sábado, 25 de marzo de 2023

Rafael Ramirez es sinonimo de desverguenza


VER TAMBIEN EN:

https://www.costadelsolfm.org/2023/03/25/rafael-ramirez-es-sinonimo-de-desverguenza-por-gustavo-coronel/  



jueves, 23 de marzo de 2023

EL CHAVISMO NO RECONOCE SU PODREDUMBRE

 

Basurero chavista

                  Crónicas de la crisis moral venezolana           

La marea de corrupción que inunda a Venezuela ha generado un fenómeno que sería risible, si no fuera indignante. Enfrentados con una avalancha roja de robos,  narcotráfico y lavado de dinero llevado a cabo por miembros de las diversas pandillas chavistas un creciente número de “revolucionarios”, esencialmente aquellos que no han tenido entrada al festín, ensaya una justificación absurda: decir que estas pandillas criminales no son realmente chavistas,  sino “infiltrados” enviados  por la CIA. Para ellos ¡El Aissami es un agente de la CIA ¡

Así lo escribe el Sr. José St. Roz: en APORREA: Los gringos no han podido contra el Presidente Maduro. En cambio, infiltrados en el PSUV, se lo han hecho peor”. Dice el Sr. St. Roz: Es una vieja estrategia de los imperios, minar la moral de sus enemigos, comprarlos, envilecerlos con el poder y con el dinero y convertirlos en minúsculos caballitos de Troya que van haciendo su vil trabajo de zapa, el de ir amargando al pueblo, desilusionándolo, asqueándolo de la política y del gobierno. Inmensos males que acaban siendo tan catastróficos o peores que el de una invasión con mariners. A estos caballitos de Troya (de cocos vacíos pero muy audaces), los gringos saben muy bien acicalarlos, cómo inflarles el ego, decirles que son "geniales con sus talentos", que deben venderse caro, y que además por su carisma pueden llegar a hacerse intocables”.

Para el Sr. St. Roz, los corruptos que pululan en la función pública y que han arruinado a Venezuela eran seres originalmente prístinos, pero hoy han sido prostituidos por la CIA, por los malvados gringos.

St. Roz agrega, muy zalamero: me solidarizo y felicito al Presidente Maduro por esta valiente y terrible batalla que está dando contra la corrupción, que todos los de abajo se la agradecemos. Debo también hacer un reconocimiento al gran trabajo que le ha tocado a Diosdado, tratando de remover toda la estructura del partido para hacerlo más comprometido con el pueblo”.

El Sr. St. Roz se mete en una trampa intelectual, porque está bien documentado que tanto Cabello como la familia Maduro están ellos mismos prostituidos, son ladrones y narcotraficantes, ya sancionados por Canadá, USA y la Unión Europea y sus casos ampliamente estudiados por los medios venezolanos y extranjeros. A decir verdad, prácticamente todo el tren ejecutivo del régimen está activamente metido en el robo del erario público o, en el mejor de los casos, es cómplice silencioso de ello.

Si la teoría del Sr. Sant Roz fuese correcta, sería necesario concluir que la CIA está en control del gobierno venezolano. Si todos estos ladrones que hoy controlan a Venezuela son infiltrados de la CIA, como dice St. Roz, ya no existe una revolución chavista.

Otro bien enredado es el Sr. Diosdado Cabello, quien  acaba de decir: «No le tapamos ningún acto delictivo a nadie, absolutamente a nadie. En la Revolución no tienen espacios los corruptos, eso no es de revolucionarios» Al decir esto, está negando su realidad, ya que ha sido identificado objetivamente como corrupto.

En otro escrito aparecido en APORREA el Sr. Narciso Torrealba dice: La mayoría de los saqueadores del estado venezolano se encuentran en los Estados Unidos”, ver:   https://www.aporrea.org/actualidad/a320445.html afirmación fantasiosa, ya que todos los ladrones están  actuando en Venezuela, gozando de total impunidad hasta que Maduro considere que le hacen sombra.  

El Sr. Marcos Luna, también en APORREA,  tiene una teoría ligeramente diferente sobre la corrupción, aunque también le asigna la culpa a los Estados Unidos. Dice: De hecho es lo que pretende Estados Unidos hacer con todos nosotros: ponernos presos, esclavizarnos en nuestro propio capitalismo. Primero nos corrompe, nos hace dóciles, ignorantes y egoístas, y luego nos castiga, nos sanciona y bloquea por corruptos… “.

En You Tube pueden verse numerosos videos hechos por chavistas  culpando a los Estados Unidos de lo que está sucediendo en Venezuela.

