En mayo de este año vimos la noticia de que la CAF (Corporación Andina de Fomento) había dado a Venezuela un préstamo de $500 millones “para fortalecer el sector eléctrico”. En esa oportunidad nos permitimos comentar que tal préstamo, dado a un gobierno irresponsable e inepto, no haría más que alimentar la corrupción que existe en ese sector. (http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2010/05/la-caf-otro-controversial-prestamo.html )
Ya en 2009 esta institución había dado a Venezuela $600 millones para igual propósito. Lo que no sabíamos es que, en paralelo, el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) había dado a Venezuela otros $200 millones para un propósito similar. A pesar de estas sumas gigantescas, un total de unos $1300 millones en menos de dos años, Venezuela no ha hecho mucho más que despilfarrar millones en compras de equipos eléctricos de emergencia, para enfrentar una crisis de imprevisión a realazos. Muchos de esos equipos adquiridos de emergencia son para operar con diesel como combustible, en regiones aisladas del país, lo cual afecta la exportación de este producto y hace de la operación una tarea casi imposible por su complicada logística.
Ahora se reafirman nuestros peores temores. En información de ayer, 23-12-2010, El Nacional dice:
“El Gobierno ha retrasado ejecución de préstamo para mejora de Corpoelec. Datos del Banco Interamericano de Desarrollo revelan que sólo se ha desembolsado 3 % del financiamiento (ya entregado por el BID) por 200 millones de dólares que se requieren para el fortalecimiento institucional de la Corporación Eléctrica Nacional. Aún no se registra ningún aporte del préstamo que ese organismo otorgó para mejorar y rehabilitar 6 máquinas en Guri y una ejecución de 28,3 % del crédito adicional para la conclusión de la represa de Tocoma”. Cuerpo Nación, página 5
De los $1100 millones de la CAF no hay noticias. Sería bueno saber como se han comportado estos préstamos, si han sido normalmente desembolsados y si se ha gastado el dinero en lo que el gobierno venezolano dijo que se iba a gastar.
Honestamente, no entiendo como el BID y la CAF siguen dando dinero a este régimen irresponsable e inepto. Hay reglas que estas organizaciones deben cumplir para desembolsos y para supervisar el buen uso de los dineros que prestan. La falta de transparencia que envuelve a estos préstamos es preocupante para quienes pensamos que estas instituciones hacen una labor necesaria e importante en América Latina. Ojalá puedan conservarse incontaminados de la podredumbre administrativa que existe en gobiernos prestatarios como el de Venezuela.
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