jueves, 2 de septiembre de 2021

LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS CHAVISTA

 

     **** UN AIDE MEMOIRE PARA QUIENES NEGOCIAN CON EL CHAVISMO



La destrucción de Venezuela ha venido enredada en las crines  de cuatro jinetes  diabólicos: la cursilería, la ignorancia, el sadismo y la corrupción.

LA CURSILERÍA

Aunque este jinete parezca de naturaleza anecdótica en la tragedia venezolana creo que tiene tanta importancia como los otros tres. La ausencia del sentido del ridículo es un agente muy eficiente de destrucción de la dignidad y el decoro de una sociedad. Tener que asistir a, y aceptar el espectáculo de, una pandilla profundamente cursi ha llevado a la sociedad venezolana a ser objeto de burlas y mofas por parte del resto del planeta y lesionado seriamente la auto-estima de los venezolanos.

¿Han visto ustedes los desfiles militares de la llamada Fuerza Armada revolucionaria? ¿Generales barrigones con docenas de medallas que no significan nada guindando del pecho? ¿Algunos demasiado obesos para poder entrar o salir de un tanque? ¿Otros pintoreteados con ínfulas de guerreros quienes han probado ser impotentes frente a las guerrillas colombianas? ¿Ancianos de caras “feroces” que integran la llamada milicia?

¿Han visto ustedes a Hugo Chávez primero, a Nicolás Maduro después con liquiliques color marrón o, peor, aún, con una especie de uniforme militar a la cubana, elaborados para disfrazarlos de “comandantes”?

¿Y qué decir de los bailoteos de Maduro y Cilia Flores? ¿O aquellos de la Dra. Urbaneja en la etapa de Chávez?  ¿Y los desplantes de Chávez en sus viajes al exterior, hablando mal de sus anfitriones, palmoteando a la reina de Inglaterra, mandado a callar por el rey de España?  

Los documentos oficiales de la “revolución” son de “coger palco”. ¿Han leído ustedes el Plan de la Patria?  El prólogo define este plan como “una fotografía en la que los pueblos del mundo se miran y ven el coraje de los bolivarianos. Y eso asusta al Imperio porque tras nuestra victoria estará la fuerza inspiradora de millones. Nuestro trofeo –leales a Chávez– será la sonrisa de los niños y niñas, la felicidad de nuestro Pueblo”. ¿Se imaginan ustedes a los pueblos del mundo asombrados ante la maravillosa fuerza de esta revolución? ¿Al imperio aterrado? ¿Dónde está la sonrisa de los niños (y niñas) y la felicidad de nuestro pueblo? Este mamotreto dice: “La defensa de la soberanía es el gran logro histórico de la revolución”. ¿Qué soberanía? ¿Es el tutelaje cubano soberanía política, es depender de la gasolina importada de Irán soberanía energética? ¿Es comer el triste contenido de una caja venida de México soberanía alimentaria? ¿Es asistir a una dolarización de facto soberanía financiera? ¿Es tener que comprar a la guerrilla colombiana la libertad de  los soldaditos presos  soberanía militar?

LA IGNORANCIA

1.    Oír hablar al Nicolás Maduro es soportar una intensa pena ajena. El sujeto es esencialmente analfabeta. Al hablar de Bolívar nos dice: “«Así como fue a los tres años huérfano de padre, a los nueve huérfano de madre, apenas a los 17, 18 años fue huérfano de esposa”,

·       ¿Y qué les parece: “Se descubrió una aguja en un panal”? “.

·       O sus consejos sobre gobernar: “¿ustedes saben cómo duermen los delfines? Los delfines cuando duermen, la mitad del cerebro está despierta, con todas sus funciones, para no hundirse, no ahogarse. Y la otra mitad, descansa. Así debemos hacer nosotros. Un ojo abierto y otro también”.

·       Veamos sus reflexiones sobre economía: “Viene el presidente de Fedecámaras y dice: Maduro aumentó el salario, va a aumentar la inflación’. Entonces, ¿si bajo el salario va a bajar la inflación?

·       Sus expresiones de lealtad: “Cuando conocí al presidente Chávez no dudé ni un milímetro de segundo para estar a su lado”

·       Sus hallazgos personales: “A veces me doy cuenta que soy yo mismo cuando me miro al espejo”.

·       Su sensualidad: “Mujeeeeeer, déjate quereeer. Como yo te estoy querieeendoooo’. Esa canción la canto a Cilia todas las noches antes de acostarnos a dormir”.

·       Sobre educación: “Todos los territorios del Alba son libres de alfabetismo”.

La ministra de educación nos dice: “Maturín es el país petrolero más importante de Venezuela”. Aristóbulo nos decía: “Si eliminamos el control de cambio todo el mundo se lleva su dinero pá fuera”.

¿Y qué puede decirse de las matemáticas de Jorge Rodríguez? : ver https://www.youtube.com/watch?v=tSUtuQYU7jI

Hugo Chávez era pródigo en la falacia por ignorancia. Como cuando dice: “Ser rico es malo, es inhumano”. O al hablar de George Bush, presidente de los Estados Unidos, país que es su principal socio comercial: “Eres un ignorante míster Danger, eres un burro, o para decírtelo en mi mal inglés, en mi bad English: you are a donkey Mr. Danger (...) Cobarde, asesino, genocida, eres un alcohólico”. O cuando exhibe sus conocimientos de historia: “Israel critica mucho a Hitler, nosotros también, pero ellos han hecho algo parecido, qué sé yo si peor a lo que hacían los nazis”. Exhibe un idioma de estadista: “Váyanse al carajo yanquis de mierda que aquí hay un pueblo digno. Váyanse al carajo cien veces. Aquí estamos los hijos de Bolívar, los hijos de Guaicaipuro, los hijos de Túpac Amaru y estamos resueltos a ser libres”.  O, “esta victorias de ustedes es de mieeeerda”. Y se ve rodeado de guarda espaldas cubanos o de militares payasos, al decir esto.

