El presidente de Ecuador, Rafaél Correa, podría ser contra-demandado por lo que parece ser un gran fraude contra la empresa Chevron.
Esta mañana (ayer, 18-12-2010) el juez de Lago Agrio, Ecuador, llamó a “autos para sentencia” en el juicio que se le sigue a la empresa petrolera Chevron por presuntos daños ambientales. Esa decisión marca el fin de la etapa de presentación de pruebas y anuncia un inminente fallo. Llega en un momento en el cual Chevron ha estado encontrando toneladas de evidencias que muestran una evidente colusión entre la parte acusadora, corrdinada por el abogado Steven Donziger, y el gobierno del Ecuador, presidido por Rafaél Correa, para extraerle a Chevron, con ayuda de acciones fraudulentas, unos $100.000 millones por concepto de daños ambientales en la región amazónica. He seguido este caso por casi dos años, recabando información de ambas partes, de Chevron y de los acusadores. Desde el principio olí a algo podrido en conexión con el “experto” nombrado por la corte, quien en mi criterio no tenía, ni remotamente, las credenciales necesarias para llevar a cabo una tarea tan compleja. También me extrañó que PetroEcuador, el socio mayoritario de Texaco durante la actividad de esa empresa en Ecuador, no fuera parte acusada, ya que en mi opinión cualquier daño ambiental que hubiera podido causarse era responsabilidad de ambos socios. Texaco obtuvo, antes de irse del país, un reconocimiento por parte de PetroEcuador y del gobierno de la época de que no había nada más que reclamarle. Sin embargo, años después, utilizando informes falsos, mentiras, presiones, chantajes y terrorismo judicial, el grupo de acusadores y el mismo gobierno del Ecuador, se han confabulado para tratar de sacarle una gigantesca suma de dinero a la empresa Chevron.
Lo que Chevron ha podido desenmascarar es una historia increíble de actividades de una naturaleza que el juez de la Corte del Distrito Sur de Nueva York ha definido como “criminales”, por parte del abogado Steven Donziger y su equipo de asistentes técnicos y legales. El video que se ha podido ver completo, sin recortes, muestra como esta gente conspiró activamente para presionar al juez, para escribirle el informe al “experto”, para poner al gobierno de su lado, todo esto mientras se reían muy satisfechos de lo que estaban haciendo. Y ahora han comenzado a salir a flote los documentos y correos electrónicos de Donziger. Esto ha sido una verdadera tragedia para los acusadores de Chevron.
La decisión del juez de Lago Agrio significa que la nueva evidencia encontrada a partir de hoy no será tomada en cuenta por el juez. Sin embargo, lo que ya se conoce es tan abrumador que, si el juez dicta sentencia contra Chevron, esto se convertiría en un tremendo escándalo internacional y podría tener consecuencias legales y políticas que arrastrarían hasta al gobierno del Ecuador, el cual aparece claramente involucrado en la maniobra contra la empresa.
Me interesa este caso de manera especial porque es un excelente ejemplo de como la ideología política, el odio contra la empresa privada y la falta de ética se pueden aliar para tratar de cometer un crimen. Ayudados por una propensión popular a pensar lo peor de las grandes corporaciones, ayudados por actrices de Hollywood y hasta congresantes estadounidenses, ayudados por organizaciones ambientalistas y expertos en propaganda mediática, los acusadores montaron un caso espectacular contra una empresa petrolera. Y perdieron. Ya la verdad ha salido a flote y lo que se sabe es demasiado incriminatorio en contra de los acusadores y sus cómplices.
Es posible que algun día esté en contra de Chevron por otras razones. Pero en esta ocasión estoy de su lado.
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