jueves, 28 de junio de 2018

Se cae el régimen y hay que empujarlo




               ** Ideas para una hoja de ruta post chavista

Para H.O. 

La caída del narco-régimen chavista de Nicolás Maduro se vislumbra a corto plazo, aun cuando los venezolanos no movieran un dedo para sacarlo del poder. Ello sería el resultado del creciente colapso de todas las instituciones y sectores del país, algo que está a la vista de todos, Ejemplos: PDVSA en ruinas; el sector de la salud colapsado; las finanzas destruidas hasta el punto de que los acreedores internacionales ya se organizan para tratar de recuperar sus deudas y el país se encuentra en progresiva  cesación de pagos; la fuerza armada desmoralizada y en efervescencia; el seno del chavismo profundamente fracturado y dividido entre los “chavistas” y los “maduristas”, tratando de culparse mutuamente por el desastre; la inflación desbordada; el hambre y las enfermedades fuera de control; el éxodo de venezolanos indetenible; revelaciones sobre nuevos casos de  corrupción a los más altos niveles del narco-régimen aparecen cada día en la prensa internacional. Desde afuera la Unión Europea impone nuevas sanciones, el rey de España pide ayuda a USA para expulsar al narco-régimen; el vicepresidente de USA, Pence, viaja a la región a promover el endurecimiento de las sanciones; el Club de París analiza la cesación de pagos del régimen venezolano; la ONU envía informe condenatorio de Venezuela al Tribunal Internacional de Justicia; la OEA envía su informe igualmente condenatorio a La Haya; La Organización Internacional del Trabajo investiga las violaciones del derecho laboral venezolano; la Organización Panamericana de la Salud emite un informe muy crítico sobre la crisis de salud en Venezuela
Es un tsunami de podredumbre avasallante que el narco-régimen trata de contener rotando desesperadamente su pequeño entorno de ladrones y jineteros morales; Delcy Rodríguez es ahora vicepresidente; El Aissami ahora ministro de un nuevo ministerio; Freddy Bernal va para allá; Diosdado Cabello y  su esposa brincan para acá, el sobrino de Calixto salta al BCV; ministros entran y salen vertiginosamente; Rafael Ramírez utiliza sus “ahorros” en pintarse como víctima; Jorge Giordani es ahora un crítico del régimen del cual fue figura protagónica.  El incesto político alterna con la fugas de los cobardes hacia una tardía oposición.
Sin embargo, esta tragicomedia del narco-régimen no es suficiente. Es  necesario que el país se ponga de pie, se levante, se rebele. ¿Por qué? Hay dos poderosas razones. 
La primera es el severo precio que Venezuela paga por cada día que el narco-régimen permanece en el poder. Es un precio inaceptable en términos de muertes, angustia, miseria, persecuciones, tristezas y lágrimas, no solo para quienes se oponen al narco-régimen sino para quienes aún – de manera inexplicable – lo defienden porque piensan en su caja de comida mensual  y todavía creen en las promesas del paraíso socialista. Venezuela se ha convertido en un ejemplo de degradación colectiva ante los ojos asombrados de la región. Nuestra caída ha sido tan horrorosa que genera compasión aún entre los países más pobres del hemisferio. Esto no es aceptable porque niega nuestra historia y nuestras aspiraciones de ser un país civilizado.  
La segunda es que la sociedad venezolana se ha deteriorado en sus principios y valores y es preciso rescatarlos. Ha permitido que un grupo de ignorantes y corruptos, de mediocres y abusadores, le haya puesto la bota encima por casi 20 años. Y esto es comprobable ya que esa gentuza está todavía en el poder. No ha sido expulsada  ni por la oposición civil ni por la acción constitucional de la Fuerza Armada. Al contrario, la Fuerza Armada se ha convertido en su principal cómplice en el saqueo del país, acción que la condenará por siempre ante los ojos de los venezolanos amantes de la civilidad y la libertad. La oposición ha tenido brillantes momentos y ha puesto sus mártires pero la masa crítica ha fallado, dando un paso atrás cuando era necesario echar el resto. Es increíble que aún hoy en día existan miembros de la llamada oposición que favorezcan  un entendimiento con el narco-régimen. Si Venezuela desea redimir su buen nombre en el concierto de las naciones debe expulsar al narco-régimen de su seno, no esperar a que alguien lo haga por ella. En realidad, nadie lo va a hacer, a menos que exista, en paralelo, un estado de abierta rebelión interna que demuestre que existe coraje colectivo y una reserva moral en el liderazgo del país.