 

                    Viven en un estado de auto-engaño patético

El régimen chavista está podrido de raíz pero sus representantes se niegan a  admitir sus culpas, tratan de racionalizar acciones delictivas a fin de no aceptar que la llamada “revolución” es un inmenso fraude de resentidos.

El Chavismo ha convertido a Venezuela en una pocilga, pero sus miembros deshonestos y cobardes siguen hablando como si estuviéramos en una verdadera revolución del pueblo y para el pueblo. Rodeados del hedor que despiden sus líderes hablan de exquisitos perfumes.

 

                                       Hay que rebelarse

Si algo aprendí en la escuela y de mis padres es que no es aceptable convivir con la corrupción. Es necesario sacar a estos indignos venezolanos de cuajo de la vida nacional, porque ellos han violado todas las reglas de la decencia ciudadana, todos los deberes que la constitución y las leyes de la nación y las reglas más elementales de convivencia civilizada nos imponen. Al hacerlo se han auto-excluido de la vida normal de la nación.

 

Nuestra tragedia venezolana no se va arreglar por las buenas y quien trate de hacerlo, aún con la mejor de las intenciones, corre el riesgo de convertirse en cómplice.  

martes, 21 de marzo de 2023

EL CHAVISMO NO DEBE PARTICIPAR EN LA VENEZUELA FUTURA

 



A medida que los intereses de las  pandillas del chavimadurismo se distancian y emergen las rencillas tribales, en esa misma medida vamos obteniendo detalles de lo que ya parcialmente conocíamos  e intuíamos, es decir, la inmensa magnitud del saqueo de la nación venezolana por parte de estos desalmados. Desde los primeros años de autocracia chavista se iniciaron los desmanes con el Plan Bolívar 2000, pasando por la conversión de PDVSA en una quincalla importadora de comida podrida, por la captura codiciosa de empresas productivas al grito de “exprópiese” emitido por el gorila barinés, por el obsceno endeudamiento con China y por el despilfarro y apropiación indebida de casi un millón de millones de dólares de ingreso petrolero, lo cual ha llevado a Venezuela al nivel de Haití y de los más atrasados países africanos.  

Enfrentados con este inmenso crimen, con este saqueo inmisericorde caracterizado por la entrega dadivosa de nuestras riquezas minerales a países como Cuba y otros pequeños países del caribe y de dinero efectivo a líderes cómplices en Argentina, Bolivia, Ecuador, Honduras, Perú, México,  Bielorrusia, Siria y otros, así como a grupos terroristas como las FARC, Hamas y Hezbollah, los venezolanos estamos obligados a  aplicar la justicia a estos hampones, so pena de convertirnos en cómplices del inmenso crimen.

Pero esto no es lo que algunos líderes políticos, empresariales y sociales venezolanos piensan hacer, respaldados por algunas naciones y politólogos extranjeros y venezolanos, quienes buscan una solución rápida a la tragedia venezolana, no importa cuántos principios se violen y que la impunidad promueva la repetición de la tragedia.

El régimen de Nicolás Maduro, el heredero y continuador de los crímenes  de Hugo Chávez ha iniciado una purga de pandillas, según lo indica la captura de varios malhechores asociados a PDVSA y al ex-ministro de petróleo Tareck El Aissami. Se habla de un desfalco de tres mil millones de dólares por parte de estos ladrones. Ya se conocía el desfalco de mil millones de dólares por parte de Alejandro Andrade (“El Tuerto”). Se conocía también la existencia de inmensos depósitos de dinero en Andorra, Suiza, España e Italia hechos por la pandilla de Rafael Ramírez Carreño, lo cual ha llevado a la detención de uno que otro de sus miembros, incluyendo al testaferro de Ramírez Carreño, su primo, Diego Salazar Carreño, apresado en Caracas (donde estará hoy?). Numerosos ex- funcionarios chavistas, banqueros y contratistas bien conocidos andan sueltos por el mundo gastando con abandono sus fortunas mal habidas.

Frente a este cuadro de despojos la llamada oposición venezolana agrupada en Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Avanzada Progresista y Primero Justicia, partidos liderados por Henry Ramos Allup, Manuel Rosales, Henri Falcón y Henrique Capriles ha decidido coexistir pacíficamente con el régimen. Para ellos la solución radica en la transición hacia una democracia consensuada, con la participación del chavismo destructor. Están dispuestos, como dicen, a “comer sapos”, a hacer borrón y cuenta nueva, a fin de evitar lo que llaman “una guerra civil”, así lo ha expresado Henrique Capriles. Proponen la eliminación de las sanciones estadounidenses al régimen argumentando su ineficacia, lo cual vendría a completar la entrega que ellos hacen de su deber de rebelarse contra la dictadura, un deber consagrado en la voluminosa constitución que es hoy letra muerta.  

