Estos dos pajarracos de nombre exótico, Diosdado y Aristóbulo,
son el símbolo de la corrupción y el
cinismo del régimen.
El primer pajarraco, Diosdado, un ser humano totalmente podrido,
le dice lo siguiente a los cadetes de la escuela militar: “ El día que esa
derecha ha (sic) logrado sus objetivos,
va por nosotros y no solo por nosotros, va a ir por nuestros hijos tambíén y va
a ir por nuestro nietos, por nuestras familias....: Ustedes compañeros
cadetes, si aquí llega la derecha, miren, y en un mes se van de baja el 90% de
los cadetes; se los garantizo que los sacan de la escuela…vamos a convertir a
las academias para que sean inexpugnables
a la revolución bolivariana (el tipo es un analfabeta funcional) para que
el cadete salga con la llama de Chávez en la mano con la fuerza y el amor de
Chávez por la patria. Tiene que ser así”.
En un lenguaje fracturado por su falta de cultura el corrupto
Cabello trata de corromper a los jovenes por graduarse, inyectándoles odio y resentimiento en sus corazones. Solo les falta decirles: “Salgan a matar a la derecha…
esos son sus enemigos a muerte”.
Este personaje deberá ir a la cárcel o a un manicomio por lo que
le resta de vida.
Mientras tanto, el símbolo del cinismo y casi único
representante de la negritud en un régimen racista, (el difunto decía que los blancos son los culpables de la pobreza
en Venezuela) Aristóbulo, afirma:
“Hay que reducir la
burocracia del Estado (…) En este nuevo ciclo, luchar contra la burocracia y la
corrupción es obligado. Buscar la eficiencia al mismo tiempo (…) Si vamos al
congreso, eso tenemos que verlo (…) Ahora, no confundamos desburocratizar con
debilitar al Estado, porque es es el neoliberalismo el que produce la
atomización y el debilitamiento del Estado”.
Nunca hemos visto
ruborizarse a Aristóbulo, aunque esto que dice es como para ponerse como un
tomate, si no fuera tan cínico. El régimen acaba de nombrar 111 vice-ministros
y mantiene unas fuerzas armadas donde
existen mas de mil generales y almirantes (para el libro de Guiness), además de
tener cinco veces más empleados en PDVSA que los que existían antes de llegar
al poder (para producir mucho menos). Y este pajarraco habla de desburocratizar
el estado pero, nos advierte, sin exagerar! El regimen emplea unos 2,6 millones de venezolanos
en la burocracia del estado, como estrategia para mantenerlos fieles
politicamente mientras cínicos y evergonzados como Aristóbulo mientan esta soga
inmensa en la casa del ahorcado.
Diosdado y Aristóbulo,
campeones de la corrupción y el cinismo: cárcel con ellos! (tan pronto sea
posible).
1 comentario:
Lo del manicomio es una buena idea, encerrarlos a todos juntos...Ni Goya podría describir como se verían.
Luis
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