MEMO A MOLERO

Muchas condecoraciones, ganadas donde? 

Sr.Molero:

Como ministro de la Defensa su mision esencial es la de proteger la integridad de nuestras fronteras, en lo físico, y de nuestra constitución, en lo politico. La Fuerza Armada que usted representa no hace hoy ni lo uno ni lo otro. Nuestras fronteras son porosas, violadas a diario por garimpeiros y narcotraficantes. La historia de estas continuas violaciones a nuestras fronteras indica que existen miembros de esa Fuerza Armada quienes son cómplices de estos ilegales. Los Estados Unidos ha ido  hasta indiciar a militares de alta graduación de ser activos cómplices del narcotráfico y del terrorismo de las FARC. Los venezolanos viven hoy en un Petroestado declinante y en un Narcoestado floreciente.

Grave como es este aspecto de la actuación de la Fuerza Armada, no es el peor. Es más grave aun la actitud de la Fuerza Armada, y de usted como su vocero, ante la tragedia política que se desarrolla en nuestro país. Repetidamente usted se ha puesto publicamente al servicio de un sátrapa y ha hecho profesión de militancia en un proyecto politico y de sumisión personal a un hombre, olvidando sus deberes hacia la Constitución y hacia la Nación. Sus últimas declaraciones reiteran esta actitud contraria a sus deberes con el país. Ha dicho usted   : “Caracas, 16 ene (EFE).- La Fuerza Armada Bolivariana (FANB) dijo hoy, en un "pronunciamiento de apoyo y solidaridad" al presidente, Hugo Chávez, que "acata y hará cumplir" los fallos de los poderes Judicial y Legislativo sobre la continuidad del Gobierno”.

Al decir esto usted no solo se pone al servicio de unos hombres y de un proyecto politico sino que le da espaldas a la Constitución. Peor aun, usted amenaza a quienes se oponen a la comedia con reprimirlos si manifiestan publicamente su inconformidad. No otro significado tiene eso de “hacer cumplir” lo decidido a espaldas de la Constitución. Eso, Sr. Molero, es gorilismo, sobre todo porque la abrumadora mayoría de juristas y constitucionalistas de nuestro país califican la decisión del invertebrado Tribunal Supremo de Justicia como una grotesca farsa juridica.  

Aunque usted hubiese guardado un decoroso silencio ya tendría conflictos con la naturaleza de su mision y de sus deberes. Pero al plegarse activamente a una violación de nuestras leyes usted se hace cómplice declarado e inequívoco de un grupo de aventureros politicos y, de manera desafiante, se pone de espaldas a lo que reza nuestra Constitución.  

Le digo esto, Sr.Molero, para que mañana no pueda usted alegar que no se lo dijeron. Algun día la patria se lo reclamará. 

Gustavo Coronel