Esta oposición se ha empeñado en tratar al régimen despótico y abusador como si operara democráticamente, en un entorno político normal. De allí que, para tratar de desplazarlo, echen mano a herramientas usuales en las democracias, a pesar de que esas herramientas no sean las utilizadas o aceptadas por el régimen. Cada vez que el chavismo se siente amenazado en su posición de poder simplemente toma una decisión autoritaria, como, por ejemplo, la inhabilitación de los opositores más peligrosos, pararse de la mesa de “negociación” o alegar que es objeto de una conspiración, todo lo cual echa por tierra de un plumazo cualquier avance de la oposición.

Venezuela se ha ido convirtiendo en una sociedad de medio pelo, de baja calidad ciudadana, en la cual los habitantes han tenido que irse adaptando a condiciones de vida cada vez más humillantes y precarias. Las opciones de vida normal  en el país se han cerrado generando la salida de más de un 20% de la población. Para una sociedad hasta narcisista que nunca pensó en emigrar del “mejor país y más alegre del mundo” este fenómeno evidencia el abuso al cual ha sido sometida. 

El liderazgo político venezolano, con algunas excepciones, se ha entregado en manos de la dictadura, se ha resignado a coexistir con ella, aceptando el chavismo como una genuina opción política en un futuro país democrático. Esto es inaceptable para los venezolanos dignos. No es permisible jugar un papel en una sociedad democrática utilizando herramientas anti-democráticas. El chavismo perdió su derecho a participar en la vida democrática venezolana y deberá ser castigado de manera proporcional a su horroroso crimen contra la nación.

Cuando cambie el gobierno Venezuela enfrenta una batalla de inmensas dimensiones para su reconstrucción material y espiritual. En los 23 años de chavismo el país se ha venido abajo en todos los órdenes. La educación formal y ciudadana ha sido remplazada por el adoctrinamiento ideológico. Ello requerirá un programa nacional de educación ciudadana que necesitará dos o más generaciones para reconstruir el perfil del buen ciudadano sin el cual Venezuela no podrá salir del atraso. En todos los órdenes será necesaria una transformación titánica y perseverante, a fin de eliminar la profunda herida que dejara el chavismo en el alma de los venezolanos.

Para llevar a cabo esta tarea será necesario un nuevo liderazgo, extraído de aquella porción de la Sociedad Civil que no se ha entregado.    


domingo, 19 de marzo de 2023

DE LA GRAN COLOMBIA A LOS NICOLASITOS

 

                                     

                                                           Nicolasito Maduro

                         

                                          Nicolasito Petro y su padre el presidente


Durante el siglo XIX existió brevemente lo que fue un sueño de los libertadores, una Gran Colombia integrada por los territorios de Venezuela, Nueva Granada, Quito, Guayaquil y lo que es hoy Panamá. A la muerte de Bolívar, su gran defensor, cada quien “se fue por su lado”, creándose naciones independientes: Venezuela, Colombia, Ecuador…

Durante el siglo XX Colombia sufrió una larga lucha interna promovida por las guerrillas pero logró establecer una sólida democracia, gracias a los aportes de  grandes presidentes tanto liberales como conservadores. Venezuela, por su parte, sufrió una larga dictadura pero emergió de ella estableciendo una vigorosa democracia y llegando a ser un modelo político para otros países de la región.

Durante el siglo XXI Venezuela y Colombia han visto sus democracias profundamente deterioradas con la llegada al poder de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela y de Gustavo Petro en Colombia,  gobernantes autocráticos, llenos de complejos y resentimientos, imbuidos de ideologías populistas que llevan a una nivelación hacia abajo. Aunque Chávez y Maduro han tenido mucho más tiempo en el poder que Petro, parece claro que Petro va por el mismo camino de los venezolanos, a juzgar por sus discursos, de estilo y contenido casi  idénticos a los del chavismo, con igual pretensión de colocarse por encima de las leyes establecidas. En Venezuela este abuso del chavismo ha sido tolerado debido a la complicidad y cobardía por parte de las élites políticas y empresariales del país. En Colombia la reacción de las élites ante Petro aún está por verse.

Aunque con algunas importantes diferencias, los Nicolasitos, los hijos de Nicolás Maduro y de Gustavo Petro, ilustran el deterioro de lo que una vez fuera la idea superior de la Gran Colombia. Aquél sueño de libertadores, aquel momento de gloria  republicana, es hoy una triste realidad mediocre cuyos autócratas tienen hijos corruptos que se preparan políticamente  para heredar lo que pudiera definirse como monarquías de la barbarie.  

