jueves, 23 de enero de 2020

Un Archipiélago de Tribus



      **** Venezuela requiere reconstrucción material, claro. Pero, ante todo, reconstrucción espiritual y moral

Venezuela se quitó el guayuco del atraso en 1935, comenzó a modernizarse durante el período 1935-1958, se durmió en sus laureles  desde 1960, con los gobiernos de Lusinchi y Herrera Campins, y se puso  de nuevo el guayuco en 1999. Hoy en día el país es un vergonzoso archipiélago de tribus, con caciques mediocres, las cuales  han perdido el camino que los hubiera conducido a la Nación. Esta pérdida del camino se debe fundamentalmente a que los caciques militares y civiles, por ignorancia, incompetencia, codicia y deseos de poder, las han llevado por atajos que inevitablemente desembocan en el gran pantano del atraso y la anomía.  El populismo, el robo, la falta de grandeza han destruido la sociedad venezolana.
La Venezuela de hoy galopa hacia el pasado. Su destrucción desde 1999 ha sido total. Lo peor ha sido  la destrucción del alma, ese factor esencial de toda sociedad que determina si es digna o no lo es de convertirse en Nación. En este país donde el alma ha tenido que irse o está arrinconada en los hogares dignos ha desaparecido el sentido de Nación y los proyectos de vida individuales. Todo ello aplastado por el régimen ignorante y entreguista. El gran payaso asesino ha llegado a pedir que el embajador cubano asista a al gabinete ministerial, ilustrando así su condición vergonzosa, traidora e invertebrada.  Esta obliteración de sueños y proyectos individuales de millones de venezolanos es lo que se ha llamado el Daño Antropológico. Los escombros de la sociedad, las bandadas tribales, andan hoy sin sentido de dirección coherente y nacional.
 Intentar una restructuración del país solamente sobre las bases materiales sería insensato. Hay que atender como primera prioridad esta situación actual de anomía y  tratar de transformar el archipiélago tribal en Nación. Para ello será preciso que afloren líderes con la capacidad para inspirar a los venezolanos para trabajar juntos en la creación de una sociedad moderna, donde cada quien haga su aporte. Aunque tenemos individualidades valiosas ese liderazgo no ha aparecido todavía en su requerido vigor.
El cuerpo es importante pero el alma es esencial.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Así es lamentablemente. Lo más difícil será la recuperación moral y revivir la educación de venezolanos que llevan 20 años metidos en un marasmo moral, social y económico. Será una labor que no se logrará sino con mucho tiempo y trabajo. No soy para nada optimista.

Anónimo dijo...

Creo que fue Cabrujas que dijo que Venezuela era un "poquegente con un lago grandísimo de petróleo abajo de los pies". Hasta hoy fue la mejor definición de Venezuela que he leído. La de Gustavo cabe perfecto y podría ser hasta el nombre de un libro: Venezuela: el archipiélago tribal.

Anónimo dijo...

Castro - muerto
Chavez - muerto
Morales - fuera
Correa - fuera
Maduro - cuando?

Luis Rincones dijo...

La educación en las diferentes organizaciones, los medios pueden apoyar con programas para apoyar la educación cívica.