preocupan
Johan Santana y Félix Hernández, porque vemos que su labor no se corresponde
con el alto salario que obtienen. Ciertamente
no es culpa de ellos, pero no nos agrada
ver a un compatriota obtener una remuneración desproporcionada a su rendimiento.
Nuestro país no está para que sus hijos
no estén a la altura. Ya tenemos demasiado lastre y desastre en la función pública y
demasiados deportistas parásitos - chupa
dólares.
El beisból de las Grandes Ligas nos
alegra esta etapa de nuestra vida. Ya nos desconectamos de la pelota del Caribe
y no sé si Camaleón García todavía está jugando la tercera base del Magallanes.
Espero que sí.
Esta es una etapa hermosa de la
vida, aunque ya linde con el final. Es una etapa que nos releva de las cargas y
que nos permite ver hacia atrás con orgullo y tiende sabiamente un manto espeso
frente a un futuro que ya no nos pertenece.
2 comentarios:
Muy bonito el mensaje:
Creo que para un ser humano que pueda irse a la cama con la conciencia tranquila, que busque algo nuevo que aprender, que cada centavo que tenga lo haya trabajado honestamente y que sobre todo tenga a su familia cerca, cada dia es provechoso! La paz interior es una bendición, y éso es el verdadero lujo.
Por eso es que para los chaburros, roben lo que hayan robado, no les es fácil el tránsito. Veale las caras a cada uno de esos seres. Respiran es resentimiento. Podran tener audis como Rodriguez, o volar en Falcons como Ramirez, o pasear y gastar a manos llenas en Toronto como la infanta. Pero se les nota esa vaina a leguas y todo les sale mal. Sera por algo. A eso le llaman karma y lo están viviendo los coños.
Hablando de eso mira Gustavo, se les acabaron los reales a la Cancilleria y estan peleando que les paguen:
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=995776
pero tienen patria ;)
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