Nicolasito Maduro

El hijo de Nicolás Maduro, Nicolasito, quien ya fue sancionado en 2019 por los Estados Unidos por corrupto, tiene unos 32 años, es diputado, vicepresidente del PSUV, el partido del chavismo, lleva a cabo actividades ilícitas en la zona de Guayan, donde ha contribuido al desastre ecológico extrayendo oro y otros minerales, en combinación aparente con guerrilleros colombianos. Ver: https://www.elmundo.es/loc/celebrities/2020/12/07/5fca1b3dfc6c8314778b45bf.html .

Según el Mundo, diario de España, Nicolasito es el enviado especial de su papá a Corea del Norte y acostumbra a dar órdenes a funcionarios públicos como si ya fuera presidente. Fue designado por el padre investigador del caso de corrupción Odebrecht y los lectores se imaginarán que clase de investigación se llevó a cabo. Según INFOBAES, ver: https://www.infobae.com/america/venezuela/2023/01/26/la-sofisticada-estrategia-de-los-testaferros-de-nicolasito-maduro-para-evadir-las-investigaciones-en-su-contra/, Nicolasito tiene testaferros, los hermanos Santiago y Ricardo Morón Hernández, quienes son dueños de empresas de construcción beneficiadas con numerosos contratos. Según reporta El Mundo ellos  ayudan a Nicolasito en sus andanzas en el arco minero, mediante las cuales compra oro a bajos precios y lo revende al Banco Central de Venezuela a sobreprecio.

Es evidente que a Nicolasito lo están “preparando” para ser el sucesor del padre. En sus fiestas hacen caer lluvias de dólares sobre las cabezas de los invitados.  Cuando tenía 23 años fue nombrado por su papá Jefe del Cuerpo de inspectores especiales de la presidencia de la república, nada menos que para luchar contra la corrupción.

            Nicolasito Petro

La aparición de este Nicolasito en la escena política colombiana ha sido posterior a la del Nicolasito venezolano pero aparentemente de similar tendencia, ver:

https://www.infobae.com/colombia/2023/03/03/quien-es-nicolas-petro-el-polemico-hijo-del-presidente/.

Es  diputado por el  Departamento del Atlántico. Está acusado por su ex - esposa de haber recibido dinero de narcotraficantes para financiar sus campañas electorales. Académicamente está bastante mejor preparado que el Nicolasito venezolano. A diferencia del Nicolasito venezolano no es un incondicional seguidor de su padre sino que le ha criticado con alguna frecuencia sus políticas. Fue sancionado y multado por el Consejo nacional Electoral de Colombia por irregularidades cometidas durante las elecciones de 2019.

En base a las acusaciones de su exesposa el presidente Petro dice que lo deben investigar. 

LOS DOS NICOLASITOS

Aun con diferencias importantes en las relaciones de  los dos Nicolasitos con sus padres hay ciertas similitudes que ilustran la degradación de los sistemas de gobernanza en los países que una vez fueron la Gran Colombia y que hoy son  liderados por políticos rústicos, los tiranuelos de los cuales hablaba Bolívar. En ambos casos la carrera política de los hijos está inevitablemente enlazada a los nombres de sus padres. La conducta de Maduro en Venezuela es abiertamente criminal, ya que  promueve los desmanes de su hijo.  Es alentador que Gustavo Petro en Colombia no le haya dado al hijo solidaridad automática. Sin embargo, los dos casos ilustran la tendencia que existe en el entorno político de ambos países a la existencia de familias que buscan perpetuarse en el poder.

 

NOTA: LA DEMOCRACIA EN LOS ESTADOS UNIDOS MUESTRA UNA TENDENCIA TRIBAL SIMILAR

En los Estados Unidos existe una tendencia más atenuada pero similar hacia la perpetuación de las tribus en el poder político.  A pesar de existir tanta gente de talento en el país las presidencias y las posiciones de máximo poder político tienden a concentrarse cada vez más en familias o clanes. La familia Roosevelt, la familia Bush, la familia Kennedy, son ejemplos de esa tendencia a la concentración de poder en familias o pequeños grupos. También lo son la candidatura de la Sra. Clinton, esposa del ex - presidente Clinton y la posible candidatura de la Sra. Obama, esposa del ex - presidente Barack Obama.  Las razones de esta tendencia son diferentes al caso de nuestros países gran colombianos pero también pueden llevar a mecanismos de elección no necesariamente basados en la meritocracia.   

miércoles, 15 de marzo de 2023

EL BEISBOL: AZUCAR QUE NO PRODUCE DIABETES

 


                                        Vidal López, el muchachote de Barlovento

Viendo los juegos de la Serie Mundial del Béisbol estoy disfrutando inmensamente, en particular al ver que naciones como Israel, Australia y Holanda juegan tan bien en equipo, a pesar de que no logren ganar a los grandes, como USA, Santo Domingo, Japón o Venezuela. Mi simpatía por el más débil logra satisfacción al ver como los pequeños se tutean con los poderosos, ya que la pelota es redonda.   

