martes, 18 de febrero de 2014

Maduro, Dudamel y El Sistema: un dilema ético




He estado leyendo un extenso escrito de Carlos Goedder, quien escribe desde Bogotá. Habla con severidad sobre como los venezolanos, quienes no se han preocupado mucho en el pasado por criticar la inmoralidad que caracteriza nuestra sociedad, se han dedicado, ahora, a criticar a Gustavo Dudamel. Goedder hace una apasionada defensa de Dudamel y de El Sistema, el bello programa que mantiene a miles de niños venezolanos fuera de las calles. El escrito es demasiado extenso para comentarlo en su totalidad pero deseo transcribir una buena parte a fin de hacer algunos comentarios. Puede leerse en su totalidad en: http://www.ideasdebabel.com/home/?p=32674 . Está muy bien escrito y el dilema ético que plantea no es de fácil solución, como es el caso de muchos dilemas de este tipo. Mis comentarios van en itálicas inmediatamente después de los párrafos que ocupan mi atención.
El escrito se llama:
Gustavo Dudamel EL ATROZ ENCANTO DE LA VENEZOLANIDAD 
Por: Carlos Goedder
Goedder:
…Apostaría que el 50% de los adultos indignados venezolanos lo están precisamente por las crecientes restricciones que en 2014 se han generado para conseguir esos dólares subsidiados: escasez de boletos aéreos que son necesarios para el ansiado cupo de dólares (regalados a un precio equivalente a menos del 10% del precio de mercado); prohibición de enviar divisas hacia Colombia, paraíso de los negociantes del dólar, cuya proximidad geográfica permite inventarse compras falsas, espurios envíos de remesas a parientes….
Mi comentario: Este párrafo es importante porque crea el talón de fondo para los argumentos posteriores de Goedder. Según él una buena mitad del país estaría inhabilitada para criticar a nadie en materia ética porque son copartícipes del desastre moral. Realmente no sabría si el 50% que él menciona es la cifra correcta pero, cualquiera que sea la cifra, deja un apreciable  porcentaje de venezolanos quienes no son copartícipes del desastre moral y quienes han conservado intacta su autoridad moral para hablar de estos temas.  
Goedder:
 ..la protesta de los estudiantes ha sido una ansiada nota de dignidad y moral en medio de una sociedad que lleva décadas inmersa en este tipo de negocios, alcoholizada o inmersa en fiesta, donde un grupo minoritario de personas intenta buscarse la vida honestamente. La inmolación de estos estudiantes recuerda abril de 2002, cuando la insurrección popular logró deponer el chavismo… Dolorosamente, en este momento vuelve a ocurrir lo de 2002: los políticos de la oposición andan sin un liderazgo claro y el candidato que se dejó arrebatar su legítimo triunfo presidencial en 2013, cree estar haciendo política en Disneylandia y desperdicia una oportunidad histórica (sus declaraciones están en http://mexico.cnn.com/mundo/2014/02/15/los-venezolanos-no-somos-violentos-dice-capriles-a-manifestantes).......
Mi comentario: Goedder ve a los estudiantes como poniendo una nota de dignidad en una Venezuela que se mantenía aletargada. Compara esta situación con la de Abril 2002. Con ambas apreciaciones estoy de acuerdo. No acompaño a Goedder en lo de la ausencia de un liderazgo claro. Creo que lo que está sucediendo es obra de un liderazgo claro por parte de López, Machado y Ledezma, además de Diego Arria y otros Venezolanos que han dado un paso al frente.Este liderago cree que es necesaria la protesta pública, la insurgencia civil no-violenta, para tratar de restituir la dignidad al país. Podemos criticar a uno que otro líder pero es evidente que lo que está ocurriendo en este momento en Venezuela no es puramente espontáneo. Hay un liderazgo que, además, parece estar dispuesto  a perseverar.  
Goedder:
No obstante, en medio de esta situación, las redes sociales venezolanas han encontrado un culpable para dirigir toda su furia: el director orquestal Gustavo Dudamel…. En su país se opta por boicotearlo y colocarlo como blanco de cuanto insulto y manifiesto se ocurre en Facebook o Twitter. El 12 de febrero, Día de la Juventud en Venezuela, Dudamel tenía programado un concierto oficial conmemorando el aniversario de las Orquestas Juveniles Venezolanas, El Sistema, originado el 12 de febrero de 1975 y liderado desde entonces por José Antonio Abreu (entre muchos reconocimientos, este Sistema cuenta con el Premio Príncipe de Asturias). Las orquestas tienen apoyo estatal desde la FESNOJIV (Fundación del Estado para el Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela). Lógicamente, el concierto conmemorativo tuvo invitados del Gobierno. Ese mismo día y en simultáneo estaban ocurriendo los primeros choques del régimen con los estudiantes, quienes a su modo celebraban el mismo Día de la Juventud. Vaya uno a saber si Dudamel, inmerso en las responsabilidades de un concierto y probablemente recién bajado del avión, se enteró de lo que pasaba mientras dirigía.
