domingo, 2 de agosto de 2015

Maduro: renuncie

****** HÁGALE HONOR A SU APELLIDO
Y no se ría.....

No le escribo en afán de criticarlo, para lo cual no me faltarían razones. Le escribo como ciudadano venezolano quien contempla horrorizado el deterioro progresivo de nuestro país durante los últimos 16 años de continuos desaciertos por parte del grupo que lo mantiene hoy en el poder. Lo hago para pedirle que renuncie a su posición y abra el camino a nuevas elecciones presidenciales, en un país que sufre una penosa agonía y requiere urgentemente transitar una nueva vía para recuperar su normalidad.

 Señor Maduro:

No le es posible seguir tratando de crear la ilusión de un país que marcha bien, cuando  los venezolanos carecen de lo esencial, material y espiritualmente. Lo material esencial, Sr. Maduro, es una economía estable, seguridad ciudadana, una infraestructura física bien mantenida, oportunidades de empleo y acceso a servicios decentes de salud y de educación. Lo espiritual esencial es saberse miembros de una sociedad que sabe a dónde se dirige y cuyo sentido de dirección es compartido por una inmensa mayoría, es respeto a la disidencia política, es el ejercicio de la libertad y la existencia de una democracia decente y limpia, sin ladrones y traidores saqueando los bienes públicos.

Sr. Maduro:

Esas carencias que esbozo arriba son dramáticas y no pueden ocultarse. No hay propaganda ni habilidades cosméticas que puedan alterar nuestra trágica realidad. Usted debe saberlo porque día a día está confrontado con ellas, mientras su régimen procura darle a cada nuevo y terrible descalabro una interpretación positiva. En eso sus asesores cubanos y venezolanos han hecho un buen trabajo y ello le permitió al régimen mantener por bastante tiempo una  ilusión de que Venezuela aún disfrutaba de una “excesiva normalidad”, como solía decir un cínico ex-funcionario de alto nivel del régimen del difunto. Esa ilusión se hizo cada vez más débil y ya dejó de funcionar hace algún tiempo. Usted tiene que saber que esta situación de espeluznante deterioro es irreversible y que mantenerla a costa de cada vez mayores entregas de soberanía y de endeudamiento brutal solo le darán a usted unas semanas o meses adicionales de vida en el poder.  Y, si acaso usted no se da cuenta de esto, la tragedia sería aún mayor de lo que nos imaginamos, porque ello significaría que usted está totalmente divorciado de la realidad.

Sr. Maduro:

No tiene sentido y nadie le agradecerá que compre usted unos meses más de poder ilusorio a costa del colapso nacional definitivo. Sería cruel y perverso empeñarse en llevarse al país a la tumba con usted, en imitación del Sati, aquella bárbara costumbre de la India feudal de quemar en la pira a la viuda junto al esposo muerto. Venezuela ha vivido y vive una de las etapas más horrorosas de su historia. No es necesario que yo le recuerde las escenas de horror que se ven en las carreteras del país cuando se accidenta un camión lleno de víveres y es saqueado por  masas embrutecidas y semi-salvajes que hacen caso omiso de las  víctimas. Ni los asesinatos en número de miles que se llevan a cabo impunemente en pueblos y ciudades. Ni el espectáculo degradante de nuestras cárceles o de las morgues rebosantes de cadáveres tratados sin dignidad. O  las protestas que llegan de todo el planeta en contra de su decisión de mantener presos a venezolanos por el solo delito de disentir de su régimen.

Sr. Maduro:

Un análisis desapasionado de su situación le haría saber que usted no tiene posibilidad alguna de mantenerse en el poder. Para un político honesto  lograr que la nación prospere y los ciudadanos vivan razonablemente felices debería ser mucho más importante que mantenerse en el poder al costo de la ruina nacional.  Mantenerse en el poder representa ya un objetivo innoble y, además, totalmente fuera de su alcance. La Nación está endeudada, sin credibilidad internacional, sin rumbo, fragmentada y espiritualmente postrada. Reconozca usted, si le queda un átomo de honestidad, que usted no sirvió para esto, que el difunto metió la pata cuando lo designó a usted como sucesor en el momento de su muerte, que  la llamada revolución ha fracasado y que el país merece la oportunidad de buscar otros caminos.

Renuncie usted y llame a elecciones.

Señor Maduro:

 Haga como El Quijote, quien vivió loco pero murió cuerdo. El difunto, quien tenía más talento y carisma que usted y, sobre todo, mucho más dinero disponible, fracasó rotundamente. Como puede usted pensar que tendrá éxito? No espere a que el último de los venezolanos lo repudie. Dese cuenta de la situación nacional. Renuncie y llame a elecciones. No siga prostituyendo usted a las instituciones con su deshilachada manera de gobernar. Esto es grotesco:  el CNE cambiando reglas del juego, el TSJ reemplazando directivas de partidos políticos para influir sobre las candidaturas legislativas, el alto mando militar reducido a un club de adulantes, las masas desesperadas en plan de sobrevivencia a como dé lugar, olvidando valores y principios, el lenguaje soez  y las actitudes degradadas y embrutecidas.

Señor Maduro:

 Tenga usted la decencia de renunciar, llamar a elecciones y ausentarse, dejando que gente preparada, con talento para gobernar y con ideas políticas modernas se encargue de recuperar al país. No demore esta decisión ni un día mas, pues cada día que pasa su presencia en Miraflores genera pobreza, sufrimiento, muerte y desesperanza.

Esto que le digo  no tiene nada que ver con maniobras políticas, estrategias o estratagemas de oposición. Se lo digo como ciudadano venezolano,  sin exagerar la gravedad de la situación de la Nación.

 Usted dijo ayer:

 Yo voy pa’lante, caballero. Aquí no va a haber guarimba, amenazas de golpe, sabotaje, paramilitarismo, que me pare”.

 Quizás nada de eso lo pare, Sr. Maduro. Pero si podría hacerlo un pequeño residuo de honestidad.

  



7 comentarios:

elmo Tagua dijo...

Renuncie y se vaya pa' la M

a lomore dijo...

Es que no es maduro el que est'a en el poder, 'el es una simple marioneta. El poder est'a en manos de una conspiraci'on internacional encabezada por los Castro y de la que participan China, Rusia y otros paises enemigos de Occidente, a'un en Latinoamerica hay paises que se benefician, esos son los que indirectamente tienen el control del presente y futuro del pais. Objetivo? saquear a un pais que Chavez recibi'o rico en recursos pero paup'errimo en nacionalismo, d'ebil institucionalmente y corrupto en grado extremo. Maduro podr'a renunciar para dar entrada a Maduro II pero nada va a cambiar, hay mucho dinero de por medio y una excelente cabeza de playa como para dejarla perder.La Venezuela que conocimos imperfecta pero perfectible ni el nombre conserva ya, de hecho hoy es La Rep'ublica Bolivariana de Venezuela, s'olo que nos es doloroso aceptarlo y urgamos en el espacio y el futuro buscando una esperanza, pero el da~o infligido es muy profundo.

Anónimo dijo...

Cuanta verdad a dicho lamore, me quedo con: "pauperrimo nacionalismo"

Gustavo dijo...

Renuncia y elecciones, no renuncia y reemplazo de alguien a lo Cabello

Anónimo dijo...

Y ahora.... saqueos.

Alitas Allie dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Por lo menos se le ve buena dentadura al negro este de Maduro.