El Indice del Planeta Feliz

                        

 

 

                                Happy Planet Index ≈ Experienced well-being x Life expectancy

                                                                               Ecological Footprint

Este índice publicado por la New Economics Foundation (ver link para el informe completo: http://www.neweconomics.org/sites/neweconomics.org/files/happy-planet-index-report.pdf ) es el producto de tres componentes: el resultado de una encuesta GALLUP hecha para medir el grado de bienestar que la gente del país “siente”, la expectativa de vida y la huella ecológica. En dos de esos   tres componentes Venezuela no está particularmente bien posicionada, pero si en lo de la encuesta del “bienestar”. En esa encuesta de GALLUP Venezuela salió bien parada, como siempre ha salido. El grado de alegría de la vida, casi narcisismo, del venezolano es tradicional y esencialmente independiente del régimen politico. Todo lo tomamos a broma. Si hay algo que nos caracteriza es nuestro sentido del humor.  Esta cualidad no es exclusiva de Venezuela. En el ranking que comentamos, de los nueve países que ocupan el primer lugar ocho son latinoamericanos, caribeños y solo uno es de otra región del planeta, Vietnam.  La gente del Caribe es alegre y feliz por naturaleza.

En el índice que mencionamos Cuba ocupa el puesto 12, mientras Noruega ocupa el puesto 29. Y entonces, por qué los Cubanos huyen de la isla hacia Noruega, cuando pueden,  y los Noruegos no emigran a Cuba estando en entera libertad de hacerlo?  La razón es sencilla. La “felicidad” no está condicionada por la calidad de vida real sino por la manera como la persona ve la vida. En el Indice Venezuela ocupa la posición número 9 mientras que los Estados Unidos ocupa la posición 105. Y entonces, por qué la única gringa que se escapa para Venezuela es Eva Golinger, mientras que hay medio millón de Venezolanos en los Estados Unidos y hasta Luis Britto García se la pasa en Washington, Calixto Ortega en Las Vegas y las joyitas de la familia Chávez en Disneyworld?  

El estudio lo explica bastante bien:  “The HPI measures a lot, but it does not measure everything. Countries that do well on the HPI suffer many problems. Many high-ranking countries are tainted by important human rights issues. Though one would expect the infringement of rights to negatively impact on the well-being of some people in the country, the HPI does not set out to directly measure those rights”.  Es decir, El estudio no toma en cuenta el sistema politico del país en el cual lleva a cabo su medición sino la idiosincracia de la gente. El estudio no considera la violación de los derechos humnos sino como la gente se siente.  El cubano canta hasta con hambre y  oprimido por Castro mientras que los noruegos o los chilenos se quejan, aun con el estómago lleno y en total democracia y libertad. Cuando se obtienen metas básicas, dice Abraham Maslow, la persona desarrolla mayores expectativas, más difíciles de obtener con la rapidez con la cual las desarrolla. Sus expectativas se han acrecentado en un sistema social y politico próspero, mientras que un pollo frito para el cubano o un celular de ínfima categoría como el vergatario hacen felices  a quienes viven en un régimen político brutal.  

En el caso venezolano, solo las focas amastradas del régimen podrían pensar que ese noveno puesto que tiene el país en el Indice del Planeta Feliz se debe a los desmanes y pachotadas del comandante-presidente. Quien haya visto las fotos de la morgue de Bello Monte sabe que la realidad es monstruosa. Pero si sabemos  que los venezolanos somos alegres por naturaleza y que, cuando nos preguntan como nos sentimos, decimos “chévere”, sobre todo porque la felicidad para el venezolano es una cuestión de status.