Mi comentario: En este párrafo Goedder entra de lleno en el tema de Dudamel. No creo, como él dice, que Dudamel se haya convertido en chivo expiatorio ni que sea blanco de cuanto “insulto” ocurra en Facebook y Twitter. Es cierto que la desafortunada coincidencia de los sucesos de Febrero 13 con el concierto que daba Dudamel haya indignado a muchos venezolanos. La indignación de muchos no existiría si, por ejemplo, el Potro Alvarez o Cecilia Todd hubiesen cantado y bailado ese día. Existe, precisamente, por el relieve de Dudamel y porque es una figura pública de mucha importancia. Su categoría de “role model” le imparte a su postura frente al país un apreciable poder simbólico. Por ello se le critica que haya validado, con su silencio, el atropello que este régimen mantiene contra los venezolanos, no solamente el día 12 febrero pasado, sino desde hace 15 largos años. 
Goedder:
 Una distinguida pianista venezolana, Gabriela Montero, residente en el exilio, encendió la mecha. Señaló en su twitter —y se hizo eco de ello tanto la prensa tanto internacional como venezolana— que escribiría una carta a Abreu y Dudamel condenando que hubiesen dado ese concierto. La carta sinceramente luce como un texto poco meditado y más bien hecho por impulso. Está en http://www.el-nacional.com/escenas/Gabriela-Montero-dirigio-Dudamel-Abreu_0_355764573.html. A partir de allí se eligió el nuevo chivo expiatorio. Otro venezolano en el exilio, el destacado economista Ricardo Hausmann, fue más allá y dejó a un lado el tono respetuoso de la crítica hecha por Montero. Dijo sobre Dudamel esta perla: “Es un gigante de la música pero un enano de la moral” (ver http://www.elnuevoherald.com/2014/02/14/1680045/dudamel-enfrenta-criticas-en-venezuela.html). A partir de allí Facebook, Twitter y cuanta red social usen los venezolanos (mientras no se las apague Maduro) se llenó de mensajes….
Mi comentario: Las críticas sobre la postura de Dudamel no se iniciaron con la carta de Gabriela Montero, aunque esta carta adquiera especial relevancia por el prestigio internacional de la pianista venezolana. Dos músicos venezolanos famosos se han colocado en campos éticos diferentes. La carta de Gabriela Montero está avalada por su conducta permanente en repudio del régimen, una postura que se enlaza con posturas de músicos famosos de otras épocas: Chopin, Pablo Casals y  Mstislav Rostropovich, entre otros. En Agosto de 1968, en pleno concierto dado con la orquesta sinfónica Estatal de Moscú, Rostropovich hizo un gran gesto al alzar ante el público la partitura del concierto para cello del compositor Checo, Antonin  Dvorak, en solidaridad con el país invadido por los soviéticos. Con este gesto se ganó la represión del régimen y la gratitud del pueblo checoeslovaco. 
Goedder:
¿Por qué elegir a Dudamel como blanco? Lo primero que merece un comentario es lo siguiente. Evitando caer en la falacia de juzgar a la persona y no a la idea, hay algo claro: ni Montero ni Hausmann trabajan en Venezuela. Se marcharon de allí. Dudamel, teniendo la dirección de la L.A. Phil, con un hijo estadounidense, con acceso a los podios de la Filarmónica de Berlín y Viena por poner apenas dos nombres, siendo ex director de la Sinfónica de Gotemburgo y seguramente el próximo Karajan, sigue yendo a su país a formar músicos, dirigir orquestas y grabar discos. El sello discográfico Deutsche Grammophon graba los discos de Dudamel y la Sinfónica Simón Bolívar en Caracas, tomando riesgos auténticos para la integridad física del equipo que hace la grabación. Montero y Hausmann indudablemente ponen en alto el gentilicio venezolano con su destacado trabajo. No obstante, creo que vale para Montero recordarle el hecho de que Dudamel es un colega músico y tanto a Hausmann como a ella que él sí sigue trabajando en su país, lo cual merece algo de respeto.
Mi comentario: Aunque Goedder desea dejar a un lado la “falacia” de juzgar a la persona y no a la idea, hace exactamente eso de seguidas, cuando dice que ni Montero ni Haussman viven en Venezuela, mientras que Dudamel si va a Venezuela con frecuencia, a trabajar.  La sugerencia es que ello le da a Dudamel una ascendencia moral sobre Gabriela Montero y sobre Ricardo Haussman. La tentación es grande de invertir el argumento y decir que quien no regresa a co-existir paciicamente con el régimen debería tener más ascendencia moral que quien se abraza con ellos. Pero eso sería hacer lo mismo que hizo Goedder. Decirle a Gabriela Montero que, por ser ella un colega músico,  no debería hablar tan severamente sobre Dudamel me parece un argumento deleznable. Por encima de ser colegas ambos son ciudadanos y deben adoptar una postura ética clara. Nada de solidaridades automáticas.


