En las últimas horas se ha desatado una intensa pugna en el congreso de Paraguay para decidir si se acepta o no a Venezuela como miembro de MercoSur. Los dos partidos que tienen la decisión en la mano, el Partido Liberal y el UNACE, Unión Nacional de Colorados Eticos, han sido objeto de promesas por Fernando Lugo de cargos burocráticos importantes en la Corte Suprema, la Fiscalía General, la Junta Directiva del Consejo Nacional Electoral y la Contraloría General si le dan el sí a la entrada de Venezuela en MercoSur. Al mismo tiempo, según informa ABC Color, un maletín con seis millones de dólares enviado por Chávez ayudaría a los congresantes de esos partidos a “decidirse”. El dinero está depositado en un banco argentino y sería dividido, cuatro millones de dólares para el partido Liberal y dos millones de dólares para UNACE.
ABC Color reporta que los miembros de UNACE y su líder Lino Oviedo parecen estar reacios a aceptar a Venezuela como miembro, por considerar que en el país existe una dictadura y un feroz ataque contra los medios, lo cual viola las regulaciones de MercoSur. Ya el Partido Liberal ha dado su aprobación, aceitados por el maletín, pero el líder de UNACE, Lino Oviedo, se opone tozudamente. Ello, según la prensa del Paraguay, podría entorpecer el ingreso de Venezuela y forzar una demora indefinida de la decisión. Otros dos partidos importantes, Patria Querida y ANR ya han dicho que jamás apoyarán a Venezuela para membrecía en MercoSur. Algunos congresantes de UNACE, a título individual, han dicho que no votarían a favor de Venezuela, aunque el partido decida hacerlo.
Más allá de esta pugna de la honestidad de unos contra las conciencias en venta que se desarrolla en Paraguay, que significa la inclusión de Venezuela en MercoSur? Parece significar muy poco, para MercoSur o para Venezuela como país. Significaría más para Hugo Chávez, quien lo vendería como un reconocimiento de los países de MercoSur a su régimen. Para Venezuela la membrecía en MercoSur no parece representar mayor atractivo económico. El intercambio comercial es bajo y sin mayores posibilidades de expansión. Según los expertos, las tarifas ya están lo suficientemente bajas para haber atraído el intercambio atraíble entre mercados que no se complementan muy bien. En el plano político una relación más estrecha de Venezuela con el Brasil es una espada de doble filo y no le gusta a los cubanos, los gigolós que mandan en Venezuela. Solo Chávez y su maltrecho ego parecerían ser los beneficiarios, al menos a corto plazo, de la inclusión de Venezuela en MercoSur, pués ello le daría un poco de oxígeno a su comprometida situación política en la región.
Esta inclusión, sin embargo, sería una muestra más de la naturaleza invertebrada del liderazgo político latinoamericano, ya que el régimen de Chávez exhibe una conducta totalmente incompatible con lo que MercoSur profesa en materia de guías éticas y políticas.
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