Por ello, es urgente que líderes Ledezma, Leopoldo, María Corina, Arria, Ugalde, Aristeguieta y los líderes de los sectores de la sociedad civil venezolana se reúnan a la brevedad posible para organizar una huelga general que pueda poner al país de pie y pedir al mundo exterior su apoyo en lo que debe ser un enfrentamiento final con el narco-régimen. Todas las condiciones están dadas, menos la decisión de ir adelante.  
La salida del narco-régimen, cuando se haga efectiva, debe ser seguida por una transición muy breve, donde el nuevo presidente sea, bien el presidente de la Asamblea Nacional o, si ello se decidiese por común acuerdo, se estructurara un triunvirato civil, ninguno de cuyos miembros sería elegible para una candidatura presidencial posterior. Este triunvirato, apoyado por la Asamblea Nacional genuina, debería fijar la fecha de las elecciones presidenciales, a ser supervisadas por un nuevo CNE y por organismos internacionales, a ser llevada a cabo con contaje manual, como el celebrado en Colombia recientemente.
¿Quiénes podría ser miembros de este triunvirato? Nombrar nombres es arriesgado porque invita a la discusión improductiva sobre este o aquél,  pero si tal modalidad fuese aceptada, será inevitable proponerlos y someterlos a la consideración de la Asamblea Nacional. Hay suficientes venezolanos capaces de integrar este triunvirato.
A título totalmente personal, ya que no tengo ataduras grupales de ninguna especie, pienso en personas del tipo de Luis Ugalde, Moisés Naím,  Asdrúbal Aguiar, Diego Arria,  Gustavo Tarre,  María Corina Machado, Alfredo Romero, Paulina Gamus, Gerver Torres, Enrique Aristeguieta Gramcko, Carlos Blanco, Pedro Mario Burelli o Tamara Suju, venezolanos quienes se han mantenido enfrentados  a la dictadura y poseen la madurez e integridad necesarias para conducir un período de transición en Venezuela que será delicado y lleno de obstáculos.    
Se requiere una guía estratégica básica que oriente la actividad del gobierno de transición. Debería, quizá, pensarse a lo largo de las siguientes líneas:
1.   Clara diferenciación del nuevo gobierno con el anterior
2.   Establecer confianza del mundo exterior en la nueva dirección del país
3.   Obtener ayuda internacional de tipo humanitario y financiero para sobrellevar la crisis
4.   Hablarle claro al país sobre la desastrosa situación del país y sobre la responsabilidad de los miembros de la pandilla chavista
5.   Comenzar a desmontar algunos mitos especialmente dañinos como el estatismo exagerado y los conceptos de falsa soberanía y Venezuela potencia, así como los alineamientos hoy existentes con gobiernos forajidos como Irán, Zimbabue, Cuba, Nicaragua, Libia y grupos como las FARC y Hezbollah
6.    Eliminar de inmediato los subsidios petroleros a países extranjeros y desligarse totalmente de UNASUR, de ALBA y de Petro Caribe, tal como está estructurada.
7.   Nombrar una Comisión de restructuración de la industria petrolera nacional, la cual deberá propondría una estrategia de transición en el lapso de seis meses y una recomendación sobre un nuevo modelo de gestión petrolera para el país.
8.   Liderar agresivamente el inicio de un cambio actitudinal en el pueblo venezolano para guiarlo hacia una sociedad trabajadora, no dependiente del Estado paternalista
9.   Hacer énfasis  en la separación de poderes y en la depuración de los organismos y agencias del estado, hoy saturados de corrupción e ineficiencia  
10.                   Integrar un Consejo de Recuperación Económica Nacional para guiar los primeros pasos de esta urgente tarea.
Con estas sugerencias solo pretendo ofrecer algunas ideas y contribuir a los esfuerzos que se llevan a cabo actualmente para iniciar el proceso de regreso de Venezuela al sitio que nunca ha debido abandonar en el concierto de las naciones civilizadas. Estoy seguro de que algunas de ellas podrían no ser  factibles, otras podrían ser hasta ingenuas, pero dar un paso al frente es un riesgo que deben correr  todos los ciudadanos venezolanos genuinamente interesados en la recuperación de nuestra nación.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los gremios -desde los profesores universitarios hasta las enfermeras, por mencionar dos de los cuales he leído en los últimos días- siguen enfocados en sus reivindicaciones salariales, cuando es evidentísimo que el problema es mucho más que eso. La cesta familiar llegó a 300 millones y con inflación intermensual de 100%, el panorama es apocalíptico. Un profesional tiene que reunir, mínimo, 50 sueldos para alcanzar esa cifra. Sin embargo, la gente sigue pasiva.