Goedder:     
Me temo que la frustración y el dolor ante lo que ocurre en Venezuela hicieron que alguien tan políticamente correcto y brillante como Hausmann dijese esta desafortunada frase o quizás se le citó mal. En cualquier caso, hay muchos enanos morales en Venezuela. No creo que Dudamel entre en esa categoría. Y también hay muchos enanos morales en el exilio venezolano, quienes a diferencia de Montero o Hausmann nada útil hacen, salvo disfrutar los dólares que saquearon al erario venezolano antes de Chávez y presumir ahora de adalides morales ante el chavismo. …No obstante, Dudamel no está haciendo menos que ellos por Venezuela. Me atrevería a decir que está haciendo incluso algo más y merece la mayor consideración. Veamos por qué.
Mi comentario: en este párrafo Goedder se cuida mucho de meter a Gabriela Montero y a Ricardo Hausman en el mismo saco que menciona de seguidas para incluir a otros, a quienes no menciona, pero a quienes acusa de no hacer nada sino vivir cómodamente en el exterior con los dólares que se robaron y presumir ahora de adalides morales. Yo pienso que esos delincuentes que menciona Goedder existen en cantidad, muchos de ellos, por cierto, asociados con el régimen. Pero, estoy seguro, esos no son quienes critican a Dudamel. A esos les sabe a casabe lo que haga o no haga Dudamel. A ellos no les importa lo que sucede en Venezuela. Pero hay miles de venezolanos en el exterior, quienes no se robaron los reales para ir a disfrutarlos fuera y quienes si critican a quienes co-existen pacíficamente con un régimen asesino y despreciable, porque son buenos ciudadanos venezolanos y porque tienen todo el derecho de hacerlo. Por ejemplo, yo he hablado con gran severidad en contra de Dudamel en mi blog y en sitios como ND y La Patilla. Y no me he robado ni un centavo y vivo en el exterior desde 2003, por no desear estar en un país donde el presidente sea un traidor, un títere de los cubanos. 
Goedder:
La salida fácil para Dudamel era hacer un berrinche: protestar contra Chávez o Maduro, ganar buena prensa por ello, quedar en el extranjero como un adalid de la libertad, atraerse buen apoyo del adinerado sector conservador de EEUU que patrocina orquestas y hacer su vida de American Dream. No obstante, Dudamel, como buen músico, tiene la combinación exacta de pasión y mesura. ¿Puede un hombre sensible, un gran músico estar impasible ante la tiranía venezolana? Quien piense esto desconoce cómo piensa un gran artista. Dudamel ha preferido actuar como un revolucionario, en lugar de como un rebelde.
Mi comentario: Aquí si entramos de lleno en el gran dilema que se le presenta a Dudamel.  Se pregunta Goedder: Arma un berrinche y daña a El Sistema o se queda callado y protege a El Sistema?Ciertamente, simpatizo con Dudamel…. Hasta cierto punto. Los 400.000 niños de El Sistema son un activo valiosísimo, el cual debe ser protegido en lo posible. Ahora bien, en estos 15 años de régimen arbitrario la pérdida material y espiritual para el país es incalculable y ciertamente ha tocado negativamente a más de 400.000 personas. Ha tocado a millones de personas. Los asesinados montan a más de 200.000 y sus familiares pasan del millón de personas. Los expulsados de las empresas del estado por no acatar las órdenes del régimen suman miles. La expropiación de empresas privadas y la destrucción de industrias ha dejado a otros miles de venezolanos sin empleo. El país está financieramente en ruinas. Pero lo peor ha sido el proceso brutal y masivo de prostitución del pueblo venezolano, en base al cual el dinero del petróleo ha sido usado para comprar conciencias y para poner bozales de arepa a miles de empleados públicos, militares y a millones de pobres, quienes hoy hacen colas por horas, cuando no se caen a golpes, por un pollo o por un pote de leche. Y para rematar, se le ha obligado al país a vivir bajo el tutelaje de un régimen maldito como el Cubano. Todos hemos visto suceder esto. No inventamos nada.
Por esto no quisiera estar en los zapatos de Dudamel cuando deba poner todo esto en la balanza. Goedder lo absuelve de antemano y dice que Dudamel actúa como un revolucionario y no como un rebelde. En mi libro, sin embargo, definirlo así no es una alabanza sino una  crítica.