El béisbol siempre ha sido parte importante de mi vida.

Acababa yo de cumplir los nueve años de edad, en 1942, cuando mi papá me anunció que había contratado a Venancio, el mejor chofer de Los Teques, para que nos llevara a Caracas a ver un juego de béisbol. Jugarían el Magallanes contra un nuevo equipo, el Cervecería Caracas, esencialmente integrado por siete de los héroes de la serie mundial  que se realizó en La Habana en 1941, en la cual el equipo venezolano derrotó a Cuba amparado en los lanzamientos de Daniel, “Chino”, Canónico. Cervecería había logrado contratar a José Pérez Colmenares, Luis Romero Petit, Julio Bracho, Enrique Fonseca (El Conejo), Héctor Benítez (Redondo), Juan Francisco Hernández (Gatico) y José Antonio Casanova. Además contaban con Ramón Fernández (Dumbo) y con Félix Machado (Tirahuequito) y Luis (Mono) Zuloaga. Por el Magallanes lanzaría mi ídolo, Vidal López (el Muchachote de Barlovento). Por Cervecería Caracas lanzaría Alejandro Carrasquel (El Patón).

El día del juego nos levantamos muy temprano y abordamos el vehículo de Venancio, acompañados de un buen amigo de mi padre, a quien todos llamaban “Morrocoy”. En Los Teques de esa época casi todo el mundo tenía un apodo. Yo era llamado “Vitamina”, por ser muy delgado pero vivaz y bastante asomado. El viaje de Los Teques a Caracas se hacía por la estrecha carretera serpenteante que, saliendo del Pueblo, pasaba por Zenda, donde podía verse una casa de estilo europeo que alojaba a un misterioso personaje de quien se decían cosas macabras. Luego vendría una alcabala, en la cual yo le saqué la lengua al policía, lo cual fue motivo de una breve detención, resuelta amigablemente gracias a la persuasiva intervención de Venancio.  

La carretera había sido construida durante la dictadura de Gómez. Estaba llena de curvas, esculpida en los gneises, esquistos y  mármoles de edad cretácica (yo lo sabría más tarde, al estudiar geología), vueltas y vueltas hasta llegar a los valles cercanos a Antímano. Allí paramos a comernos unas arepas. Al llegar a Bella Vista, la entrada a Caracas, Venancio nos  anunció que de Los Teques hasta Bella Vista había 27 kilómetros. El Morrocoy comentó: “Y eso que nos paramos como media hora en Antímano”.  A mis nueve años, respetuoso del Morrocoy, debí hacer un gran esfuerzo para no hacer un comentario.

Llegamos al estadio de San Agustín un par de horas antes de que comenzase el juego y pudimos entrar sin demora al estadio. Me admiré de su tamaño, con capacidad para unas 10000 personas, todas sus tribunas de madera. Logramos asientos cerca de la tercera base y vimos a Vidal López bateando pelotas hacia el  jardín central, así como al Patón Carrasquel y al Mono Zuloaga, calentando el brazo con la ayuda del Conejo Fonseca, usando una pelota que parecía de hierro.

Ese juego lo ganó el Magallanes, con el picheo de Vidal López, a quien solo le dieron cinco hits. Después del juego nos fuimos a comer un hervido de gallina en el restaurant de los hermanos Álvarez y luego emprendimos el regreso a casa. Yo iba muy contento por la victoria de mi equipo, el Magallanes pero el resto del pasaje lucía melancólico ya que eran partidarios del Cervecería Caracas.

Ya hace  80 años de ese evento beisbolero que fue de gran impacto para mí. Aunque ya coleccionaba fotos y estadísticas sobre mis jugadores favoritos y había visto jugar en exhibiciones llevadas a cabo en Los Teques  a luminarias del béisbol negro, como Joshua Gibson, Cocaína García y León Day, ese viaje al estadio San Agustín fue mi primera incursión en el mundo del béisbol “organizado”.  

