sábado, 4 de diciembre de 2010

Paraguay, Venezuela y Mercosur




Dos días antes de que Venezuela pidiese de nuevo al Paraguay que aprobara su ingreso al Mercosur llegaron a Caracas representantes de los partidos que tienen en sus manos esa decisión. Entre los visitantes estaba el diputado Gustavo Mussi, de UNACE, además del amigo personal de Lugo, Marcial Congo. La visita coincidió con la información sobre el envío de seis millones de dólares de Venezuela a Paraguay, para “persuadir” a los congresantes paraguayos sobre las bondades de aprobar el ingreso de Venezuela a la organización. Según anunció el ministro jefe del grupo que visitó a Venezuela, la presencia de Congo fue a pedido del régimen venezolano, dada su amistad con el régimen chavista. Mussi, por su parte, explicó su viaje como de ayuda a productores de arroz de Paraguay.

Desde 2009 Venezuela intenta convencer a Paraguay para que apruebe su ingreso a la organización, ya que Brasil, Argentina y Uruguay ya lo han hecho. En el congreso paraguayo hay una tendencia que apoya este ingreso. El razonamiento para hacerlo es que “una cosa es Chávez y otra cosa es Venezuela, como país”. Para estos legisladores la conducta anti-democrática y la persecución de Chávez a sus opositores no parece tener la mayor importancia, en vista de la “potencialidad” de la economía venezolana. Este es el colmo del pragmatismo, ya que según este enfoque los países bajo el régimen de alguien como Hitler, Stalin, Mussolini o Chapita Trujillo pudieran haber sido aceptados por los congresantes sureños. Este curioso desdoblamiento olvida que, al aceptarse a un país con un régimen autoritario y anti-democráticoo, se está legitimando ese régimen a nivel de los países miembros de la organización. Los legisladores pudieran argumentar que, después de todo, Venezuela es ya miembro de la OEA, de UNASUR y de la Cumbre Ibero Americana. Por eso, pudieran preguntar, “que es una raya más para un tigre”? Sobretodo si hay seis millones de dólares de por medio.

Desde este punto de vista la renuencia de algunos otros congresantes paraguayos a validar esta entrada se ve como heróica, como una posición principista que luce casi ingenua, ya que está rodeada por todas partes de líderes políticos latinoamericanos intensamente corrompidos por la codicia y el deseo de una vida muelle. Una muestra del doble estándar moral de ese liderazgo político es la negativa de la Cumbre Ibero Americana que se desarrolla actualmente en Mar del Plata a aceptar la presencia de Honduras y su presidente electo. Esta negativa se debe a la presión de países como Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador, donde existen regímenes anti-democráticos, violadores de las leyes y corruptos hasta el tuétano. Lo increíble es que, después de bloquear esa presencia de Honduras, ellos tampoco asisten a nivel presidencial, dándole una bofetada al Secretario General Iglesias y debilitando la organización.

Deseamos saludar la posición de los congresantes paraguayos que se resisten a votar por la inclusión del régimen chavista en Mercosur. Bien por su idealismo y su candor.

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