Goedder:
Déjenme explicar el cálculo mental que apuesto hizo Dudamel. Logré comprenderlo cuando yo mismo me molesté mientras lo veía tocar en el funeral de Chávez ante Raúl Castro y Ahmadineyad. Si Dudamel arma su berrinche, hará un gran daño al Sistema de Orquestas Juveniles Venezolano. Desde 1975, coincidiendo con la época de mayor declive moral que haya tenido Venezuela, mediante el saqueo sistemático de la renta petrolera, Abreu logró que el Gobierno hiciese algo de política social sacando a los jóvenes venezolanos de la marginalidad cotidiana mediante la música. ……Luego, me parece que Dudamel ha sido lo suficientemente prudente, sabio y responsable como para tragarse el dolor por el Gobierno que tiene Venezuela, más agudamente perceptible para quien como él lleva años integrado en sociedades del mundo desarrollado. Ha preferido seguir trabajando para que casi 400.000 humildes muchachos venezolanos escapen del destino al que les ha sometido la política pública venezolana desde hace décadas: morir de hambre, sumarse a una pandilla, traficar drogas, morir asesinado por resistir que les roben un par de zapatos o entregarse a la autodestrucción. Y plantearse esta ecuación mental de responsabilidad hacia el prójimo, de solidaridad y empeñar en ello la vida es algo que merece respeto, de Montero, de Hausmann y de todos los que están acribillando a Dudamel y buscando le destruyan en los medios periodísticos internacionales.
Mi comentario: Goedder entra en la mente de Dudamel y nos explica el proceso mediante el cual llegó a su decisión, la cual define como prudente, sabia y responsable. Bueno, esa es una opinión respetable. Yo creo que la mía hubiese sido diferente. Y cada uno de nosotros evalua la conducta ajena en base a los propios valores y principios. En mi libo de ética, el silencio, la aceptación del régimen por parte de Dudamel es éticamente inaceptable. Si yo dijera que la postura de Dudamel es aceptable estaría borrando las fronteras que separan mi mundo ético del mundo ético del régimen. Y eso no es posible para mí. De igual manera es imposible para muchos otros venezolanos quienes rechazan el régimen. Que cada quien se responsabilize por sus decisiones.
NOTA POSTERIOR:
En artículo publicado en 2012 Carlos Goedder dijo lo siguiente:
http://www.eldiarioexterior.com/imagenes/sp.gif
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Actualizado 5 marzo 2012
¿Un problema de El Sistema? Lo sostiene esencialmente el sector público. Su presupuesto anual es 120 millones de USD; con 400.000 estudiantes, la cuenta es que por año cuesta 300 USD por estudiante. La suma es baja. La pena es que se depende totalmente del gobierno y esto puede generar incentivos perversos. El primero, que haya menos rendición de cuentas que bajo un sistema con cierta dosis de fondos privados; de hecho, parece que una debilidad de El Sistema, excusada por su crecimiento exponencial, es que tiene cierta fragilidad en sus metodologías estadísticas. Esto abre las puertas a oportunistas, por más que El Sistema cuente con un código de valores sólido. El segundo punto débil: se crea cierta noción asistencialista – el gobierno da todo y hay que serle leal. Este último punto parece también contradecirse con la evidencia, aunque los jóvenes de El Sistema han pasado cautelosamente respecto al tema Chávez; es más, han usado en sus conciertos en los Proms londinenses el estilo de vestimenta con chaquetas tricolores (por la bandera venezolana) empleado por el primer mandatario venezolano, algo que se puede tomar indulgentemente como un marketing nacional, mas es inusual entre orquestas serias. En fin, el deseo sería que El Sistema dependa lo menos posible de caudillos políticos, consignas demagógicas y fondos supeditados a la afiliación partidista.
Como se verá Carlos Goedder tenía las mismas preocupaciones nuestras en 2012. Y, a juzgar por los acontecimientos, El Sistema tiene hoy un inmenso bozal de arepas. Que era, precisamente, a lo que le temía Goedder.


