miércoles, 9 de marzo de 2022

LA INCOHERENCIA MORAL Y ESTRATÉGICA DEL GOBIERNO DE BIDEN EN VENEZUELA/ALSO IN ENGLISH

 English version below the spanish version

              


La visita de funcionarios del gobierno estadounidense al dictador venezolano, Nicolás Maduro, revela una profunda incoherencia moral y estratégica. Moral, porque por varios años el gobierno de USA se ha negado a reconocer al régimen de Nicolás Maduro y ha aplicado sanciones personales a prácticamente todos los funcionarios de alto nivel de ese régimen, por violaciones a los derechos humanos, por lavado de dólares o por narcotráfico. Ha llegado al punto de ofrecer $15 millones por la cabeza del autócrata, suma significativa que demuestra cuán culpable considera USA a Maduro de crímenes contra su pueblo y contra la seguridad de la región. Nicolás Maduro es uno de los pocos aliados de Vladimir Putin y ha llegado a decir públicamente que le suministraría apoyo militar. Su antagonismo  evidente contra los Estados Unidos es asunto de  muchos años, primero como lugarteniente del dictador Hugo Chávez, luego como su remplazo. Estas sanciones personales impuestas a los chavistas son de orden moral, a diferencia de las sanciones económicas en contra del régimen que pudiesen definirse como sanciones geopolíticas orientadas a erosionar al régimen y acelerar su salida del poder, lo cual se ha logrado parcialmente, aunque no hasta el extremo de causar su colapso definitivo.

En la visita de la última semana de funcionarios del gobierno de Biden a Maduro, quien se hizo acompañar por los funcionarios más podridos del régimen, los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, se discutieron posibles concesiones mutuas las cuales representarían una descarada violación de los principios morales que deberían caracterizar un gobierno democrático. Esa visita, en sí, representa:

                 UNA ENTREGA DE PRINCIPIOS

1.   un reconocimiento explícito del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro, lo cual lleva inevitablemente a un relativo desconocimiento del gobierno interino de Juan Guaidó;

2.   Una reversión vergonzosa de la sanción moral mantenida por USA durante años al chavismo/madurismo;

3.   La posibilidad de la eliminación de sanciones personales y/o económicas al régimen de Nicolás Maduro. USA pasaría, de catalogar a Maduro como un criminal con su cabeza puesta a precio, a aceptarlo como jefe de estado, con quien es perfectamente posible hacer “negocios”;

4.   Una aceptación tácita de que el sistema de justicia en la Venezuela de Maduro es una farsa. La liberación de dos rehenes de Maduro que se decían enjuiciados y condenados por el sistema judicial se ha llevado a cabo mediante una simple llamada telefónica de Maduro a los carceleros. Nos alegra por los rehenes, pero nos entristece que USA sea parte  activa en esta farsa contra la justicia;

5.    Una admisión por parte de los Estados Unidos que el crimen paga, al pedir el diálogo en México como parte de las “negociaciones” efectuadas. Un diálogo que representa una entrega ética de grandes proporciones y que solo beneficiará a Maduro y a su permanencia ilegítima  en el poder.

6.   Una indicación de que los funcionarios culpables de crímenes a los venezolanos y de apoyo a los terroristas del planeta, desde las FARC hasta Hezbollah, podrán “negociar’ su impunidad.

                           UN ERROR ESTRATÉGICO

1.   Todo esto arriba enumerado parece estar sobre la mesa de negociación ¿a cambio de qué?: a cambio de suministro de petróleo venezolano, en volúmenes que puedan remplazar la pérdida de petróleo ruso, ya que el gobierno de USA ha decidido cortar la importación de petróleo ruso;

2.   Esta importación de petróleo ruso a USA representa aproximadamente  un 3% del consumo total de petróleo de los Estados Unidos. Este es un volumen que puede ser remplazado por aportes de países como Brasil, Guyana, Arabia Saudita, y otros productores. Ciertamente, la producción doméstica de los Estados Unidos podría incrementarse en ese volumen, o en volúmenes aún mayores, quizás del orden de hasta un millón de barriles al día.

3.   Estados Unidos podría hacer compras de petróleo para sus reservas estratégicas a los países del medio Oriente

4.   Estados Unidos podría hacer una intensa campaña informativa para mitigar el impacto psicológico de la estrechez de suministro temporal, producto de la crisis, ya que lo que está sucediendo no es tanto una crisis energética como una crisis política con un importante componente psicológico. Lo que ha hizo Biden ayer fue un error: anunciar el cese de la importación de petróleo ruso y añadir que los precios de la gasolina irían a subir. ¡Si lo dice el presidente, todo el mundo sale corriendo a la gasolinera más cercana!

