Dijo usted hace unas horas que “las
bases de misiones socialistas eran herramientas fundamentales para terminar de
erradicar la pobreza en Venezuela”. Tuvo usted la osadía de decir que
hablaba desde una de las “pocas comunidades de Venezuela que aún
quedan en pobreza extrema”.
Esta es una mentira irresponsable. Debería
usted saber que la pobreza no se erradica mediante la repartición de limosnas,
de comida (bastante de ella semi-podrida)
o de medicinas (bastante de ellas vencidas). Al contrario esta
repartición de limosnas acentúa la pobreza, convirtiendo a los “beneficiarios”
en seres totalmente dependientes del estado para sobrevivir. Por ello decía el
monje Giordani que los pobres son esenciales para la revolución y argumentaba un
ministro, de los muchos que han desfilado a diario por la burocracia chavista,
que “si dejan de ser pobres se convierten en escuálidos (opositores)”.
En 16 años de barbarie y corrupción la
pandilla de la cual usted forma parte ha consolidado la pobreza en Venezuela,
al convertir a quienes solo eran pobres en lo material en pobres espirituales,
en lugar de empoderarlos para salir del yugo de la pobreza mediante la
educación, el trabajo y la voluntad de progresar.
El peor crimen que la pandilla de Chávez y
Maduro ha cometido es ese de convertir a los pobres en limosneros, cerrándoles
las puertas a su liberación real, al llenarlos de donaciones, subsidios,
promesas de casas, bonos, comida y medicinas, obligándolos a hacer largas colas
para recibir la dádiva y pidiéndoles a cambio lealtad política. El régimen ha
pervertido a millones de venezolanos pobres, al obligarlos a vender sus
lealtades por una limosna. Ello revela su bajísimo nivel moral..
Venezuela entera está hoy empobrecida material y
espiritualmente debido a la presencia de la pandilla entreguista de soberanía y
dignidad a la cual usted pertenece. Su ficción de gobierno ya no puede
mantenerse por mucho más tiempo. Ustedes están caídos y tendrán que pagar por
sus desafueros. En la primera línea de los acusadores del régimen estarán
muchos de los pobres a quienes ustedes obligaron a vender sus conciencias por
un pollo. Para apreciar la miseria de nuestra gente, vea este video de una cola
en el mercado bicentenario de Plaza venezuela:
Lo que ustedes
llamaron una “revolución” no pasó de ser una tragicomedia desempeñada por una
comparsa de paracaidistas, reposeros, narco-generales, boliburgueses y bolichicos.
Ya hace tiempo que se quitaron la careta y ahora, plenamente identificados, tratarán
de hacer cualquier cosa para aferrarse al poder. Pero, ya es tarde. Las colas
de mañana se harán para cachetearlos!
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