Absolutamente de acuerdo con la parálisis inevitable del país. Me hace recordar la sinfonía de los adioses, de Haydn, que la compuso como una protesta. "La anécdota de la composición es bastante curiosa. El Príncipe Nicolás, patrón de Haydn, residía en la época estival en su Palacio de Esterhazy y durante el resto del año en Viena. Los empleados, que no podían llevar a sus familias a Esterhazy – con excepción de Haydn – ardían siempre en deseos de regresar a Viena. En 1772, el príncipe Nicolás demoraba día a día el regreso a la capital y los empleados estaban desesperados. Pidieron ayuda a Haydn y este decidió componer esta sinfonía". (Pilar Cambra). Los músicos, en el 4to, movimiento, van abandonando el sitio y al final sólo quedan dos instrumentistas, uno de ellos el propio Haydn. Así está el país. Sector por sector se están paralizando.

Absolutamente de acuerdo con la necesidad urgente de una huelga general. Uno se pregunta cómo se tuvo que esperar a esta hiperinflación espantosa. Cuando el destino nos alcance, como el título en español de la película soilent green.

No tan de acuerdo con una Junta de duración corta. El destrozo es tal que quienes tengan que asumir esa carga tienen que enderezar el país, como dice Ud. con la verdad por delante pero, necesariamente, van a pagar el precio del descontento que, ahora sí, se va am manifestar en una población que le ha aguantado todo al chavismo y que, lamentablemente, dirán "con Chávez no pasaba esto". Así que esa Junta, que no va a aspirar a cargos, debe ser conformada por hombres y mujeres honestos y con temple de acero y debe durar en función cuanto sea necesario para encaminar al país. Si, como Ud. dice, se llama en un corto plazo a elecciones, eso, en mi modesta opinión, no se podrá efectuar. Elecciones para después. La gente está en muy mala situación y hay que trabajar en función de lo económico y social. Lo político-electoral bien puede esperar.

Anónimo dijo...

Oh caramba, cuanto entusiasmo con su llamado! (Y no es por falta de lectores, que este blog los tiene y bastantes)

Anónimo dijo...

HAY QUE SEGUIR EMPUJANDO. Este regimen esta que se cae solito, pero ayudarlo a caer no esta de mas...........sigamos empujando, ya casi que se cae.

Hay muchos rumores con respecto a los militares de diversos rangos que pusieron presos por crear un intento de salir del cucute~o. Quieren involucrar a Maria Corina porque ella nunca les ha tendio miedo y se los ha dicho en su cara.

Si no por fuezas internas, una coalicion de paises panamericanos debe hacer el trabajo. lo que falta es una empujadita para que el carro de la libertad arranque, una vez que eso ocurra, no lo va a parar nadie. Bernal, asesino en serie, vete con tus chivos para cuba, maldito.