 

EL ARREGLO CON MADURO NO ES BUENA IDEA BAJO

          NINGUN ESCENARIO GEOPOLÍTICO

1.   Si la crisis rusa-ucraniana se resuelve en los próximos meses la estrechez energética tendería a resolverse y la aproximación de Biden a Maduro perdería mucho de su significado, menos aún del que tiene en este momento;

2.   Si la crisis rusa-ucraniana se intensifica y pasa a ser una guerra mundial, entonces Venezuela se convertiría en una fuente obligada de suministro de petróleo para Occidente, en un objetivo de guerra y se impondría un control total de ese recurso mediante la eliminación del régimen de Maduro, el cual es afín a Putin y su reemplazo por un gobierno pro-occidental.

Esto es algo que los cascos azules de las Naciones Unidas y/o la OEA, junto a una legión de voluntarios venezolanos, han debido hacer años atrás, lo cual hubiera ahorrado mucho sufrimiento a los venezolanos y hubiese evitado el total colapso nacional que se experimenta hoy. Quienes sugirieron ese escenario fueron tildados de guerreristas, sedientos de sangre.

Se dijo y se sigue diciendo que “el problema de los venezolanos lo resolvemos los venezolanos”. En el mundo de hoy cuando alguien estornuda en el Tibet es porque alguien tiene gripe en Nicaragua. La situación de hoy en materia de ambiente, de pandemia, de guerra y de energía ilustra poderosamente esa estrecha interdependencia.

                                       ENGLISH VERSION

The visit of U.S. government officials to Venezuelan dictator Nicolas Maduro is morally and strategically incoherent. Morally because, for several years, the US government has refused to recognize the regime of Nicolas Maduro and have applied personal sanctions to most of the high-level officials of the regime for human rights violations, money laundering and/or drug trafficking. The U.S. even placed a $15 million reward for the autocrat's head, a significant amount that illustrates how guilty they considered Maduro.

Today Nicolas Maduro is one of Vladimir Putin's few allies and has gone so far as to say that he would provide him with military support. His blatant antagonism against the United States has been known for many years, first as a lieutenant of Hugo Chavez and now as his replacement. These personal sanctions imposed on the Chavistas are of a moral nature, unlike the economic and geopolitical sanctions aimed at eroding the regime and accelerating its exit from power.

Last week's visit by Biden administration officials to Maduro, who received them accompanied by the regime's most corrupt officials, brothers Jorge and Delcy Rodriguez, discussed possible mutual concessions that would represent a violation of moral principles that should guide the actions of a democratic government. Principles were surrendered, because:

 

1. It represented an explicit recognition by the Biden government of the illegitimate regime of Nicolas Maduro and a correlative weakening of support to Guaidó’s interim government;

2. A reversal of the moral sanctions maintained by the US against the Maduro regime;

3.  A potential softening of the personal and/or economic sanctions against the regime of Nicolas Maduro and willingness to “do business” with the dictator;

4.  An acceptance that the justice system in Maduro's Venezuela is a farce. The release of two Maduro prisoners who had been tried and convicted by the judicial system was carried out through a simple phone call from Maduro to the jailers. We are glad for the prisoners, but saddened to see that the United States played a role in this farce against justice;

5. An admission by the United States that crime pays, by promoting a dialogue between Maduro and the opposition in Mexico. Such a dialogue represents an ethical surrender of great proportions that will only benefit Maduro’s illegitimate stay in power.

6. An indication that Maduro and his cronies, who are guilty of crimes against Venezuelans and of supporting global terrorism, from FARC to Hezbollah, will be able to survive in power with impunity.

 

                       ALSO A STRATEGIC MISTAKE

1. All this listed above seems to be pursued by the U.S. in exchange for the supply of Venezuelan oil, to replace the cut in   Russian oil import;

2. Such an import accounts for approximately 3% of the total oil consumption of the United States. This is a volume that could be replaced by contributions from countries such as Brazil, Guiana and Middle East oil producers. U.S. domestic production could certainly increase by, perhaps, 700,000 to one million barrels per day.

3. The United States could also purchase oil for its strategic reserves from Middle Eastern countries

4. The U.S. government could carry out an intense information campaign to mitigate the psychological impact of the temporary supply constraints resulting from the crisis, which  has an important psychological component.