Desde aquel momento en adelante el béisbol ha sido un fiel acompañante de  mi vida, deporte que jugué hasta los 52 años (ya como softball) y  del cual he sido asiduo espectador. De una manera que no vacilo en calificar de inmadura me acostumbré a conectarme con un jugador  preferido, a quien sigo con especial cuidado  y cuyas hazañas y fracasos vivo como propias.  Ese ha sido el caso de Vidal López, luego Héctor Benítez (Redondo), Luis Aparicio (padre), Alfonso Carrasquel, Luis Aparicio (hijo), Luis (Camaleón) García, César Tovar, Andrés Galarraga y Miguel Cabrera. Al retirarse Cabrera este año tendré que trasladar mi idolatría hacia José Altuve, quien creo será miembro del Hall de la Fama, como Luis Aparicio (hijo) ya lo es  y como lo será también Cabrera (Omar Vizquel también calificaría pero ya parece muy difícil que lo elijan).

Mi actitud es inmadura ya que, así como paso un buen día cuando mi jugador lo hace bien, paso un día irritado cuando su actuación es gris.

El béisbol es más que un deporte, es una guía de vida.  Hace muchos años leí en un libro que el béisbol era lo más parecido a la inmortalidad, ya que siempre habría un nuevo juego.  Por su parte, el escritor y pensador Mike Robbins nos dice que el béisbol educa. Entre otras cosas, nos enseña a apreciar el momento. También nos enseña a hacer las cosas de manera progresiva, pues hay que llegar a primera, avanzar a segunda y a tercera, antes de anotar una carrera. El béisbol nos ayuda a enfocarnos en lo que podemos controlar, no perder el tiempo argumentando si un lanzamiento fue bola o strike o lamentándonos porque está lloviendo. Nos enseña que el fracaso, los errores mentales o físicos, son parte integral del evento y que siempre es posible la redención, pasar de ser villano a ser héroe.  El béisbol también nos enseña, como decía Yogi Berra, que el juego no termina hasta que termina, es decir, hasta que la gorda cante. ¡Me da escalofríos pensar en quien es la gorda!

El mayor impacto que ha tenido el béisbol en mi vida es ese que siempre habrá otro juego, que detrás de los nubarrones siempre se insinúa el arco-iris, que no hay manera de ganar el juego con una estrella sino que se necesita un equipo y que, detrás de un lanzador que logra un juego perfecto, siempre  hay un receptor que lo ha guiado pero que casi nunca logra el mismo nivel de reconocimiento. Ello me ha enseñado que nuestros posibles logros son en gran medida el producto de lo que nuestros padres, maestros y amigos han logrado transmitirnos, al apoyo del equipo. El béisbol es un efectivo antídoto contra la vanidad, la arrogancia y  auto suficiencia.  

Sobre todo el béisbol es como azúcar que no produce diabetes y que enriquece la vida espiritual y nutre el carácter de millones de niños y, por qué no, de aquellos adultos que tienen la suerte de seguir siendo niños. 

lunes, 13 de marzo de 2023

ESTATISMO PETROLERO: MONSTRUO DIFÍCIL DE MATAR


                                            https://underworlds.games/criaturas/hidra/ 

 

La terrible experiencia de Petróleos de Venezuela y su progresiva degradación a manos del estado no ha curado a los políticos venezolanos de la terrible enfermedad del estatismo. De nada ha valido que estos políticos hayan visto (y bastante de ellos, promovido) el desastre petrolero más grande de la historia. Muchos de ellos aún llevan el veneno de la estatización firmemente sembrado en sus mentes y promueven el control de la industria petrolera venezolano por parte del estado, alegando que:

·       Es un asunto de soberanía petrolera

·       Es lo patriótico

·  Tenemos muchos talentos para garantizar el buen manejo de la industria

·     El petróleo es nuestro, así tengamos que invertir el dinero que sea necesario

·      Los beneficios financieros del petróleo en manos del estado han sido satisfactorios

·       Debemos “rescatar” a PDVSA, no privatizarla

·  Es “necesario conservarla en manos del estado, para evitar la transferencia de recursos del estado a la élites económicas

·       Privatizar sería quitarle el petróleo al pueblo

Soberanía petrolera

El concepto de soberanía petrolera ha sido históricamente esgrimido por la extrema izquierda venezolana y hasta por la derecha (COPEI) para argumentar la necesidad de mantener el monopolio y control operacional de la industria petrolera en manos del estado. El gran error de esta postura ha sido suponer que la soberanía petrolera es sinónimo de control total operativo y financiero de la industria petrolera por parte del estado. Esto es errado. Durante los últimos 23 años de chavismo el estado ha tenido total  control de la industria petrolera y, en nombre de la soberanía, ha generado el peor de los desastres en esa industria. En los cursis planes de la patria ese concepto es una de las bases fundamentales de la llamada revolución bolivariana. El resultado de su aplicación ha sido un desastre operacional, financiero, tecnológico y humano, al convertirse a PDVSA en una gran quincalla de importación de comida podrida, constructora de casas que se caen, financista de misiones populistas e inefectivas, en la caja chica de Chávez, primero, y de Maduro después, hasta que el colapso fue total.

