**** La gran afición de los tiranos
por el uniforme o disfraz militar
El extraordinario politólogo
estadunidense Robert C. Tucker, en su ensayo: “The Dictator and
Totalitarianism”, WORLD POLITICS, #4, 1965, analiza la personalidad autoritaria y apunta que su
desarrollo se inicia con la expresión de una ideología aplicada a la escena
doméstica de su país pero con frecuencia ello es seguido por un mayor campo de expresión en la dimensión
geopolítica. A medida que su dominación doméstica se afianza, en esa medida
comienza a pensar en trascender fuera de
sus fronteras,, en lo que llama Tucker una externalización
del terror.
Pronosticar esta progresión le
permitiría a la comunidad internacional desarrollar una política de prevención
basad en actuar contra el dictador en su etapa de agresión doméstica. Sin
embargo, ello requeriría, añade Tucker, una modificación de la doctrina
tradicional de la no intervención., la cual le da al dictador la facultad de
hacer con su país prácticamente lo “que le dé la gana”, siempre y cuando
parezca respetar normas básicas de la
ley internacional .
Esta tesis de Tucker ha sido
comprobada una y otra vez por dictadores tales como Hitler, Stalin, Mussolini y
algunos otros. Inclusive, en el caso de dictadores en países más pequeños, sin
mucho peso geopolítico como lo fueran Trujillo en la República Dominicana y
Hugo Chávez en Venezuela, esta tendencia a salir de sus fronteras se llevó a
cabo. Trujillo mandó a asesinar a Rómulo Betancourt y Hugo Chávez, respaldado por el dinero
petrolero, trató de convertirse en líder mundial de lo que pomposamente
denominó el “socialismo del siglo XXI”.
Entre los tiranuelos de
pequeños o medianos países actualmente activos es posible mencionar a Nicolás
Maduro en Venezuela y a Daniel Ortega en Nicaragua, quienes ya se encuentran en una etapa avanzada de agresión interna
en sus respectivos países. Los dos manejan en este momento situaciones de gran
peligro para su permanencia en el poder. Este es más el caso de Maduro que de
Ortega, debido a que su régimen enfrenta
fracturas internas importantes y una oposición unificada e inteligente. De los
dos Maduro es quien más riesgos presenta de ir fuera de sus fronteras, buscando
una crisis regional que le permita solidificar su tambaleante régimen. Por
ello, está tratando de buscar un pleito
con Guyana, a pesar de que tal pleito pueda acelerar su salida en lugar de
consolidarlo en el poder.
Un autócrata incipiente es
Bukele, en El Salvador. Ya se ha hecho re-elegir, cambiando disposiciones
constitucionales. Como todos los líderes civiles de naturaleza autoritaria
tiene una vena militarista, la cual se evidencia en sus actitudes y en el
atuendo que utiliza. En su reciente ceremonia de inauguración presidencial
mostró una especie de uniforme no muy diferente al que utilizaba el déspota
dominicano, Trujillo. Maduro es otro que se viste con uniformes seudo militares
que aumentan su carácter cursi.
Bukele con su uniforme decimonónico
Nicolás Maduro disfrazado de militar
Corea del Norte, chapitas de gaseosas
2 comentarios:
Estos personajes demuestran de no tener respeto y consideración hacia los verdaderos militares que después de años de estudio en una academia militar y siguieron con la carrera y subiendo en años de grados . nosotros verlos así vestidos pues nos causa risa pero si debería de molestar más al verdadero militar de carrera inclusive deberían ser los militares en no permitir que maduro se disfrace de militar / urbano
Para que se alarman? Esos disfraces de militares son simplemente un adorno, como una mis Venezuela o mis universo cualquiera con su maquillaje y vestimenta de adorno para exibirse.
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