Miembros del club de los déspotas, se aman
Bielorrusia es la verguenza de Europa. El dictador Alexander Lukashenko ejerce un control férreo sobre todos los aspectos de la vida de ese país. En unas elecciones fraudulentas se acaba de hacer re-elegir por cuarta vez. Los observadores internacionales le han negado legitimidad a las elecciones.
700 disidentes fueron arrestados y las organizaciones de derechos humanos denuncian que siete candidatos presidenciales han sido acusados por la KGB, la policía de ese país, y pudieran enfrentar hasta 15 años de cárcel.
El caso de Bielorrusia se parece mucho al caso venezolano. No es por coincidencia que Hugo Chávez es hermano del alma del dictador Lukashenko y que le ha dado dinero y lo ha visitado y tenido en sus brazos en varias ocasiones. Los dos déspotas confirman el dicho popular: Dios los crea y ellos se juntan.
En Venezuela parecemos ir, en 2012, hacia una copia del evento realizado en Bielorrusia. Como lo hizo Lukashenko, Chávez se proclamaría victorioso. Y pondría en prisión a los candidatos y miembros de la disidencia que protesten su nuevo abuso de poder. Y ello se haría sin que el ejército “forjador de libertades” diga ni ñe.
Venezuela es la verguenza de América Latina, tanto por su dictadura como por la mansedumbre del pueblo, así como Bielorrusia es la verguenza de Europa.
1 comentario:
Porque no te dejas de escribir estupideces.
Imbecil!!!!
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