Ello la ha llevado a entregarse en manos de Chevron y de Irán para que medio le compongan el desastre, lo cual representa una grave derrota ideológica. Mucho antes, la llevó a entregar buena parte de su producción petrolera a Cuba, en un acto de traición que es antítesis de soberanía.   Pretendiendo ejercer la soberanía petrolera el estado chavista entregó la soberanía total.

    Patriotismo

El patriotismo es otro de los conceptos esgrimidos para exigir la estatización de la industria petrolera, el cual dice que ponerla en manos de operadores extranjeros sería – según los “patriotas” -  una traición a la patria. Paradójicamente, uno de los mayores traidores a la patria del período chavista, Ali Rodríguez Araque,  títere de los Castro, escribió un libro en 1997 para “defender el patriotismo” petrolero, verlo aquí: http://www.pdvsa.com/images/pdf/publicaciones/libros/privatizacionpetrolera.pdf . Rodríguez habló de los “despojos” hechos a la nación por la apertura petrolera de la década de los 90 y por otros proyectos petroleros contratados con empresas extranjeras, los cuales aumentaron significativamente la producción petrolera para el beneficio del país. Años más tarde este “patriota” presidió sobre la destrucción de PDVSA, al ponerla al servicio del chavismo, promoviendo la entrega a Cuba de 100.000 barriles diarios de petróleo esencialmente gratis.

 

 No hay que privatizar porque tenemos talento criollo

Luis Emilio Rondón, El líder de Un Nuevo Tiempo, UNT, el partido de Manuel Rosales, quien – por cierto - hizo desastres en la empresa Monómeros, argumenta en contra de la privatización de PDVSA, llamándola una maniobra de la “extrema derecha” y dice que “aquí hay suficiente talento para recuperar a PDVSA” (Twitter). Usted debería saber, Sr. Rondón, que el talento no es quien dicta las políticas sobre la empresa. Precisamente, el talento desapareció de PDVSA y de Venezuela el día que Chávez, pito en mano, la despidió para adueñarse de su manejo. La ambición de control total sobre la gallina de los huevos de oro terminó con una PDVSA en manos de ladrones, narcos, lavadores de dinero e incompetentes civiles y militares, desde Ciavaldini hasta El Aissami, pasando por el largo túnel Ramírez Carreño. Por otro lado, Sr. Rondón, el talento es apenas uno de los  pilares de una industria petrolera exitosa. Los otros tres: tecnología, capital y equipos bien mantenidos también están por el suelo y escasean más que el talento.   

El Petróleo debe ser nuestro, Cueste lo que Cueste

Este es un argumento de Rafael Quiróz Serrano, quien dice que el petróleo debe seguir siendo de los venezolanos a pesar de los ingentes montos financieros que se necesitan para su reconstrucción. Este experto hace una equivalencia entre la propiedad y el control total de la operación, lo cual es erróneo. Venezuela bien puede tener el control total de su industria petrolera sin tener que invertir dinero propio y sin tener que operarla directamente. Todo lo que se requiere es una agencia competente de supervisión estatal de los contratos que se firmen con las empresas privadas para el manejo de la industria. La verdadera propiedad que interesa a la Nación es la de los ingresos del petróleo, no la propiedad de las herramientas de producción.

 

 

La renta petrolera manejada por el estado ha sido satisfactoria, no es necesario privatizar

José Guerra, el economista y exdiputado (expresidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional de 2015), considera que la captación histórica de renta con las petroleras en manos del Estado ha dado beneficios a la nación. Alegó que en los principales países productores (excepto en Estados Unidos), los Estados son los propietarios de las empresas petroleras. Y agrega,  «Por algo será». (Twitter)

Esta aseveración de José Guerra es bastante debatible, sobre todo porque los períodos de mayor captación de rentas por parte del estado ocurrieron durante la etapa concesionaria, cuando se combinaban varias disposiciones del estado que obligaban a las concesionarias a pagar impuestos a precios de referencia y a producir a niveles impuestos por el ministerio del sector. Durante  el chavismo el proceso de captación de rentas petroleras fue caótico, a pesar de altos precios petroleros durante varios años, caos debido a la corrupción en la empresa y a un Banco Central despojado de autonomía, el cual terminó dando dinero a PDVSA, no al revés.  