8 comentarios:

Anónimo dijo...



¿Y qué tiene que ver el culo con las pestañas? El "50% de los adultos indignados" (¿de donde sacó el %?), como el resto, lo está por la deplorable conducta de Dudamel.

No le quito ni agrego nada a los comentarios de Gustavo Coronel, excepto lo referido a la primera afirmación del desgraciado Goedder

Ahora coy al centro de la cuestión: ¿quién ha creado las condiciones para ese mercado paralelo, que además dicta las pautas para los precios de TODO lo que se consume en el país, de paso, importado?

La culpa no es de quien trate de ponerse en unos dólares para protegerse en contra de la despiadada inflación. La culpa es de quienes han arruinado económica, social y moralmente a este país, despilfarrado una fortuna colosal en 15 años y manejando a us antojo las divisas.

Dígame el argumento sobre los boletos aéreos. Me disculpan el lenguaje: no sea hijo de puta, Goedder. ¿sabe la cantidad de gente que no puede viajar por razones de salud, que no puede aistir a un Congreso, o que simplemente, porque le sale del forro, no puede disfrutar de unas vacaciones en el exterior en donde le de la gana, porque NO hay boletos? No seas maldito, vale.

Oscar I. Rodriguez dijo...

Todos tenemos responsabilidades, unos mas que otros. Mientras mas alto el perfil (gravitas, peso especifico), mayor es la responsabilidad de liderar con ejemplo.
Todos tienen derecho de apoyar el sistema político de su preferencia, pero en situaciones como las que vive el país hoy la decisión debe ser clara - el que calla se hace cómplice, y el que aparece en actos de uno u otro bando escoge de que lado esta.
Pretender que Dudamel solo hace musica cuando dirige un concierto oficial es pendejada.

Anónimo dijo...

¿Por qué desapareció del blog un comentario suyo sobre Lewopoldo López? No entiendo...

Anónimo dijo...

Existe, Gustavo, un hermoso libro llamado Trial of Strenght sobre la vida de Wilhelm Furtwangler en el que se hace clara referencia a su participacion en el aparato de propaganda del partido Nazi. Es tal la misma tragedia de Gustavo Dudamel, un individuo que cuenta con el talento para no necesitar fotografiarse con un austrolopitecus (chavez) ni con la caricatura que hoy temporalmente (muy) mal gobierna Venezuela.

Wilhelm Furtwangler acepto formar parte de la perorata nazi y por eso es tanto talento esta manchado. La misma es la mancha que perseguira a Dudamel y al exministro carlosandresista Abreu, que no toco ni una nota como homenaje al hombre que, errores como todos tuvo, dio respaldo total a la idea del Sistema en los 70.

Un abrazo,

Gustavo Coronel dijo...

De mi blog no desaparece nada. Dígame a que se refiere?

Anónimo dijo...

Disculpe. Crei haber leido un comentario suyo sobre la lucha de Leopoldo. Como he visitado varios sitios, es probable que me haya equivocado, pues creí haberlo leido acá. Soy de la tercera edad y a veces la memoria me juega pasadas. Me alegra ver, sí, que escribió ahora algo. Saludos

Anónimo dijo...

No entiendo porque que existen personas que luego de realizado el hecho de Dudamenl, buscan explicaciones para dar orígenes que permitan entender porque el Sr., hace o no hace las cosas. Desde la idea de conservar un programa donde se beneficiarían nuestros niños venezolanos, pasando por cuanto titulo ha recibido el conductor hasta la idea de que es un chavista empedernido. Analicen los hechos y ya!. Este Dudamel se salvaba de toda critica si sencillamente, paraba, postergaba,suspendía el concierto; como lo quieran ver porque sencillamente estaban matando venezolanos en las calles!. Así de fácil. Pero no, el siguió sin dar importancia a los hechos que paradojicamente (cinicamente) se dieron por la paz... No veo excusas. A menos que este bajo amenazas o sencillamente sea un arrogante.

natalia lauro dijo...

Felicitaciones Gustavo. Soy nueva en tu blog y realmente me gustó mucho el análisis detallado que hiciste de los comentarios de Goedder. Hay mucho que escribir sobre Abreu, Dudamel y el Sistema. Yo tengo 40 años viendo a J.A.Abreu haciendo lobby a TODOS los gobiernos (CAP, Luis Herrera, Lusinchi, Caldera, Chavez y Maduro). Si él da algún paso que pueda ser considerado atentatorio por
el gobierno de turno peligra el presupuesto millonario del Sistema. Lo que él ha logrado no va a perderlo por atender a su conciencia. Ya lo dice Oscar Rodriguez: "Mientras mas alto el perfil, mayor es la responsabilidad de liderar con ejemplo...el que calla se hace cómplice..."