LA FUNESTA ALIANZA DE LOS MILITARES CON LOS PANDILLEROS CHAVISTAS
En este video un MILITAR jalabolas habla con su "comandante en jefe" sobre los armamentos que les acaban de llegar desde China, "los amigos del mundo". Los arrastrados de la Marina se regocijan de recibir tanques anfibios , cuando no hay leche para los niños venezolanos.
Sinverguenzas!
2 comentarios:
militaroides y comisiones. Ya Bolivar los hubiese atravesado con su espada o mandado a fusilar. No son dignos decendientes del libertador y sus tropas.
Mientras el barril de petróleo venezolano se desploma por debajo de la barrera de los US$50, Maduro anuncia nuevas medidas económicas y cambiarias para enfrentar la “guerra económica” que, según él, “el imperio” tiene emprendida contra el país, y el pasaje del metro aumenta sutilmente un 167%, los venezolanos tienen cosas más inmediatas de qué preocuparse.
La inflación que ha venido avanzando desde hace dos años se ha hecho sentir de manera contundente durante las fiestas decembrinas, y la escasez es la invitada común en todos los hogares del país. Hacer filas durante horas para intentar conseguir productos tan básicos para la vida como leche, jabón (de cualquier tipo, para bañarse o para lavar la ropa) y champú, es la actividad más ejercida por los nacionales estos días.
“Nos hemos vuelto expertos cazando los camiones cuando traen los productos”, comenta Olgina Pinto a las puertas de Plan Suárez, un supermercado conocido por ofrecer buenos precios. “Ayer vine buscando pañales, pero no llegué a tiempo; vamos a ver si hoy logro entrar porque me dijeron que llegó leche”.
Muy poco y muy caro
Surtir la mesa de Navidad y Año Nuevo se convirtió en una odisea para los venezolanos este año. Los ingredientes para elaborar los platos típicos, como la famosa hallaca y el pernil, prácticamente triplicaron sus precios.
“En enero, el kilo de pimentón, cebolla y ají costaba Bs. 15 (US$2,38 al cambio oficial; US$0.008 al cambio paralelo o mercado negro ilegal); ahora está en Bs. 150 (US$23,80 al cambio oficial; US$0,84 al cambio paralelo)”, señala Carmen Rojas en un local del abastos Central Madeirense.
“Antes yo hacía cerca de 100 hallacas, para toda la familia y para regalar. Este año no puedo; acaso haré unas 15 para mi casa, si es que consigo carne. Dicen que en Mercal se consigue el pernil a Bs. 80 (US$12,69 al cambio oficial; US$0,45 al cambio paralelo) el kilo. Pero he ido varias veces al local en La Trinidad y siempre está cerrado”.
Aunque muchos venezolanos enfrentan con resignación las largas filas y la frustración de no conseguir productos elementales que antes abundaban en los anaqueles, algunos se niegan a aceptar esto como condición de vida.
“¡¿Pero cuándo vamos a reaccionar?!”, exclamó alterada una señora ––cuyo nombre no pudimos obtener–– en la cola del citado Plan Suárez. “¡¿Hasta cuándo nos vamos a calar esta humillación?! ¡¿No ven que cada vez vamos a estar peor?!”
Casi todos en la cola responden con empatía. “Ella tiene razón”, comenta Justo Herrera, “pero ¿qué podemos hacer? Aquí no sirve ni el Gobierno ni la oposición, pero uno solo no puede hacer nada”.
Indagamos un poco acerca de las expectativas de los caraqueños para el próximo 2015, entre los presentes en la fila en un local de la cadena Farmatodo.
Entre las declaraciones que se pudieron recoger, destacan: “¿El año que viene? ¡Terrible!”; “Iremos a comernos el petróleo, porque dinero no hay”; “Compre ahorita lo que consiga, porque el año que viene si es verdad que no va a haber nada”; “Así como van las cosas, no creo que la gente lo pueda soportar ni que este Gobierno aguante. Algo tiene que pasar”.
“No quiero ni pensar cómo va a ser el próximo año”, señala Ana María León. “Si el 2014 fue terrible, con la inflación, la inseguridad, el precio del petróleo, la sinvergüenzura y la corrupción del Gobierno, ¿quién sabe qué nos espera el año que viene? ¡Qué Dios nos agarre confesados!”.
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