En los estados petroleros más prósperos el petróleo está en manos privadas o parcialmente privadas y las empresas petroleras estatales son manejadas con criterio empresaria, como empresas privadas. Por ejemplo, ARAMCO, la empresa estatal de Arabia Saudita tiene cinco directores del sector privado, quienes – según puedo ver en internet -  ni siquiera son de nacionalidad saudí.   

“Rescatar” a PDVSA, no privatizarla y llevarla a 6 millones de barriles diarios

Así lo pide el líder de Primero Justicia, Carlos Ocariz (Noticiero Digital): “«El debate no debe ser si Pdvsa es privatizada o no, sino enfocar la discusión en cómo rescatar la compañía de la mano del sector privado y en cuánto tiempo podemos producir 6.0 millones de barriles diarios, que era la meta que Venezuela tenía a finales de los noventa.”

PDVSA no es rescatable por varias razones: es una marca ya desprestigiada mundialmente; la moral de la organización está destruida; sus cuadros gerenciales y técnicos están por debajo del mínimo y habrá muchos problemas para depurarla de sus numerosos elementos indeseables actuales. En un país en el cual la salud, la educación, la infraestructura están por el suelo, estas deben ser las primeras prioridades, no el financiamiento de una empresa petrolera estatal.  

Por otra parte, hablar de llevar a PDVSA a producir 6 millones de barriles diarios es ignorar la realidad petrolera actual, las fuertes tendencias mundiales hacia la transición a energías limpias (ya que muchos de los 6 millones de barriles tendrían que ser petróleo pesado de la faja) y la magnitud del esfuerzo financiero que requeriría semejante objetivo.  

 

Debemos proteger los recursos del estado

En este sentido el economista y experto en materia petrolera, Francisco Rodríguez, expresó que en un país con las debilidades institucionales y la tradición de captura del poder público de Venezuela, «la privatización de PDVSA no haría más que asegurar la transferencia de enormes recursos del Estado a las élites económicas que se posicionarían para adquirirla».

No comprendemos este argumento de Rodríguez. Contratar empresas privadas para que produzcan petróleo venezolano, haciendo las inversiones requeridas, operando y produciendo eficientemente el petróleo, actividad a ser remunerada de común acuerdo entre las partes, no tiene por qué involucrar transferencias de recursos del estado a élites económicas. Al contrario, puede significar liberar recursos del estado (hundidos o por hundirse en la industria petrolera) para otras áreas donde el estado los requiere urgentemente (salud, educación, etc.), dejando la actividad económica de riesgo en manos de un sector privado sujeto a supervisión del estado.

      

             Privatizar sería quitarle petróleo al pueblo

El líder político, Henrique Capriles, actualmente en campaña electoral después de algunos años de enchinchorramiento, ofrece esta perla: “Hay muchas cosas que vamos a decir en este recorrido, que las vamos a defender. El petróleo, por ejemplo. El petróleo es del pueblo ¿Qué, van a venir a quitarle el petróleo a la gente?”.

Lo sucedido en los últimos 23 años muestra a quienes tengan ojos para ver que la industria petrolera en manos del estado ha sido un desastre. Aún antes, durante los años de 1985- 1999, la industria petrolera en manos de PDVSA ya mostraba indicios de politización. El petróleo fue efectivamente del pueblo bajo Medina, Betancourt, Leoni, Caldera I, cuando aún no estaba “nacionalizado”. Bajo Chávez lo que hubo fue un reparto populista, de compra de lealtades políticas y un reparto de dádivas a los amigos ideológicos del chavismo en todo el mundo. Durante estos 23 años de horror chavista el pueblo nunca ha sido dueño del petróleo.  Pero Capriles se muestra como un demagogo barato al decir esto, por cierto muy elogiado por Rafael Ramírez, uno de los principales responsables de la debacle petrolera durante el chavismo.

 ¿Quién ha resultado ser el verdadero dueño del petróleo estatizado bajo el chavismo? La pandilla que tiene sus cuentas en bancos de Italia, Andorra, España, Suiza, Rusia; los contratistas de PDVSA como los bolichicos y Petrosaudí, las empresas como Odebrecht, las cuales tenían a varios líderes de oposición en sus nóminas, las familias Flores y Chávez y sus allegados.  

                     

Frente a estas pretensiones demagógicas se alza hoy la voz de María Corina Machado, a quien acompaña una buena parte de la Venezuela sensata e inmunizada contra el veneno estatista.