 

THE ARRANGEMENT WITH MADURO IS A BAD IDEA UNDER MOST GEOPOLITICAL SCENARIOS

 

1. If the Russian-Ukrainian crisis is resolved in the coming months, the oil crunch would tend to be resolved. Biden's approach to Maduro would lose meaning;

2. If the Russian-Ukrainian crisis intensifies and becomes a world war, then the Venezuelan oil resources would become a war target and the pro-Russian Maduro regime eliminated.

This is something that a blue helmet force of the United Nations and/or the OAS, together with a legion of Venezuelan volunteers, should have done years ago, which would have saved the Venezuelan people a lot of suffering.

Some Venezuelan opinion makers say that "the problem of Venezuelans should be solved by Venezuelans." In today's world, when someone sneezes in Tibet it is probably due to the fact that somebody has the flu in Nicaragua.

The world is strongly interdependent and nations can no longer hope to be self sustainable.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Lamentablemente Biden no es el líder que el mundo pide a gritos para resolver esta crisis internacional causada por Putin. Estados Unidos con Biden en lugar de liderizar simplemente lo que hace es titubear y reaccionar, y de paso cometer errores como lo señala Coronel en este escrito.

Anónimo dijo...

Un pelón del tamaño de una casa, cómo vas a negociar con un hijo de puta como Maduro que se cargó a más de 200 manifestantes incluído un policía que se había rendido, Oscar Pérez y un general que estaba gravemente enfermo, Isaías Baduel.

Anónimo dijo...

Esto es una prueba más de que a los gringos, con el idiota y senil Biden a la cabeza de ése gobierno, no les importa para nada Venezuela sino que nos ven cómo unos simples peones en el ajedrez internacional que están jugando las potencias mundiales.

Esa negociación de los gringos con Maduro, ademas de ser una amoralidad, no es simplemente un pelón sino que es hecho deliberadamente ya que es lo que les conviene a sus intereses. En lugar de impulsar su producción interna de petróleo, lo que quieren es usar el petroleo de otros y que les sea más conveniente para guardarlo para sus reservas.

Anónimo dijo...

La administración de Biden se interesa principalmente en salvar el clima por medio de destruir la economia y asegurar que se usan los pronombres correctos para personas no binarios. El resto no importa. Lo importante es de asumir poder absoluto, acabar con la oposicion como Lenin y de complacer a los comunistas ricos que apoyan el partido democrata con su dinero y ideas estupidas. Alguno pais que parece Marxista/izquierdista es un amigo aunque sea horrible. Ideologia siempre sobre el sentido comun. Compre el petroleo de enemigos para contaminar el aire, no se use su proprio. Pierda dinero, y cause inflacion y el desempleo. Metodos economicos dignos de Hugo Chavez si quiere destruir un pais. Y no te olvides-tus ninos apertenecen al estado y a los maestros de escuela concientizados. Y si no le gusta, tu eres un terrorista!

Anónimo dijo...

Biden no es un lider. Es una marioneta de los elites de poder de la izquierda que usan odio racial para promocionar su politica destructiva porque la guerra de clases tradicional no funciona tan bien en los EE. UU.

Anónimo dijo...

La tragedia de todo esto es que se veía venir claramente quien es Biden y sin embargo el partido Demócrata y el odio hacia Trump lo pusieron allí donde está, poniendo la plasta en todo lo que se entromete.
Biden pasó casi medio siglo merodeando en las esferas del poder en Washington, donde se hizo millonariobcomo congresista y en el gobierno, y se promocionaba en las pasadas elecciones como el candidato de más experiencia y el que iba a resolver todos los problemas creados por Trump.
Ahora la realidad es que está demostrando no solamente que no tiene experiencia de nada, sino que ni siquiera tiene talento ni para manejar una simple bodega ya que se enreda con todo lo que toca.
Que desgracia en lo que está padeciendo el planeta cuando se necesita un líder de verdad. Que Dios nos agarre confesados.

Anónimo dijo...

Castigemos a los Rusos por medio de no comprar su petroleo. En lugar de eso, compremos el petroleo venezolano, del cual los Rusos reciben parte de las ganancias. Ayudemos a un gobierno totalitario en quiebra que nos odia. Brillante Joe!

Anónimo dijo...

Biden es prisionero de los adoradores del culto cambio climático. A esos idiotas fanáticos no les importa mas nada que evitar la exploración y explotación del petroleo en USA. Son tan idiotas que creen que no hace ninguna diferencia que sea en otro lado menos que sea en USA.