Según Hugo Chávez el hombre habría aparecido en el planeta “hace 2000 años”, eliminando de un golpe la historia de grandes civilizaciones. Y ¿quién no recuerda la explicación que diera el paracaidista, ayudado por el no menos brillante hermano Adán,  sobre el cambio de hora en Venezuela? https://youtu.be/2WoEzseuE9k

EL SADISMO

Leemos en la prensa que la “gloriosa” Guardia Nacional de Maduro impide el paso de alimentos y ayuda a las víctimas de las inundaciones ocurridas en los Andes. Estos malhechores han probado ser muy eficientes a la hora de despojar a los agricultores de sus productos en las alcabalas, de pasar gasolina de contrabando hacia Colombia por las fronteras del Zulia y del Táchira y de matraquear a los mineros legales o ilegales de Guayana. Han perdido todo pudor y sentido del honor, convirtiéndose en verdugos del pueblo que estaban obligados a defender.

En las cárceles, primero las de Chávez y luego las de Maduro, se tortura, se humilla a la gente que está privada de libertad por desear ver a su país libre y democrático. La crueldad se combina con el cinismo cuándo esta gentuza va a los organismos internacionales a negar la existencia de centenares de presos políticos.

En los 20 años de crueldad chavista no menos de 300.000 venezolanos han perecido violentamente, muchos de ellos a manos de los cuerpos represivos del régimen, mientras que más de 5 millones de habitantes nos hemos ausentado del horror que es Venezuela impulsados por el miedo, las privaciones o la indignación ciudadana.  

Frente a la gente que lo perdía todo con sus demostraciones de Calígula tropical, Hugo Chávez decía: “Ven a mí que tengo flor, ¿Que es aquél edificio que está allá en la esquina?    Expropieseeeese”.

Maduro cerca a la gente por hambre con su eficiente sistema del CLAP y del pernil navideño. Quien no le sea leal no come, quien no lo apoye no tendrá casa. Así lo decía abiertamente en TV: “Yo puedo hacerte las casas pero no te las voy a hacer porque no votaste por mí”.  

LA CORRUPCIÓN

El cuarto jinete del apocalipsis chavista galopa riéndose a carcajadas. Desperdiciar un ingreso de un millón de millones de dólares en 20 años no es pequeña hazaña, el equivalente de 80 veces el Plan Marshall, con el cual se reconstruyó Europa. Y, además, ingeniarse para montarle una deuda a la nación de unos $150.000 millones adicionales. Esto fue logrado por una pandilla de unos 800 miembros civiles y militares, expertos en sobreprecios, contratos fraudulentos, extracción ilegal de minerales, lavado de dinero por todo el planeta, adquisición de comida podrida y armamentos vencidos que no saben manejar, contrabando de gasolina y diésel y otros artilugios. Las bóvedas de los bancos suizos, portugueses, españoles, andorranos y los paraísos fiscales del Caribe y Panamá están repletos de millones de dólares pertenecientes a la nación venezolana, pero hoy en manos de esa marabunta chavista de banqueros, contratistas, vendedores de comida, una verdadera hez de la sociedad venezolana, algunos pertenecientes a familias de abolengo, otros salidos de los sectores más modestos de la población, pero todos hermanados en la tarea de arruinar a Venezuela para su provecho personal.  Ministros, presidentes y directores de empresas del estado, alto mando militar, contratistas amigos, banqueros melosos, encuestadores cómplices, magistrados del Tribunal de justicia, defensores del pueblo, árbitros electorales, oposicionistas disfrazados, diplomáticos complacientes y otros especímenes parecidos se han llevado parte del botín. Ejemplos: Alejandro Andrade, un vulgar asistente de Chávez que amasó mil millones de dólares; Tareck El Aisami y su red de empresas; Raúl Gorrín; Alex Saab, la familia Maduro-Flores, Rafael Ramírez Carreño y sus primos y otros familiares; los bolichicos de “buenas” familias, la familia Chávez; enfermeras de Chávez, narcotraficantes amigos, un desfile interminable de mega-rateros.  

Y pensar que, después de 20 años de galopar impunes por todos los rincones de Venezuela, estos macabros jinetes están a punto de continuar su galope impunes, con su botín esencialmente intacto, gracias a una negociación promovida por las grandes potencias del planeta entre el régimen y  representantes de las víctimas. Quienes se sientan en la mesa con los cuatro jinetes del apocalipsis chavista dicen que la aplicación de justicia es venganza, que defender la libertad a toda costa es incitar a la violencia y que, como no nadie está en plan de rebelión, es mejor rendirnos y “agarrar aunque sea fallo”.      

 

 


1 comentario:

Anónimo dijo...

El país ha finalizado su ciclo histórico. Ahora será un recuerdo, pero nadie nos quita lo bailado.